Interrumpidos por una venganza

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La noche avanzaba así como la frustración de Krow, al no recibir las respuestas que buscaba se puso tenso.

La bruja, quien sabia que no tenía tiempo para seguir con ese ritmo y con esas interrupciones, trató de imponerse colocándose de frente al él, lanzándole un hechizo.

—¡Espíritu, te ordeno que me digas por qué tenías ese collar!—Sus palabras las acompañó al poner su mano derecha en la frente de aquel espíritu. De ella liberó una energía color verde con la que intentaba someterlo. 

El aura que de hizo en el lugar fue tan fuerte que levantó el polvo que había acumulado.—Eres un sirviente de mi poder, respóndeme.

—Basta bruja, déjame en paz. -Suplicó mientras se retorcía por el aparente dolor.—Èl me lo dió… él me lo dió.

La bruja no se detuvo a pesar de las súplicas. Aumentó más su poder para someterlo completamente. 

—¿Dónde está el hermano New? Lo estamos buscando.

—Yo no sé donde está.—Su voz era acompañada del verdadero dolor. —La última vez que lo vi fue cuando me dió el collar.

—¡Estupideces!—Krow interrumpió el interrogatorio.—No se pudo haber desecho de él así como así. Lo robaste de su cadáver seguramente. 

Se vieron interrumpidos, ahora por un fuerte aullido que venía del fondo. Tanto la bruja como el hombre lobo miraron sorprendidos para intentar ver quien lo hacía.

El aullido sonó nuevamente, lo que les hizo avanzar para poner fija su atención en aquella obscuridad que ocultaba al dueño del siniestro sonido.

Conforme se acercaban pudieron notar una sombra que intuyeron, pertenecía al ser que hizo el aullido. Para Krow fue más fácil identificarlo, pues su visión era muy superior.

Al notar de quien se trataba, convirtió parte de su rostro en un feroz lobo deseoso de atacar. Su boca lanzaba un gruñido que es muy común para ponerse en guardia y amenazar a otro ser. 

La bruja lo miró en esta posición de ataque y dejó de avanzar para sentirse más refugiada, sabía que nada bueno podría venir aunque no entendía el por qué esa agresión tan latente. 

—¿Qué sucede?—Preguntó ella muy desconcertada.—¿Quién es él?

—Alguien que merece ser destazado por mi.—Dijo poniéndose en posición de guardia, dando algunos círculos encorvando su cuerpo.

—No debemos meternos con los espíritus de este lugar.—La bruja intentaba calmarlo.—Y menos si no lo hemos invocado nosotros, puede traernos serios problemas. 

—No te preocupes, él no es un espíritu.—Comenzó a caminar al frente de una manera más rápida.—Puedo sentir su olor traidor y su sucia sangre corriendo por un cuerpo vivo.

—¿Cómo dices?, ¿quién es?

Sus preguntas no pudieron ser respondidas con palabras. Esperó y miró como Krow corrió hacia la dirección de aquella sombra transformándose en mitad lobo, dispuesto a atacar sin piedad.

Corrió tan rápido que en cuestión de segundos llegó a una distancia suficiente para lanzarse al ataque. 

No fue el único que lo hizo, el dueño de aquella sombra hizo lo mismo, lanzándose con la misma furia. Llegó a una distancia donde las sombras no lo ocultaban, dejando ver su naturaleza. 

Su cuerpo eran tan similar al de Krow, solo que este, ya estaba completamente transformado en lobo. Se veía muy diferente al líder del Klan que enfrentó en su oficina hacia unas horas. Este hombre lobo se veía mucho más imponente y grande. Tenia un cuerpo tan magnífico que Eska nunca había podido presenciar. 

Quedó muy impresionada al ver algo tan grande y poderoso. Esta impresión creció al ver como se impactaba al cuerpo de Krow, luchando ferozmente contra el.

A pesar de ser muy similares, el pelaje del hasta entonces hombre lobo desconocido, era más obscuro con un tono gris muy brillante y hermoso. A diferencia del de Krow que tenía un tono verde obscuro igual de brillante. Este último se veía más pequeño y delgado, esto se debía a que el solo se había transformado a la mitad, dejando ver partes humanas aún visibles en su cuerpo. 

Esto habría sido una desventaja para cualquier otro, pero Krow tenia mucha experiencia en combate, usando esta característica como una ventaja. Se movía más rápido y debido a su tamaño podía evadir a su rival provocando un desequilibrio. 

El combate era muy espectacular y no había alguien por el cual inclinarse, estaba muy parejo el enfrentamiento. La agresividad que mostraba el rival de Krow era muy notoria, todos sus golpes los daba con la intención de aplastar lo que se encontrará, con una fuerza tan grande que abría el suelo donde golpeaba. 

Sus pectorales se marcaban a cada instante que estos golpes ocurrían, dejando ver una musculatura impresionante. Sus ojos, marcados con la ira y la locura, brillaban como dos joyas detrás de una vitrina. Eran tan llamativos que podrías perderte en ellos mientras fueras devorado y no sentir más que admiración por ver a una criatura así.

Krow también tenía lo suyo, su abdomen estaba completamente descubierto. Se veía delgado y muy marcado, con las venas resaltando cada parte de él. Su sangre corría tan excitada que podría recorrer su cuerpo a una velocidad inusual. Sus ojos no habían cambiado mucho, podría verse en ellos, la mirada egocéntrica, divertida e intelectual del hombre que los poseía.

Se movía tan rápido pero con la misma letalidad en sus golpes como su adversario. Intentaba buscar un punto para asestar un golpe definitivo, pero no pudo hacerlo. Su rival había esquivado todos.

El conflicto tuvo una ligera pausa, cuando ambos se dieron un golpe mutuamente quedando en el suelo sin levantarse para continuar. 

—Eres y seguirás siendo un traidor. —Krow comenzaba a hablarle desde su posición.

—Los únicos traidores son los de tu clan, traidores a la naturaleza y a lo que somos realmente.—Le respondió con mucho coraje en sus palabras.—Ustedes son unos estúpidos que cambiaron su naturaleza por una forma más sofisticada para vivir. Cobardes de ciudad buscando la aprobación de los humanos. ¡Yo sigo el verdadero camino!

—Solo eres un ignorante Krater New, un simple traidor.

Luna del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora