Abrió lentamente sus ojos, intentando acostumbrarse a la luz de la habitación y notó que a su lado se encontraba Matías, los padres de este y sus amigos alrededor. Quiso levantar una de sus manos para frotarse sus ojos, pero se detuvo al notar la aguja del suero en su mano.
"¿Qué pasó?" Preguntó con confusión.
"Te desmayaste" Explicó Matías con suavidad tomando su mano. "El doctor dijo que fue por cansancio, no fue nada grave, que necesitas descansar"
"Voy a llamar la enfermera así podemos irnos" Avisó Angel retirándose de la habitación, dejando a los amigos juntos. Leandro también lo acompañó.
"Te dije que si seguías forzándote ibas a volver a descompensarte" Le regañó el colorado cruzado de brazos y el ceño fruncido.
"Tranquilo, Valen" Le susurro Agustín a su lado, todavía seguía con el traje de gaucho y un camperón puesto.
"No, basta" Dijo el bailarín de ballet. "Le vivo diciendo que se cuide, que no hagas horas extras porque viene muy desgastado y con mucha carga..."
"Pero yo no puedo parar, si yo no ayudo no llegamos a fin de mes" Interrumpió Alejo a la defensiva. "Vos podés parar si querés, yo no. Estuve comprando los remedios que se fueron a los cielos un poco más"
"Pero hablalo, podemos ayudarte" Intervino Agustín, interponiéndose entre el colorado y la camilla.
"No, pero tampoco voy a estar endeudandome con ustedes, por qué los voy a estar molestando con todo lo que hacen por mi" Dijo acomodándose en la camilla, mirándolos con seriedad y firmeza. "No quiero lastima, ni nada. Puedo hacerlo yo" Determinó.
Valentín soltó un resoplido lleno de frustración "Lo hacemos porque somos tus amigos, idiota" Dijo con enojo intentando retener sus lágrimas de bronca por el cabeza de chorlito de su amigo retirándose de la habitación de hospital. Agustín le dio una mirada antes de ir tras el colorado.
Quedaron los dos solos en silencio, Matías no sabía bien qué decir. Alejo tenía razón hasta cierta parte, pero ellos querían ayudarle con lo que podían y no sabía que podía ser tan terco.
"Ale, pensalo. A nosotros no nos cuesta"
El morocho apretó sus labios pensativo, luego le miró. "No me gusta deberle nada a nadie" explicó. "Además, ya estás haciendo mucho por mi, traerme a esta clínica que por lo visto es privada..."
"Pensá que yo también estoy devolviéndote el favor si eso te da más tranquilidad" Dijo Matías tomando su mano. "Me estuviste ayudando un montón y sé que te has preocupado por mi, si estaba bien, si mis medicamentos estaban funcionando o si tuve una recaída. Quiero hacer lo mismo con vos de la forma en que puedo"
"sí, pero..." rezongó Alejo.
"Yo también quiero cuidarte, ¿sí?" Le interrumpió mientras se sentaba en la orilla de la camilla. "Dejame ser tu refugio cuando sientas que tu mundo sea demasiado para vos, quizás podemos curar nuestros golpes juntos, vos tampoco estás solo, me tenés a mi ahora, podés confiar en mí"
En ese momento la enfermera entró a hacerle un chequeo general, revisando cómo se encontraba, dando indicaciones de los recaudos que debería tomar luego del incidente y sacándole el suero, por lo que había escuchado ya estaba para retirarse del hospital. Matias le ayudó a alistarse y los dos se retiraron de la habitación, alcanzando en la recepción a sus papás que estaban encargándose del papeleo. Agustín y Valentín no estaban por ningún lado, de los mensajes intercambiados con el ojiclaro los compañeros de curso se quedaron charlando en el comedor del hospital y Valentín seguía gruñón, que lo disculpara.
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zapateos y otros sentimientos [souliz]
FanficMatías quiere conquistar a la chica que le gusta yendo a clases de folklore, por distraído entra a las de Malambo donde conoce a Alejo, un practicante que quiere graduarse lo más rápido posible ATENTIS - esto ficción - solo uso sus nombres, no estoy...