zapateos y otros sentimientos [souliz]

diecinueve. ¿podemos hablar?

Alejo sabía que no estaba haciendo lo correcto al acercarse a escuchar, pero fue inevitable al escuchar su nombre ser mencionado por Mati. En un principio creyó que iba a escuchar algo sobre su relación, algo lindo o quizás algún comentario de esos emocionados por, quizás, lo que estaban formando a lo largo del tiempo o de la presentación que iban a tener pronto, algo parecido a eso, por ingenuo principalmente, cegado por sus expectativas, que no se esperó oír esa gran confesión de Matías de todo lo que estuvo pasando y que lo llevaron a terminar en el hospital.

"Sé que vos también sentís algo por él y no sabía que hacer porque no quería me veas como un traidor o un buitre por estar con él" Si bien algo sospechaba le sorprendió lo que acaba de escuchar, ¿eso le estaba preocupando? "Encima luego se enteró Sofia y me dio un ultimatum antes que ella te pase nuestras fotos, de que decida qué hacer, que no merecía ser tu amigo o estar con Ale por estar ocultándolo, y tuve miedo, mucho miedo de que vos te enojes y te alejes de mí" ¿Quién era Sofia? ¿La había conocido? ¿Por qué le estaba haciendo a Mati? "En un principio le quise terminar, pero no pude"

¿Cómo? Él quiso... ¿terminarlo?

No podía ser cierto, no le había demostrado lo contrario, incluso le había dicho que lo quería. No le entraba en la cabeza todo lo que estaba escuchando, se sentía como un tonto y golpeado por aquella confesión.

Claro, entendía ahora lo que lo estaba atormentando todo ese tiempo y que él ignoraba. Por supuesto, Mati había sido víctima de una extorsión y estaba abrumado. Él comprendía eso muy bien y sabía que no lo estaba haciendo por jugar con él, pero no podía evitar cuestionarse qué cosas más le ha estado escondiendo y por qué no había logrado que pueda comentarle la situación. Ellos pudieron haber encontrado alguna solución juntos.

¿Es que acaso no se veía confiable? ¿No lo veía como alguien en quien sostenerse? ¿Lo había asustado? ¿En qué falló para que no le cuente y hasta qué punto esto iba a seguir? ¿Siquiera le iba comentar la razón de su ruptura cuando le fuera a cortar? ¿Le haría odiarle?

No se podía imaginar enojado ni dolido para no querer verle más, no podía encontrar posible el escenario en que deban separarse porque el veía en esos ojos cafés un futuro, por más cursi que suene, y todo esto le hacía darse cuenta qué tal frágil era todo.

"Al final terminé lastimándote a vos y metiendo a Ale en el desastre de persona que soy yo"

Y ahora quería llorar por verlo tan chiquito ahí, viéndose de aquella forma, considerándose como una molestia para los demás; sentía una impotencia en su pecho que no dejaba de doler. Quería proteger a Matias, quería que se diera cuenta que lo tenía a él y que podía recurrir a él a contarle ese tipo de cosas.

Tenía intenciones de interrumpir ese momento entre amigos para decirle a Matias que todo iba a estar bien, pero se dio cuenta que estaba demasiado conmovido como para aparecer de la nada, con algunas lágrimas bajando por sus mejillas. No quería que vean que le estaba afectando tanto lo que había escuchado de pasada, porque quería verse fuerte y confiable para el lindo chico que lo había enamorado. Así que, en sigilo, fue a buscar un baño para limpiarse la cara, que no se lo vea tan acongojado.

Salvo que no conocía la casa y estaba deambulando por donde intuía que podía estar el cuarto de baño. Se metió por uno de los pasillos llenos de cuadros familiares, de Mati de chiquito en el mar, otras con un perrito, hasta que chocó con una puerta que tenía un pequeño cartelito de madera colgado que decía ocupado. Tocó ligeramente para cerciorarse en no interrumpir el turno de nadie, si es que estaba verdaderamente ocupado, y cuando oyó el agua de la canilla del otro lado se quedó quieto esperando y limpiándose con la manga de su campera el resto de lágrimas de sus cachetes.