capítulo 25 | vínculo

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— ¿Conrad? – preguntó Kylie, extrañada de ver al mayor de los Fisher en su puerta

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— ¿Conrad? – preguntó Kylie, extrañada de ver al mayor de los Fisher en su puerta.

— ¿Podemos... hablar? – dijo Conrad evitando la mirada directa de Kylie, avergonzado de adentrarse en sus ojos. Necesitaba a alguien ahora mismo, y la única persona en su cabeza para ello era Kylie.

— Creo que os voy a dejar para que habléis – mencionó su padre, quién había acudido también a la llamada del timbre, confundido puesto no esperaba una visita.

— Entra – le indicó Kylie a Conrad, dejándolo pasar al pasillo principal de su modesto apartamento de motel. — ¿Quieres pasar al patio o-?

— Dónde sea está bien – la interrumpió Conrad, sorprendiendo a Kylie por la urgencia de sus palabras. Parecía muy nervioso, y a juzgar por cómo se movía constantemente, no podía estarse quieto.

— Al patio entonces – contestó Kylie, dirigiéndole una sonrisa tranquilizadora a Conrad, que al parecer funcionó. Esa sonrisa era mágica, y todos los que vivían alrededor de la rubia lo sabían.

Así, Kylie siguió el camino hacia el patio trasero del edificio, donde la chica se sentó en el césped artificial, seguida por Conrad, que no parecía importarle el no tomar distancia.

Kylie abrazó sus rodillas, confusa. No esperaba la compañía de Conrad -y mucho menos a estas horas de la noche-, por ello no sabía cómo manejar la situación. — ¿Y de que querías hablar?

— Perdón, no quiero hablar de nada en particular – se disculpó Conrad, sin él mismo saber porque había conducido treinta minutos en busca de Kylie. No entendía sus propias acciones. — Necesitaba compañía.

Ambos se quedaron en silencio, sin saber lo que decir a continuación. Todo esto era una situación extraña. Conrad y Kylie sólo habían empezado a llevarse bien hace un par de días, pero el chico había aparecido a las tres de la mañana en el motel donde se estaba alojando la chica, por una razón que él mismo aún no había descubierto.

— ¿Y en la fiesta no había suficientes personas? – intentó bromear Kylie, pero al ver la expresión seria en el rostro de su amigo, se dió cuenta de que este no era el momento.

Entonces, se hizo un silencio sepulcral entre ambos. Un silencio que sin duda alguna encogió todos los posibles pensamientos que pudieran tener.

— No es lo mismo estar rodeado de personas y sentir que no tienes a nadie con quién hablar, que estar físicamente sólo pero sabiendo que tú corazón está acompañado. – explicó Conrad, mirando el cielo nocturno con curiosidad. “No es lo mismo estar solo, que sentirse solo”. Y él, tras su pelea con Jeremiah y su discusión con Belly, se sentía solo. — Hoy he sido el primer caso. Y yo sólo necesitaba-

Kylie, al notar cómo a Conrad le estaba costando seguir la estructura de esa frase, le animó a intentar que continuara. — ¿El qué?

— Tu compañía. – respondió Conrad, sin un ápice de duda o inseguridad en su voz. Necesitaba a Kylie, por alguna razón que su corazón aún no tenía la decencia de explicar.

UMAMI ; the summer I turned pretty (cam cameron | steven conklin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora