Final. Sueños y realidades

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El sol había brillado de manera maravillosa en todo el día. Sus rayos habían nutrido a las plantas y árboles que rodeaban la ciudad donde los nueve clanes habían habitado por años. Ciudad que estaba al borde de una celebración, la más importante de todos los tiempo.

Se festejaba la boda de New Krow, líder de los nueve clanes y alfa de todos los hombres lobo. Con Ilian Morte, bruja ejemplar y salvadora de su pueblo.

Esta unión era un evento tan esperado por todos pues con ella se celebraría no solo la unión de estos dos, si no también el enlace entre las brujas y los hombres lobo. Una unión que marcaría aún más la paz y el crecimiento para ambos.

Pero esto no era todo lo que la boda representaba. También era un festejo por la victoria reciente contra todos los enemigos salvándose así de la destrucción.

Los invitados estaban anciosos por probar el banquete que se había preparado. Cientos de humanos habían sido reclutados por todo el mundo para que prepararan su deliciosa comida para ese día. Había tanta variedad que era difícil no quererlo probar todo y subir algunos kilos en ese día.

El multimillonario y sus seguidores los cuales también habían formado una gran riqueza, no escatimaron en gastos para llevar los mejores lujos ahí.

Desde una enormes piscinas que mandaron a instalar por toda la ciudad. Hasta pantallas gigantes puestas en los más altos edificios para que todos pudieran ver el evento principal.

Estatuas de oro, autos lujos, iluminación para decorar la ciudad aprovechando el cielo nocturno. Todo lo que alguien se pudiera imaginar estaba ahí para esa gran noche.

Habían elegido ese horario pues querían que la hermosa luna fuera una invitada. Esta no decepcionó pues desde que se alejaba su compañero el sol, ella deleitó el espacio con su hermosura. Eligió el traje de luna nueva. Las más blanca y preciosa para los ojos de todos.

Las calles eran una verdadera locura, bebían y bailaban sin parar y no era para menos pues había muchas cosas que celebrar.

Krow aguardaba en el hermoso jardín detrás de las oficinas centrales. Ese era el lugar que se había elegido para la ceremonia, aquella que uniría a estas dos almas.

El traje que había elegido para ese día era uno totalmente nuevo y de un diseñador que trabajó sin parar para terminarlo. Era azul marino, liso y de una tela tan hermosa que parecía no dejaba de brillar. Debajo del saco, eligió una camisa de color blanca que era decorada por una fina corbata plateada. Cabe mencionar que era el hombre más guapo con presencia en la ciudad.

Su barba la había dejado, solo la recortó para que se veía perfecta. El peinado que eligió fue acomodarlo hacía atrás dejando ver las sexis marcas en su frente. Un hombre maduro, experimentado y elegante.

Estaba de pie junto al altar rodeado de cientos de invitados que esperaban la llegada de su prometida.

Delante de él estaban los altos brujos del consejo quienes eran los más calificados para dicha ceremonia. Habían abandonado su característica túnica roja por una de color dorado, se usaba para atraer la buena energía en esta ocasión especial.

El nerviosismo en Krow era evidente, ni los feroces hombres lobo se salvaban de esa sensación en su boda. La incertidumbre de algunas preguntas con la que la mente molestaba en esos momentos. ¿Llegará?, ¿Me dejará aquí plantado?, ¿Saldrá todo bien?

Esas preguntas eran la muerte en momentos como esos en los que solo se tenía que esperar a que alguien más resolviera la situación.

Las personas alrededor de Krow eran sus generales, quién aún no habían decidido quien sería el nuevo alfa, así que todos juntos debían dar la bendición y fortaleza para los recién casados. Todos estaban vestidos con un traje color miel, color que usaba el líder generalmente. Se veían muy guapos y formidos. Todos en línea para el evento.

Luna del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora