La decisión

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El combate había terminado dejando un claro vencedor. Hasta este momento, la joven bruja se atrevió a participar para dirigirse al líder que había derrotado a su ex seguidor.

—Eres tan fuerte y poderoso como dicen los rumores,—Se dirigía a él mientras se levantaba para caminar hacia el centro de la habitación, justo donde estaba el cadáver del hombre lobo.—Espero que esto te haya bastado para creer en mis palabras y entender que las premoniciones que te digo no fallan. 

—Para nada, esto me hace desconfiar más de ti.—Respondió Krow terminando con la confianza de la bruja. 

—¿Cómo dices?—Estaba desconcertada, nunca imaginó que sus pruebas no bastarán, era su as bajo la manga para ganarse la confianza del hombre lobo.

—Este ataque no demuestra una predicción de tu parte.—Krow se arreglaba la camisa, justo en la parte del cuello. Al terminar el combate, debía ponerse presentable físicamente como era su costumbre. —Pudiste hechizarlo para que me atacara y soltarte ese cuento de la predicción. ¿Crees que soy tonto?

La joven bruja se quedó callada, le estaban dando nuevos argumentos y aunque era sincera, no sabía cómo refutar la desconfianza de su anfitrión. 

—Desconozco el motivo por el que tu grupo de brujas te enviaron aquí, pero de nada te servirán esos trucos baratos.—Le dió la espalda y caminó lentamente hacia lo que quedaba de su escritorio.—Te daré la última oportunidad para que me expliques ¿Qué haces realmente aquí? Si te empeñas en mentir, serás sentenciada. 

—Mis palabras no lograrán convencerte, espero que mis acciones lo hagan.

—¿Qué tipo de acciones harás?—La intriga cruzó por su ser al no entender de que sería capaz la bruja. Estaba claro que no se podía fiar ni bajar la guardia un solo momento. 

—Salgamos de aquí, te llevaré a un lugar donde podrás ver que no miento.—Todas sus esperanzas estaban puestas en ganar esa alianza, así que tenía que intentar todo para lograrlo.

—¿A dónde iremos exactamente? 

—A las cavernas Jiufo.—Dijo ella muy seria.

—¿Por qué iría yo a ese lugar maldito?—Krow conocía todos los lugares místicos, sabía sus virtudes así como los maleficios que le podrían esperar.

—No me diga, mi querido líder. ¿Qué, usted tiene miedo de ese lugar?—Intentaba restarle, dándole en su ego con esas palabras. 

—No tengo miedo.—Se sentó en la silla predilecta que estaba en su habitación. Había quedado intacta gracias a que la bruja la protegió mientras miró la pelea.—Ese lugar es nefasto, mal olor y no tiene nada de utilidad para mí.

—Ahí descansan los restos de muchos en tu clan.—Continuaba su labor de convencimiento. 

—Esos lobos nunca pertenecieron a los nueve clanes, trabajaban por su cuenta y ese destino se lo buscaron. 

—Sus restos nos pueden servir para mostrarte que no miento.—La bruja tomó nuevamente su amuleto.—Esas almas no descansan en paz porque fueron abandonadas por tu linaje y no recibieron una sepultura adecuada.

—No puedo hacer nada por ellos.

—No te estoy pidiendo que hagas algo por los muertos, te estoy pidiendo que hagas algo por los vivos.—Se acercó para hablarle y así utilizar su postura como argumento.—Te estoy pidiendo que vayamos allá y utilicemos los restos de esos caídos para que puedas ver más allá.

—Más trucos baratos, eres muy insistente.—Su orgullo y disposición de ayudar, no estaban sincronizadas. -Tengo un problema mayor aquí, acabo de perder a uno de mis más leales seguidores, representante de un clan y todo porque me quiso atacar. Esos si son problemas reales.

—No sabes nada respecto a un problema real.—Estuvo dispuesta a jugar su última carta.—En ese cementerio descansa tu hermano mayor, ese del que has omitido contar a tus clanes.

Al escuchar estas palabras, Krow se encendió mucho, el fuego en su mirada se desbordaba a tal grado que podría incendiar solo con ver. Le acababan de dar un dato que no solo había ocultado sino que deseaba borrar incluso de su mente.

—No sé de que estás hablando. Yo no tengo hermanos.—Trató de evadir pero se olvidó de cambiar su expresión, esa que le delataba.

—Yo no soy parte de tus clanes, a mi no me debes mentir... Ni siquiera me interesa tu familia o pasado, me importa lo que esta por venir.

—Y sacar ese tema, ¿En qué ayuda a tu futuro?

—Simplemente me ayudará a que me creas.

Krow bajó la mirada por primera vez, era una acción que casi nunca hacía y menos enfrente de otro ser. Estaba muy pensativo y la idea de visitar un cementerio para recordar a su hermano, le hacía mucho ruido en la mente. 

En el fondo creía lo que la hechicera le decía, era más el temor por como enfrentar lo que estaba por venir, lo que le había mantener esa actitud dura y opaca. 

Desde joven luchó y soñó por ver a los hombres lobo unificados, un sueño que había cumplido convirtiéndose en el líder supremo. Pensar en la idea de una insurrección o peor aún, no tener la fuerza para detener la amenaza, le daba mucho dolor de cabeza.

—Está bien, iré contigo.—Estaba convencido que algo tenía que hacer y cualquier cosa era mejor a sentarse y esperar lo peor.—Espero estés lista pues nos iremos en este mismo momento. 

—Si, estoy lista.—Mostró una ligera sonrisa de satisfacción por dar un paso más hacia su misión. —Podemos irnos en cuanto lo indiques.

—Antes de irnos, llamaré a un par de seguidores. No puedo permitir que el cuerpo de Kranter quede aquí tirado.—Lo miró fijamente pidiendo por su alma y compareciendo su tiempo de conocerlo.—Aunque es un traidor, permitiré que tenga una sepultura digna y pueda ir con el creador. Aún no estoy seguro que actuara por su voluntad. 

—Respeto tu decisión y la apoyo.—Dijo ella acercándose al cadáver, tratando de mostrar apoyo. —Yo no vine a destruir tu circulo. Por el contrario, vine a salvarlo. Debemos entender que hay situaciones que se salen de nuestro control. Lo que rige a este mundo, es mucho más grande que nosotros.

Luna del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora