"Ya no tenés que enfrentarte a todo solo, me tenés a mi"
Llevado por la emoción se acercó a besar los labios del moreno frente suyo, lenta y delicadamente, queriendo transmitir cada una de las emociones que estaba sintiendo, intentar que aquel gesto sea capaz de demostrarle que sus latidos desenfrenados eran por él.
Alejo también sentía como una sensación cálida y linda albergándose en su pecho al ver los ojitos brillantes de Mati al momento de separarse en búsqueda de aire, mirándolo con tanto cariño que le daban ganas de capturar ese momento en su memoria para siempre.
"Ahora quiero ver una sonrisita tuya" pidió dejando varios besitos en los cachetes de Matias haciendo que suelte risitas al sentir los pirinchos de su barba levemente crecida. "Te ves tan bonito así. Bueno, siempre te ves bonito"
"Basta..." Mati desvió la mirada a algún punto, sonrojado por esas lindas palabras de Ale.
"Nada de basta, te las voy a decir hasta que las creas" Aseguró el santafesino acunando el rostro de Matias en una de sus manos para acortar las distancias de nuevo para dejarle un lento beso en sus labios, lleno de dulzura, mientras que con la otra aprisionaba la cintura. "Bonito"
"Vos lo sos más" Halagó escondiendo su rostro en el hueco de cuello del menor.
"Puede ser..." Se rió acariciando la cabellera azabache. "De paso, me acabo de acordar, mañana tendrás que ir a medirte en lo de la costurera ya que no fuiste a clase el martes"
Mati se apartó un poco y asintió "Perdón por eso, por faltar yo..."
"Está bien" Dejó otro beso en los labios de Mati. " ahora sé lo que ocurría" Acarició su cintura. "Puedo acompañarte, si quieres"
Matias iba a asentir contento, pero rápido negó. "¿No estás trabajando? ¿No será mucha carga?"
"No, no, yo voy a poder, me hago un espacio" Le aseguró dándole otro pico en los labios. "Incluso si aparece ese tipo, Tan..."
"Tanlongo"
"Tantonto" Corrigió divertido. "Llamame que te voy a acompañar y quizás enseñarle que contigo no se meta"
Y ahora fue el momento del pelinegro para reírse y volver a abrazar al grandote. "Ojalá nunca me lo cruce otra vez"
"Pero en el caso de... no tengo drama de ir por vos, podes confiar en eso"
"lo voy a tener en cuenta..." murmuró Matias. "¿Querés quedarte a merendar?"
"Me gustaría..." Alejo fue interrumpido por la melodía de su celular empezando a sonar, era una llamada que atendió rápidamente. "¿Gino? ¿Qué pasa?
Mati relacionó el nombre a uno de los compañeros de trabajo de Ale.
"¿Ahora? ¿No lo puede suplir Milton?" el ceño de Ale estaba fruncido mirando a un espacio en la habitación. "Estoy ocupado. Con mi... con Mati"
"Vos vení" Se escuchó por la otra línea y terminó la llamada, al momento de apartar su celular recibió la mirada curiosa del contrario.
"¿Está todo bien?"
"Tengo que ir al laburo, hay algo de urgencia" Explicó Alejo levantándose de la cama con un pequeño pucherito, Mati copió su accionar sin dejar de tomar su mano, dándole pequeñas caricias. "No quiero irme"
Mati le dio un pequeño beso en sus labios. "Nos vamos a ver mañana"
Luego de despedir a Alejo merendó junto a Cele que había estado tomando unos mates junto a Leandro, esperando a que ellos terminen su charla, también aprovechando a comentarle el tema de la aparición de Tanlongo, de que iban a tratar de evitarlo, pero no sabían hasta qué tanto iba a durar.
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zapateos y otros sentimientos [souliz]
أدب الهواةMatías quiere conquistar a la chica que le gusta yendo a clases de folklore, por distraído entra a las de Malambo donde conoce a Alejo, un practicante que quiere graduarse lo más rápido posible ATENTIS - esto ficción - solo uso sus nombres, no estoy...