— Eres horrible en esto – confesó Kylie, mostrando al fin su baraja que contenía una pareja de onces y un trío de doces.
— ¿Cómo esperas que te gane a eso? – exclamó Steven, impresionado. Podía jurar que Kylie era la mejor jugadora de poker que había conocido jamás.
— Tienes que saber usar tus cartas – le aseguró Kylie. No sabía cómo ni cuándo había aprendido a ser tan buena, pero deducía que su padre y su obsesión por llevar una baraja de cartas a todos sitios había influido. — Y tener una pizca de suerte.
— Una pena – dijo Steven, recibiendo una mirada curiosa de Kylie, quien no sabía a lo que se estaba refiriendo. — Toda mi suerte la gasté cuando te conocí.
Kylie dejó escapar una sonrisa de derrota. — Mierda.
Hace más o menos una hora, los chicos habían comenzado con un juego inventado por ellos mismos nacido de la incapacidad de irse a dormir de ambos. Consistía en decir frases cursis hasta que el otro no pudiera más. Quién se rendía, perdía, declarando al contrario como ganador.
— Esa ha sido increíble – aportó Steven, orgulloso de su propia ocurrencia.
— Más bien, terrible – expresó Kylie, a quien de verdad le había afectado esa línea. Había sido lamentable con ganas. — Aún así, no lo suficiente como para darte la victoria.
Steven se quejó. De verdad pensaba que con ese cumplido horroroso había asegurado su puesto como ganador.
— ¿Otra partida? – le preguntó Steven, volviendo a mezclar las cartas con rapidez. Para eso sí que tenía habilidad.
— La última – accedió Kylie, mirando la hora en su teléfono. Ya era tarde, y era consciente de que Cameron la esperaba antes de irse a la cama. — Ganarte se vuelve monótono.
— No sabía que ahora te dedicabas a la comedia. – se burló Steven, repartiendo las cartas con los ojos cerrados, para que Kylie se asegurara de que no hiciera trampas -aunque de igual forma las hacía y seguía perdiendo-.
— Puedo dedicarme a lo que sea por ti – contestó Kylie, guiñando un ojo con diversión.
— Flojilla – fue lo único que respondió Steven, a quién no le había impresionado demasiado la frase. — Pero cualquier cosa que digas es perfecta.
— Me está empezando a doler el pecho físicamente. – compartió Kylie, que para este punto de la noche se sentía personalmente atacada con las malditas frases. — Agh, odio decirlo, pero eres demasiado bueno en este juego.
— ¿Te rindes, entonces? – preguntó Steven, con los ojos brillantes de la emoción. Nunca había experimentado aquel mito que era ganarle a Kylie, y se sentiría genial si esa noche fuera la primera vez.
— Nunca – habló Kylie decisiva. Por más que no pudiera aguantar esas frases horribles, no iba a dejarse ganar por nada en este mundo.
Steven miró sus cartas, poniendo la expresión facial más neutral posible. Para su mala suerte, Kylie podía leerlo como un libro abierto. — ¿No tienes nada, verdad?
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UMAMI ; the summer I turned pretty (cam cameron | steven conklin)
FanfictionCousins Beach siempre ha sido un lugar especial para Kylie. El lugar donde pasó los primeros años de su vida. Dónde creció. Donde se formó como persona. Donde experimentó por primera vez lo que era la amistad, así como el amor. El lugar en donde g...