Los refuerzos llegan

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La luz se dispersó poco a poco dejando más curiosos que cegados a todos por saber si había funcionado el amuleto.

Al poder ir recuperando la visión se dieron cuenta que no, la puerta seguía intacta. Solo había un pequeño rasguño donde se impactó.

Las enormes puertas eran de color azul claro, como de 20 metros de alto. Tan gruesas que nada parecía afectarles. Estaban tapando la entrada en lo que parecía una gran fortaleza de tierra y piedras, igual de impenetrables como sus puertas. Si decidieran abrirse camino por ahí, necesitarían cavar por horas.

Las puertas tenían grabadas varios símbolos, algunos conocidos para ellos mientras que la gran mayoría eran desconocidos. Los que pudieron reconocer eran los que representan a la luna, al sol, runas mágicas, entre otras cosas.

—¿Ahora que hacemos? —Preguntó Ulu al ver que no había funcionado tampoco.

—Tal vez estamos haciendo mal. —Dijo Krow pensativo. —Probemos atacar todos al mismo tiempo.

Esta idea les agradó a todos, no tenían nada más que perder y no podían rendirse sin intentar todo.

Se colocaron nuevamente en línea, los lobos por delante y los hechiceros por detrás. La puerta estaba tan grande que había espacio de sobra para hacerlo.

Lanzaron un ataque tan poderoso que al golpear la puerta de sintió un estruendo en general en toda la montaña. 

Salieron repelidos por el mismo impacto que habían generado todo el equipo. Rodaron, volaron y fueron lanzados muy lejos de ahí. 

Se levantaron para saber si había funcionado pero nuevamente se desilusionaron. Aunque esta vez si se notaba el daño de manera muy ligera, no fue suficiente para pensar que serviría para abrir la puerta.

—Podemos tardar días intentando abrir esa puerta. —Dijo Krater un poco molesto por el fracaso. —¿Qué más podemos hacer? Es un callejón sin salida. 

—Tenemos que pensar en otra cosa. Ilian tu eres la que más sabe de esto. ¿Se te ocurre algo? 

—No lo sé. —Respondió ella pensando en alguna solución. —Debe haber algún hechizo que sirva como barrera o fuente energética. Pero es muy poderoso para que ni nuestros ataques combinados puedan funcionar.

—Entonces vamos a repartirnos por todo el terreno buscando esa posible fuente de poder. —Krow estaba muy acelerado, la presión jugaba en su contra y no se daría el lujo de rendirse.

Cuando estaban a punto de esparcirse siguiendo las instrucciones de Krow. Escucharon algo que les hizo detenerse. Era un aullido muy agudo que provenía del lago oeste y que se acercaba a ellos. 

Se detuvieron para analizar ese aullido, no era ninguno que conocieran así que no podían entender el mensaje. Solo se percataron que era más de uno el que lo generaba.

El equipo se volvió a juntar para mirar a los seres que hacían ese sonido y que pronto llegaron con ellos.

Entre los árboles se vieron tres enormes figuras de color negro que se desplazaban dando grandes saltos entre ellos. Conforme se acercaron estaba claro, eran los tres sangre negra que habían llegado.

—¡Son ellos, cumplieron! —Dijo Ilian emocionada, —Ahora podremos hacerle frente a mi maestro.

—Espera Ilian, no te adelantes. —La detuvo Krow tomándola del brazo cuando ella iba caminar hacia ellos. —No podemos bajar la guardia, primero necesitamos saber que son de fiar.

La bruja le hizo caso y se esperó hasta que ellos llegaron y se frenaron para hablar. 

De los tres, la loba con la que habían tenido contacto antes fue la que se acercó a ellos. Dió dos pasos hacia adelante y comenzó a oler a todos.

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