zapateos y otros sentimientos [souliz]

trece. (no) hablar de ciertos temas

ADVERTENCIA: Descripciones y escenas con referencia a bullying y homofobia, leer bajo su propio cuidado

Mati dio un vistazo a su celular con todos esos mensajes, la foto que se le había sido enviada. Allí sentado en la parada su mente empezó a dar mil vueltas con los recuerdos de hace años, las burlas, las risas, él sentado al fondo sin que nadie se le acerque, los recreos siendo molestado por chicos de otros cursos que se habían hecho oído a la noticia de sus viejos y ni entendía por qué le habían dado tanta importancia a su situación familiar. Se le vienen las imágenes de ellos silbándole y soltándole 'piropos' asquerosos, en educación física y los baños encerrándolo en los cubículos con la excusa de que no vaya a 'contagiar' aquello que venía de familia. 

Sin darse cuenta sus lágrimas volvieron a mojar sus mejillas, su respiración era irregular, su pecho subía y bajaba ante las sensaciones que su corazón le iba haciendo experimentar. Aquella amenaza, presagio o predicción de la autora del mensaje le había movido más de lo que esperaba, creía que tenía todo bajo control y que eso podía echarlo al fondo de su cabeza; claramente nada de eso era posible.

Sus dedos se movieron en automático por el teléfono, marcó el número de la pelirroja, compañera de comisión de Celeste, chica que solía acompañarlos en algunos almuerzos y al parecer era más cercana a su amiga para querer saltar de esa manera por ella, para llamarla. 

"Mati" Saludó la chica por la otra línea.

"Sofi, tenemos que hablar" Pidió el chico apretando la tela de su pantalón y sudando frío por su espalda.

"¿Ya terminaste con tu asuntito?" Preguntó y Mati escuchó murmullos. "Mati, saluda, son las chicas que están acá conmigo"

"Para, ¿qué?"

"¡Mati!" Esa era la voz de Cele bastante alegre. "¿Para qué necesitas a Sofi, eh?"

"Sí, qué pasa con eso, ¿eh?" Preguntó otra de las chicas con tono burlesco. "¿Qué tienen que hablar?"

"Es algo de nosotros" Explicó corto la pelirroja y Matías podía sentir el cuchicheo. "¿Qué querías hablar?"

"¿Dónde estás? ¿Podemos reunirnos para hablar en persona?" Pidió no queriendo sonar vulnerable, débil, pero su voz no podía no sonar tan temblorosa.

"Podemos hablarlo por acá"

"En privado, Sofía" Habló serio.

"Seguimos en la plaza cerca de su Academia, estamos tomando Mates"

"Espérame en la esquina donde está el mini puesto de flores"

Mati un poco más y corriendo se dirigió al lugar donde se encontraría con la chica, no estaba lejos y no se demoró más de diez minutos en llegar. Al arribar se encontró con la pelirroja esperándolo con sus brazos cruzados, concentrada en su celular. Ella al notarlo le regaló una sonrisa y le indicó que camine, que la siga.

"¿Ya terminaste de encamarte con tu profe?" Comenzó diciendo ella guardando el celular en su bolsillo. "Sos lo que todos decían era cierto, ¿no? Vas a robarle el chabón a cualquiera como tu papi lo hizo"

"Qué mierda estás diciendo" Murmuró consternado por esa acusación. "¿Quién más vio lo de las fotos? ¿Alguien te acompañó?" Cambió de tema a lo que realmente le importaba.

Ella se rió como si hubiera contado el chiste más gracioso del mundo.

"¿Tanto te preocupa eso? Con qué cara..." Fingió sacar una lágrima de sus ojos. "Fui solo yo, aunque Mari pudo haberlo hecho también, pero alguien se tenía que quedar con Cele. Y decí que ella no vio cómo te lo comías en medio del aula esa, ¿te imaginas la cara de la pobre? Terrible traición de su mejor amigo..."