Cousins Beach siempre ha sido un lugar especial para Kylie.
El lugar donde pasó los primeros años de su vida. Dónde creció. Donde se formó como persona. Donde experimentó por primera vez lo que era la amistad, así como el amor.
El lugar en donde g...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Repíteme de nuevo porqué estamos haciendo esto. – se quejó Steven desde el asiento del conductor.
El chico también quería su siesta reparadora al igual que Conrad y Jeremiah, y sin embargo, aquí estaba, en la ventanilla de una hamburguesería esperando obtener su pedido de unas probables veinte hamburguesas.
— Para ayudar a tu amigo a estudiar y que así pueda entrar en Stanford. – le dijo Kylie, abriendo la guantera del vehículo.
— ¿Y las hamburguesas son necesarias en el proceso? – volvió a reprochar Steven, dirigiéndole una mirada fugaz a la rubia. Hasta en los momentos más casuales era la chica más preciosa existente.
— Al parecer forma parte del plan elaborado de Belly, así que no. – contestó Kylie, rebuscando entre los papeles. La menor de los Conklin le había pedido específicamente a la rubia que cumpliera la misión aún con todas las protestas de su hermano, así que eso estaba dispuesta a hacer. — Además, no sé de qué te quejas si me tienes aquí.
— Ahí tienes razón. – coincidió Steven, sin poder evitar sonreír. Aunque todo le estuviera pareciendo un aburrimiento, el simple hecho de estar junto a Kylie alegraba su tarde.
— Cómo siempre. – presumió Kylie, continuando con su tarea de rebuscar entre los papeles de la guantera.
— ¿Qué estás buscando? – preguntó Steven al darse cuenta al fin de lo que parecía estar haciendo la chica.
Kylie al fin alzó la mirada, encontrándose con los bonitos ojos de Steven. — Jere dijo que debía haber un descuento...
— Jeremiah tiene tanta mierda ahí que te llevaría siglos encontrar un papel. – le informó Steven, sabiendo lo desorganizado que era su amigo rubio. Era un aspecto dónde discrepaban.
— Joder. – suspiró Kylie, echándose hacia atrás en su asiento con desesperación. ¿Porque el rubio tenía que ser tan desordenado?
— Por eso soy Team Conrad – mencionó Steven, apartando la mirada sobre Kylie al prevenir su reacción.
Sin embargo, Kylie se limitó a dejar escapar una carcajada inevitable.
— ¿De qué te ríes? – preguntó Steven, al ver que la rubia no lo estaba tomando nada en serio.
— De que estés tan implicado en la vida amorosa de tu hermana. – se burló Kylie sin dejar de reír, y Steven debía admitir que eso había sido un golpe bajo.
— En mi defensa tengo que decir que estoy implicado en la vida amorosa de mi amigo. – se defendió Steven, pero al darse cuenta de lo mal que había sonado, decidió rectificar. — Mejor olvídalo.
— Jelly es un buen nombre. – aportó Kylie, mirando por el retrovisor a Steven en busca de algún signo de negación. — Considerando que normalmente juntar dos nombres da un resultado horrible.
