Krow New, una persona exitosa desde el punto de vista de cualquiera que lo analice. Con una inmensa fortuna respaldando su poder y una gran cantidad de territorios dominados que demostraban su inmensa hambre de expansión. Era alguien que lo había logrado todo en muy poco tiempo, causando así la admiración de cualquier persona que le conociera.
Bebía de una copa su liquido favorito. A muchos podría parecerles excéntricos aquellos gustos a la hora de beber mientras que a otros les parecía interesante dicha combinación que le deleitaba el gusto todas las noches. La bebida estaba compuesta por tres elementos; En su mayoría era el vino "Romanée-Conti Grand Cru" que funcionaba como base para su preparado. Vino que traían de la propia Europa para halagar al millonario.
El segundo componente era ni más ni menos que sangre de algunos animales que se utilizaban para las granjas, como los borregos. Aunque había rumores que afirmaban que en muchas ocasiones empleaba sangre humana para esta combinación.
El tercero pero no menos importante era una pisca de sal, elemento que no solo ayudaba a darle el sabor ideal si no que contaba con propiedades regenerativas para su sistema digestivo.
A esta bebida decidió llamarle "Gondre" En honor al humano que le ayudó a elaborarla un siglo atrás.
Todos los días a las 10:00 pm se sentaba en su lujoso sillón para deleitar un par de copas de este líquido. Le gustaba hacerlo con las cortinas abiertas para apreciar así al cielo y su tenue iluminación ocasionada por algunas estrellas y por la Luna.
Lo hacía recargado completamente, reposando como si el peso de los años ya le cobraran factura. Tenia tres siglos de existir pero su cuerpo lucía como el de un hombre de 30 años. Su fisonomía era la de un preparado atleta que se ejercita todos los días para lograr un cuerpo no solo marcado si no con buen volumen en los músculos. Principalmente los brazos y el pecho que se remarcaban bastante en aquella camisa negra ajustada que los cubría.Su aspecto era bien respaldado por el hermoso rostro que era lo primero en resaltar de él. Su tes morena clara muy lisa y bien cuidada. Su nariz afilada y gruesa que encajaba perfecto en aquel rostro pícaro y atractivo. La barba corta y muy bien cuidada era el complemento ideal para el rostro mostrando así facciones de un hombre interesante y atractivo. Sus ojos no eran la excepción en terrenos de la belleza y la atracción que esta puede generar. De tamaño medio y de color verde, capaces de hipnotizar a cualquiera que decidiera verlos por más de tres segundos sin sentirse apenado e incluso intimidado. Eran como dos grandes espejos que te invitaban a perderse en ellos.
El lugar donde se encontraba hacia un juego perfecto con su personalidad. Una habitación elegante con pintura en las paredes intactas, ni una sola mancha de suciedad o algún rayón. A pesar de su personalidad intensa y en ocasiones impulsiva, sabia cuidar muy bien aquel que para él era un lugar especial.
Había un escritorio muy ordenado donde podían verse solo un par de carpetas y un bolígrafo de tinta negra. El escritorio no lucia mucho ante aquella obscuridad pues era de color gris opacándose aún más en aquel lugar. Junto a este escritorio había un mueble muy alto con algunos adornos lujosos, entre ellos resaltaba un globo terráqueo de oro así como varias figuras de deidades deformes que al mirarlas se perdían entre su espeluznante aspecto, de manera visual las hermosas joyas que custodiaban.
El resto de la habitación solo contaba con un protyector muy similar al que se usa en las escuelas modernas. Lo usaba para reproducir algunos vídeos y para ver la imagen de las cámaras de seguridad.
Su tranquilidad de vio interrumpida por uno de sus asistentes que llamaba a su puerta un poco desesperada.
-¡Señor por favor tiene que atender esto!-Hablaba muy apresurado como si quisiera correr al evento del que daba aviso, pero su jefe no pretendía corresponder al llamado con esa misma velocidad.
-¿Qué sucede Wils?, Estoy descansando.-Su voz era tenue pero imponente al mismo tiempo. Inconfundible para algunos mientras que para otros era un himno.
-Lo sé señor, créame que no me atrevería a interrumpir su descanso si no fuera algo importante.-Wils sabía perfectamente las reglas que su jefe tenía y no se hubiera atrevido a buscarlo si no lo considerara importante.-Es sólo que nadie puede solucionar este problema, solo usted.
-¿Eres consciente que hay nueve divisiones de hombres lobos, todos con un líder y varios representantes de cada división?-Preguntó un poco más molesto y dispuesto a dar un sermón a su noble encargado.
-Soy consciente señor.-Respondió tragando saliva preocupado porque el carácter de su jefe no se saliera de control. Para evitar esto tenía que ser rápido y no darle más rodeos al asunto.-Por ese motivo estoy aquí, la mayoría de los líderes están a punto de pelear entre ellos, una gran rebelión esta comenzando en el gran salón.
-¿Ah sí?-Contestó un poco emocionado y mucho más interesado en el tema. Bebió de una forma muy rápida lo que restaba en su copa y miró fijamente a la puerta desde donde su súbdito se dirigía a él por el otro extremo. La miró tan penetrante como si pudiera ver a Wels claramente detrás de ella. -¿Por qué todos los lobos estarían interesados en romper el régimen de paz, las reglas y por supuesto su seguridad al iniciar este conflicto?
-Mi señor, todo es por una mujer que capturaron.-Wels mantenía ese tono nervioso que ocurre al dar un mensaje importante a un líder con fama de tener un mal temperamento. Esa tensión aumentaba al no poder verlo a su rostro dejando a la imaginación colocar las facciones que ponía.-Todos ellos la reclamaban como suya y nadie está dispuesto a cederla o llegar a un acuerdo.
-¡Maldición!-Se levantó de su cómodo asiento, ajustó su camisa y meditó un poco la situación para salir de ahí. Caminó lentamente pero con cada paso se sentía su perturbadora energía que se colocaba incluso por debajo de la puerta poniendo a Wels al borde de un infarto por la presión.
El jefe de los hombre lobo salió por la puerta abriéndola fuertemente provocando un gran viento que sacudió todo lo que había cerca, incluido a su mensajero.
-Dime Wels, ¿Qué tiene esa mujer de extraordinario para provocar todo esto?-El jefe lobo era más alto que él por lo que tuvo que bajar la mirada para hacer contacto visual, esto perturbó más al mensajero.
-No estoy seguro, solo se que un grupo de nuestras secciones la trajo y de inmediato llegaron todos los demás como si alguien les avisara, quisieron pelear por ella...
-No te estoy preguntando ¿Qué les hace pelear?-Interrumpió fríamente la conversación.-Estoy preguntando ¿Qué tiene esa mujer de especial para que yo salga de mi habitación y vaya hasta allá en mi hora de descanso?
Wels se quedó callado e incluso bajó la mirada, no supo que responder aunque el no hacerlo tampoco era una buena idea para enfrentar al jefe.
-Tu silencio me está diciendo que por un motivo inferior me estás interrumpiendo para que vaya a detener una pelea de lobos. ¿Es eso Wels?
La tensión y nerviosismo estaban al borde del colapso para Wels, había cruzado una línea esperando hacer una buena acción pero le estaba resultando todo lo contrario, nada como el lo esperaba.
-Creo que mantener el balance entre las nueve facciones es algo muy importante para usted.-Decidió hablar aunque seguía sin alzar la mirada.-Todo por lo que usted luchó puede desmoronarse en un momento.
-Oh mi querido Wels me has dado un buen motivo para ir hasta allá y detener esa pelea.-Lo agarró con sus brazos colocándolos en sus hombros sumiendo el cuerpo receptor un par de centímetros.-No puedo permitir que todo mi esfuerzo caiga de esa forma.
Al sentir los fuertes brazos, Wels se sintió paralizado de miedo creyendo que podía morir en ese momento. Cerró los ojos presionándolos fuertemente al igual que sus labios, esto para pedir de manera espiritual que nada le pasara.
Pasaron algunos segundos con los que sintió alivio pues dejó de sentir el peligro y las manos que le habían sometido. Abrió sus ojos girando un poco a su izquierda viendo que su jefe caminaba rumbo al gran salón. Su misión había sido un éxito aunque el precio fue el susto de su vida. Conforme lo veía avanzar entendió que el costo había valido la pena y ahora solo deseaba seguirlo para conocer el desenlace de ese gran evento, claro guardando su distancia de él.
Krof avanzó lentamente por los pasillos de aquella fortaleza, una en la que las mayores defensas eran sus muros y su elevada altura para ingresar. Por otro lado la defensa más mortal que poseía era la infinidad de hombres lobo que habitaban ahí.
Caminaba como si de su casa se tratara y no era para menos pues el había aportado gran cantidad de dinero a lo largo de los años para aquel lugar. Aunque no era el dueño total fungía como tal.
Para llegar al gran salón pasó por dos grandes pasillos que conectaban muchas habitaciones entre si. Llegó a la parte final del pasillo para encontrarse con una entrada secreta la cual se activaba con un botón en el techo. Uno que solo podía ser activado por un ágil individuo que lograra tocarlo para activarlo.
En general todo el lugar tenia un toque obscuro y gótico que te invitaba a caminar con cautela por el. El pasillo final no era la excepción, muy cerca de la bajada secreta habían dos estatuas de gárgolas colocadas como si estas la protegieran. Además de un depresivo decorado en las paredes con colores grises y rostros pintados en cuadros muy expresivos. Aunque era algo difícil de comprender no dejaba de ser elegante.
En cuestión de segundos llegó a la parte baja de la fortaleza, donde estaba muy cerca de la reunión que los demás estaban teniendo. De hecho ya podían oírse los gritos, aullidos y todos los elementos auditivos que componían el escándalo.
Conforme se acercaba, la adrenalina y su instinto de lucha se elevaban al grado de hacerlo babear y convertir sus perdidos ojos en una mirada propia de una beshia salvaje a punto de atacar.
Los gritos que los lobos daban hubieron hecho temer a cualquier ser con sentido del miedo pero para New no era el caso. Por el contrario sentía una gran emoción por llegar a aquella reunión.
El piso retumbaba en todo el nivel por los brincos e intensos movimientos de toda la jauría que infestaba al gran salón. New no dudó en acercarse logrando ver con sus propios ojos el desorden que había.
Decenas de hombres lobos rodeaban todo el lugar amenazandose unos a otros con la intensión de atacar. Eran retenidos por los líderes de las divisiones de los nueve clanes que buscaban arreglar la situación con diálogo. Sus voces se escuchaban cansadas y deseosas de terminar con aquella discusión aunque lo único que quedara como solución fuera un ataque.
Por muy furiosos que todos se sintieran sabían que un ataque de aquella magnitud no convenía a nadie pero el temperamento y el calor que se sentía tentava a hacerlo.
-¡Esa mujer nos pertenece!-Gritaba furioso uno de ellos que ya tenía el pecho descubierto mostrando unos grandes pectorales cubiertos por pelos de color café.-El querer quitarnosla es un acto de guerra.
-No les pertenece solo porque tu lo dices.-Respondió otro que resaltaba en el círculo central. El ya no tenía su rostro humano, estaba completamente transformado en una bestia a la cual solo le restaba convertir su cuerpo para tener cubierta su transformación. -¡Nosotros llegamos primero!
New se fue acercando poco a poco hasta llegar a la primera fila. Los lobos que lo vieron abrieron paso haciéndose a un lado rápidamente respetando la jerarquía del jefe.
-¡Entonces vamos a pelear!-Pidió uno de ellos mostrándole los colmillos a su adversario.
-¡El ganador se va quedar con todo, la mujer y los hombres del perdedor.-El ambiente se puso tenso pero afortunadamente New ya estaba ahí y todos lo habían notado. Abrieron paso y lo miraron.
-Entonces, todos quieren pelear. ¿No es así?-Preguntó mientras analizaba rápidamente la situación, buscando principalmente a la mujer de la que tanto se hablaba, pero no tuvo éxito, solo lograba ver a los lobos y sentir algo muy extraño que nublaba sus sentidos.
-Gran jefe, es una sorpresa verlo aquí.-Se dirigió a él uno de los furiosos hombres lobo.-Esta mujer la encontramos en nuestro territorio, es nuestro botín pero todos ellos la quieren reclamar.
New por fin pudo ver a la mujer de la que hablaba pero no pudo analizarla del todo pues quedó mareado incluso antes de poder mirarla a los ojos.
-¿Qué pasa?-Se preguntó en voz baja intentando mirar a aquella mujer. Le costó mucho trabajo hacerlo y sintió como la adrenalina que segundos antes lo inundó se desvanecía poco a poco dejando en su lugar un profundo interés por ella.
-¿Por qué todos tienen interés en esta mujer?-Trataba de disimular lo mareado mientras se acercaba aún más a ella. Decir lo que le estaba pasando era sinónimo de mostrar debilidad e incluso que era vulnerable y un líder alfa no debía hacerlo.
Nadie le respondió o al menos sus oídos y mente no prestaron atención. Lo único a lo que mostró interés fue a los grandes y hermosos ojos de color azul que poseía esa mujer. Tenían un brillo único que les hacía compararse con un par de joyas.
New se acercó para tomarla del brazo. Su intención era alzar la voz y exhibirla ante los lobos para solucionar el problema pero al tocarla vinieron a su mente varias imágenes como si de premoniciones se trataran. Imágenes que no pudo comprender del todo.
Después de unos momentos la soltó muy nervioso y notó que el mareo había pasado.
-¿Qué fue eso?-Preguntó aún más intrigado y sintiendo que había recuperado todo su poder.
-Lo que viste fue el futuro.-La mujer le habló por primera vez, lo hizo con voz dulce y muy calmada. -Pudiste verlo gracias a mi collar. Esta joya es la que tus súbditos desean en verdad y no a mi.-Mostró un hermoso collar al cual no se le podía distinguir alguna forma pues brillaba demasiado.-Yo poseo el collar de "Media Luna"
New había escuchado acerca del collar antes. Estaba completamente recuperado e igual de interesado por el objeto como todos los ahí presentes, así que resolvió el problema imponiéndo su autoridad.
-¡Esta mujer pasará a mi propiedad mientras logramos encontrar una solución, váyanse ahora mismo todos y vengan mañana cuando se oculte el sol para tomar una decisión!
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Luna del destino
ParanormalUn imperio de hombres lobo manejado por un multimillonario llamado Krow New, el máximo representante de la hermandad. Se enfrentará a muchas situaciones para salvar a su especie... el principal problema; enamorarse de una joven bruja