capítulo 28 | princesa

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— ¿Qué ves? – preguntó Taylor, acercándose por detrás con cuidado de no asustar a Kylie

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— ¿Qué ves? – preguntó Taylor, acercándose por detrás con cuidado de no asustar a Kylie.

La de ojos azules miró a Taylor, Belly y Skye, sin comprender cómo habían llegado hasta el patio de su motel. — ¿Cómo habéis-?

— Tu padre nos ha dejado entrar – se adelantó Skye, antes de dejar a Kylie terminar con su pregunta.

— Ha venido antes a nuestra casa y nos ha explicado toda la situación. – explicó Belly. Tras la marcha de Kylie, su padre apareció en la puerta principal minutos después con la intención de ver el estado de la casa que iba a comprar, sólo para encontrarse con que ya no estaba en venta.

Confundido, Julia explicó vagamente todo lo que había ocurrido, y el padre de Kylie al fin fue capaz de dar su versión de la historia. Y entonces todo cuadró.

Kylie le había tenido un cariño especial a la casa de los Fisher desde que era pequeña. Había sido una gran parte de su vida. Entonces, cuándo su padre vio que estaba a la venta, no dudó en comprarla.

Julia le había dicho que los chicos estaban en la universidad y apenas tenían tiempo de visitar Cousins, lo que sumado al reciente fallecimiento de Sussanah, resultaba en que ninguno tenía especial interés en conservarla. O al menos, eso fue lo que le contó la mujer.

Por supuesto, esto era mentira, pero el padre de Kylie estaba emocionado por saber que unos desconocidos no pasarían a ser dueños de un lugar tan especial, si no que esta vez lo serían ellos.

Quién podría decir que todo acabaría tan mal.

— ¿Entonces ya se ha aclarado que yo no tenía nada que ver? – comprobó Kylie, sin atreverse a mirar a nadie a los ojos.

— Sí, y todos sentimos muchísimo lo que ha pasado, de verdad. Conrad está muy mal, quiere hablar contig- – Belly empezó a hablar, pero Taylor inmediatamente la detuvo, sin permitir que la chica defendiera una de las muchas cagadas del mayor de los Fisher. No siempre tenía excusa.

— ¿Qué estás viendo? – preguntó Taylor, mirando con curiosidad la pantalla del ordenador que Kylie tenía en sus manos.

— Al parecer es un vídeo que Sussanah grabó para mí. – contó Kylie, que había pasado los últimos treinta minutos debatiendo si era buena idea descargar el archivo.

— ¿Lo podemos ver? – preguntó Skye, quien pensaba que el vídeo podría ser un momento bonito capaz de despejar toda la tensión acumulada.

— Aún no sé si quiero verlo. – confesó la rubia. No sabía si tenía la valentía suficiente para enfrentarse a lo que quiera que hubiera en ese vídeo.

— No tienes porque verlo. – le dijo Taylor, sin querer obligar a Kylie a hacer nada que no quisiera. — Pero si decides hacerlo, que sepas que estamos aquí para lo que quieras.

UMAMI ; the summer I turned pretty (cam cameron | steven conklin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora