Pasos de Hambre

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«Dos fueron los equipos enviados; veinte efectivos en total. Iba a ser algo breve, conocíamos la zona, la habíamos estudiado decenas de veces en los mapas holográficos. Misión de extracción y recuperación de dos células de energía iónica altamente volátiles, dijeron. Pfff, debimos imaginar que los de arriba se esconderían sus cosas. De todas maneras usted ya sabe lo que sucedió, me ahorarré los detalles: cumplimos la misión en ese infierno, pero en ningún momento se nos informó que el comandante Ryder también estaba ahí. Si íbamos a ser tres equipos al final, ¿por qué no fuimos todos juntos? Ni idea de lo que ustedes bastardos con trajes elegantes hayan estado planeando, pero independientemente de sus razones, el hecho es que rescatamos a Ryder en cuanto lo vimos salir de aquel hoyo maldito. Pero él no fue lo único que salió de ahí aquella vez, ¿verdad?»

Agente especial Akali Fel, 1ra División de Fantasmas, en una entrevista en la Estación Colonial Chas.
Año 8 del Imperio Galáctico.



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     ―¡Earri, a tu derecha! ―alertó Bo-Katan.

     Su compañera la miró fijamente antes de desviar los ojos hacia el costado; los dientes sangrantes de uno de los seres estaban a pocos centímetros de su rostro listos para morderla, iban a cerrarse cuando una hoja de metal se incrustó de bruces en su cráneo, atravesando el hueso y llegando hasta el pútrido cerebro que hizo un ruido grumoso cuando el cuchillo desalojó la bóveda ósea.

     ―No te duermas ahora ―amonestó Dans. Arrojó el cuerpo putrefacto del ser al piso y  disparó contra otros dos que venían por el corredor adjunto.

     ―Gracias... ―musitó la mandaloriana. Iba a decir algo más, pero la obligación era otra.

     ―¿Cuánto nos falta? ―preguntó lady Kryze.

     ―No dejan de aparecer por todos lados ―se quejó Grabbel―. ¿Están seguros que es el camino más tranquilo?

     ―Sí, lo es ―respondió Earri mirando el mapa holográfico que se proyectaba desde su brazalete―. Sigamos adelante, estamos a dos salas de llegar al área de seguridad. Sellaremos las puertas y continuaremos con menos carga que aquí.

     ―Entonces movámonos de una buena vez ―instó Dans, retrocedió dos pasos y empujó levemente a Grabbel hacia adelante―. Comienzo a escuchar más de esas cosas al final del corredor.

     ―Es curioso cómo las cosas pueden cambiar tan drásticamente ―se quejó Bo-Katan.

     No lo tenía para mal, pero la heredera de los Kryze no tenía ninguna intención de quedarse enredada en algo así, a cada segundo que pasaba se sentía más estresada y ansiosa, no era para nada lo suyo, odió a la República por haberla arrastrado a sus propios problemas... aunque tenía claro que no toda la culpa era del presuntuoso gobierno galáctico. Habían aceptado por la necesidad de llevar a cabo su revolución en contra de Satine, no pararía hasta que Mandalore volviera a ser el glorioso mundo guerrero que fue una vez... pero esto, esto la sobrepasaba con creces.
     Trataba de disimularlo, pero ver esas cosas corriendo, chillando y tambaléandose entre los pasillos, con los ojos huecos, blancos y muertos, mirándola y devorándola sin siquiera tocarle la piel, simplemente la aterraba. Se sentía insegura aun cuando llevaba su armadura de beskar encima. Estaba convencida de que Dans Ryder lo había notado.

     Continuaron de largo por un corredor con pinta de túnel, habían varias placas metálicas de la pared que se habían venido abajo y dejaron expuestas los entramados de cables y tuberías que reocrrían por kilómetros en dos direcciones opuestas, atravesando de punta a punta la instalación. De vez en cuando se encontraban con manchas rojas de sangre aun fresca en el piso, en las paredes y en las cerraduras de las puertas que tenían que abrir con cautela. Earri estaba más que atenta a su frente, ella tenía que sabotear los sistemas y abrir el paso mientras los demás le cuidaban la retaguardia y vigilaban que nada los tomara por sorpresa; el problema era que aquellos seres no solo llegaban por detrás, cabía la posibilidad de que abriera una compuerta desprevenida y se encontrara cara a cara con un rostro carcomido por la enfermedad... si es que realmente era una enfermedad.

Fuego Estelar: A Star Wars Fan History IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora