Cousins Beach siempre ha sido un lugar especial para Kylie.
El lugar donde pasó los primeros años de su vida. Dónde creció. Donde se formó como persona. Donde experimentó por primera vez lo que era la amistad, así como el amor.
El lugar en donde g...
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- Esto está bien - confesó Conrad, abriendo un poco su corazón a los demás.
Hasta ahora había permanecido con un muro de piedra que le bloqueaba de mostrar cualquier tipo de sentimiento, pero estar en ese momento rodeado de todos los demás... era agradable.
Era todo igual que antes. Ellos en frente de la televisión, sentados en sus sitios de siempre -excepto que esta vez, contaban con la incorporación de Taylor-, recordando los buenos momentos vividos en esa casa tan especial para todos.
- ¿Os acordáis de cuando Belly intentó pedir un deseo a una flor de león, pero antes de hacerlo Steven la sopló en su cara? - mencionó Jeremiah, provocando una ronda de intensas carcajadas entre todos los presentes.
- Me acuerdo, gracias. - contestó Belly, frunciendo el ceño con expresión molesta. Ya estaba acostumbrada a ser la víctima constante de los chicos, no tan solo de su hermana.
- ¡O cuando Jeremiah atropelló a un niño con la tabla de surf! - recordó Steven, sin poder olvidar el rostro exacto de aquel niño pequeño que por poco se rompe la mandíbula, gracias a su amigo.
- En mi defensa diré que no era muy bueno en ese entonces - se excusó Jeremiah alzando las manos, quitando toda culpa sobre él.
- Evidentemente - se burló Belly, recibiendo una mirada divertida, a la par que indignada, de parte de su amigo rubio.
- ¡Eran mis primeras clases! - resaltó Jeremiah, intentando defenderse.
- O cuando Conrad intentó ganar dinero bailando canciones de Avril Lavigne en la playa - habló Belly, a quien le dolían las mejillas de tanto reír.
Todos se miraron entre sí, desbloqueando un recuerdo que no sabían que aún permanecía en su mente.
Conrad tendría alrededor de seis años. Cada mañana, a eso de las doce, justo después de despertarse y tomar su usual bol de cereales, iba a la playa a un mismo sitio específico a practicar una elaborada pero no conseguida coreografía, con la intención de ganar algunos céntimos para comprar el nuevo Hoy Wheels, dado que sus padres le habían dicho que no.
- Dios mío, no pensaba que te acordarías - dijo Conrad mirando al suelo, escondiendo sus rojas mejillas.
- ¿Os acordáis cuando Kylie se tragó una pastilla de jabón porque había besado a Steven por accidente? - recordó Jeremiah, abriendo la caja de Pandora.
Un silencio sepulcral se hizo en la habitación.
Kylie.
Se habían olvidado completamente de Kylie.
Taylor, quien había permanecido en silencio hasta ahora, escuchando y riéndose ante las memorias del grupo de chicos, intervino en la conversación con curiosidad. - ¿Kylie?
- No he pensado en ella en cinco años - confesó Conrad confundido. ¿Cómo alguien como Kylie, quien dejaba huella por cualquier lugar donde pasaba, había sido olvidada tan fácilmente por su cerebro?
