¿Miedo? ¿Decepción? ¿Dolor? ¿Tristeza? ¿Coraje? ¿Ansiedad? ¿Vacío? ¿Asco?
Felix se encontraba sentando en los escalones de entrada de aquella cabaña. Su mirada fija al frente, con el rostro estoico sin aparente emoción aún cuando dentro suyo se libraba una batalla.
Eran tantas las emociones que sentía en ese momento que no podía siquiera saber cual de todas era la más fuerte ya que todas eran respuesta correctas, en diferentes medidas y de distintas maneras, pero probablemente el asco era el más predominante.
¿Cómo no sentir asco de Hyunjin y de si mismo al saber que se entrego a él por voluntad propia infinidad de veces?
Después de todas las veces que había abusado de él, de los golpes y humillaciones. Ahora el saber que él mismo había puesto a su disposición su cuerpo y, peor aún, su corazón. Se sentía tan miserable que le costaba procesar tal crueldad.
Cuando había llegado había durado varios minutos en bajar de su carro. El miedo paralizante de averiguar si aquel sitio era el mismo donde años atrás cambio su vida lo había dejado pegado al asiento con las piernas temblorosas, incapaz de dar un solo paso fuera del auto para saciar su incertidumbre.
No fue hasta que pudo tomar algo de valor que por fin se había encaminado a aquella propiedad que muy alejada de lo que Hyunjin aseguraba no estaba en tan mal estado. Tal vez algo polvorienta, algunas plantas enredadas en el barandal del porche y un poco desgastada, pero nada que no fuera común dado el lugar donde estaba.
Al verla de frente quiso hacer memoria de ella, mas la única vez que había estado fuera durante su cautiverio era el día de su escape y en ese entonces lo que menos se fijo era en la apariencia del lugar. Estaba demasiado ocupado huyendo por su vida como para hacerlo asi que la única manera de averiguar si era el mismo sitio era entrando.
Le costó un poco el forzar la cerradura, pero cuando al fin logro entrar se quedó paralizado por segunda vez. No se atrevía a estrar al sombrío lugar medio iluminando por la poca luz solar que se filtraba a través de los árboles que rodeaban la propiedad.
Apenas dio unos pasos dentro y con su mano tanteo la pared encontrando un interruptor que encendió los focos que dieron una tenue iluminación calida al sitio pudiendo al fin ver con mayor claridad lo que lo rodeaba.
Los muebles estaban cubiertos por telas blanca y tanto el pido de madera como las encimeras de la cocina se notaba con una gran cantidad de polvo que las recubria de una capa blanca. El solo estar ahí le produjo escalofríos, todo parecía sacado de una película de terror donde el protagonista entra a la casa abandonada y encuentran ahi su peor pesadilla.
Aunque el panorama de hecho no era muy distinto al de Felix. En ese momento se encontraba adentrándose al posible lugar donde toda su vida se arruino, donde había comenzando su calvario y ahora amenazaba a volver a revivir todas sus pesadillas.
Le tomo apenas unos cuantos pasos pasar la cocina americana, ignorando con eso también la sala. Nada de eso le servía, debía buscar el cuarto donde estuvo cautivo. De encontrarlo todos sus miedos se harían realidad y estaría entrando en terreno incierto pues no sabía que haria.
La primera puerta en el pasillo lo llevó a un modesto baño con apenas lo necesario, la segunda era la entrada a una habitación pequeña con una cama individual al centro, dos mesas de noche y una gran ventana en un costado.
«Definitivamente esta no es la habitación.» pensó al ver la distribución y tamaño.
Paso de largo siguiendo el pasillo hasta llegar a la puerta del final. Por fuera parecía una puerta normal como cualquier otra, solo la entrada para un cuarto más del lugar.
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Perdición
FanfictionLo que parecía un día normal de trabajo termino convirtiéndose en el inicio de algo mucho más turbio. Hyunjin, un neurocirujano conoce a Felix, uno de los nuevos residentes del hospital donde labora. El nuevo interno de cara bonita y linda personali...