Cousins Beach siempre ha sido un lugar especial para Kylie.
El lugar donde pasó los primeros años de su vida. Dónde creció. Donde se formó como persona. Donde experimentó por primera vez lo que era la amistad, así como el amor.
El lugar en donde g...
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— Le hemos avisado, pero no ha leído el mensaje – dijo Jeremiah, comprobando una vez más que Steven no había respondido a su llamada. Era bastante inusual, pues el Conklin mayor solía ser de ese tipo de personas que contestan al instante.
— ¿Alguien ha avisado a Taylor? – preguntó Kylie extrañada, quién empezaba a oler algo sospechoso en toda esta situación. Si los únicos que faltaban por llegar eran aquellos dos, igual era por una buena razón.
— Puede que Belly también le haya mandado un mensaje – contestó Conrad, abriendo las puertas de las diferentes habitaciones, buscando un mínimo rastro del mayor de Steven.
Lo cierto es que visto desde tercera persona, los tres jóvenes parecían hermanos. Kylie con su cabello rubio y ojos azules como Jeremiah, y sonrisa y hoyuelos ligeramente parecidos a los de Conrad, se podía hacer pasar por su hermana con mucha facilidad.
— Aquí... – murmuró Jeremiah, abriendo la puerta de lo que parecía ser el salón de debutantes, como así había aprendido el año pasado al "acompañar" a Belly.
La mirada de los tres jóvenes se posó en Steven y Taylor, que parecían bastante cómodos en los brazos del otro. Estaban a tan pocos centímetros de distancia que Kylie podría jurar que si llegaban a llegar un par de segundos más tarde los hubieran interrumpido en medio de un beso.
Al oír el sonido de la puerta, estos inmediatamente se separaron, y los ojos de Steven cayeron de inmediato en la sonrisa fingida de la de ojos claros.
Taylor parecía permanecer vergonzosa, después de todo, aún seguía teniendo pareja; mientras que Steven aún seguía procesando a las personas que tenía en frente. Había sido el peor momento en el que podrían haber llegado, por múltiples razones, de las cuales algunas estaban relacionadas con la chica Weber.
— ¿Hemos interrumpido algo? – preguntó Jeremiah, sin borrar esa sonrisa pícara de su rostro. Sabía a la perfección que habían interrumpido algo.
— Hemos encontrado un sitio en el que dormir – informó Conrad, quitándole peso a toda esta escena recién vivida, no sin antes mirar a Kylie para comprobar que estuviera bien.
No tenía ni idea de lo que aún se traían Steven y Kylie, pero fuese lo que fuese, el encuentro entre el chico y Taylor lo había trastocado.
— Sí, sí, vamos – habló Steven con rapidez, un tanto estresado. Taylor fue junto a Jeremiah, que aún no dejaba de sonreír. Sin embargo, cuando estos intentaron salir de la habitación e ignorar lo que acababa de pasar, Steven permaneció paralizado en su sitio. El chico dirigió su mirada a Kylie, que no entendía su extraño comportamiento. — Kylie.
— ¿Ajá? – preguntó Kylie, de brazos cruzados. No sabía ni cómo sentirse respecto a todo esto. Al final, lo suyo con Steven acabó hace muchísimos años atrás y no tendría ninguna razón para molestarse, pero algo en su corazón le gritaba que debía estar enfadada.
