20. Negación

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Los besos de Hyunjin siguieron en la zona del cuello de Felix mientras su mano se iba adentrando por debajo de la camiseta tocando el abdomen con suavidad, dando caricias continuas que erizaron la piel del menor.

Felix se aferraba con una mano a la nuca de Hyunjin mientras su otra mano se posaba en el hombro de esté enterrando ligeramente sus uñas dejándose llevar por la sensación de esos labios que parecían querer comerse cada parte de él.

Cuando Hyunjin volvió a subir se apoderó de los labios contrarios con fervor, asegurándose de trasmitirle a Felix todo el deseo que sentía por él en ese momento.

Deseo que tenía acumulado desde hacia bastante tiempo.

—No sabes cuanto espere por esto —murmuró contra los labios sin dejarlo responder pues enseguida volvió a apoderarse de ellos.

Felix solo se dejaba hacer tratando de no pensé en nada más y solo concentrarse en su apuesto novio quien lo estaba tocando con tal devoción y amor que parecía irreal.

Atreviéndose un poco llevo sus manos a acariciar debajo de la camisa de pijama del mayor, tocando con algo de duda el abdomen semi marcado dejando que sus yemas dieran suaves caricias hasta perderse en la espalda ancha y trabajada que se tensaba al sostener su peso sobre su cuerpo.

Hyunjin se enderezo quedando entre las piernas semi-flexionadas, despacio desabrocho su camisa dejando a Felix ver su torso poco a poco hasta que por fin quedó desnudo de la cintura para arriba.

En ese momento Felix dejo salir el aire que ni siquiera noto que había retenido, sus ojos no podían despegarse del glorioso cuerpo te se imponía frente a él. Desde los hombros anchos, pectorales firmes y abdomen cincelado que terminaba en una "V" que quedaba escondida en el pantalón de pijama, pero lo que más lo tenía cautivado era la mirada que le daba, eran tan intensa y expresaba tal deseo que se vio abrumado por unos segundos.

«Es como si viera a...»

No pudo completar su pensamiento pues Hyunjin se inclino y con ambas manos acaricio su abdomen subiendo poco a poco su camisa hasta sacarla por completo de su torso. Cuando la prenda estuvo fuera del camino los labios del mayor se volvieron a apoderar del cuello de Felix nublandole la mente.

Poco a poco fue descendiendo sus labios por el torso, tomándose el tiempo de marcar las clavículas y pectorales con chupetones que durarían un par de días e hicieran a Felix pensar en él cada que los viera.

El camino hasta sus abdominales fue casi una tortura, o por lo menos así lo sintió el menor, quien se retorcía entre gemidos y jadeos cada que Hyunjin chupaba o mordía alguna zona de su piel.

Todo iba tan bien, la sensación era deliciosa para ambos, Hyunjin estaba cumpliendo su deseo de poseer a su ángel y Felix pretendía olvidarse de todo dejándose llevar por sus deseos carnales que llevaba reprimidos por hacia bastante tiempo.

Sus cuerpos estaban congeniando de manera casi perfecta, ambos ansiosos por lo que venía y con el calor de la pasión ardiendo cada vez más fuerte conforme todo sucedía.

Todo hubiera seguido de esa manera si Felix no hubiera volteado hacia abajo justo en el momento que Hyunjin tomaba el elástico de su pantalón con la cara sobre su pelvis y su mirada hacía arriba conectando directamente con la de él.

En ese preciso instante todo cambio, la excitación y deseo que segundos antes lo consumía se convirtió rápidamente en pánico y miedo que le recorrieron todo el cuerpo hasta dejarlo en shock con el aire atorado en sus pulmones, el corazón a nada de salirse de su pecho y su cuerpo entero temblando.

En un instante el rostro de Hyunjin se transformó en el de su captor, la máscara cubrió sus facciones y solo podía ver a su secuestrador abusando de él. Volvió a esos días de cautiverio donde estaba indefenso ante ese hombre.

PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora