La luz que emitía el amuleto que portaba Krow era demasiada, incluso más que Ilian hacía magia a través de él.
Los más cercanos quedaron cegados por la luz mientras que todos los demás quedaron sorprendidos. Krow era el más de todos ellos pues estaba comprobando que ese amuleto si había hecho contacto con él y eso afirmaba que su hermano no le mintió.
Se asustó un poco con esa luz así que quitó las manos para que este dejara de funcionar.
Miró a todos sus compañeros e intentó buscar apoyo con su amada. Esta lo miraba un tanto orgullosa por aquel logró.
Dejándose llevar por su instinto, Krow tocó nuevamente el amuleto y lanzo a través de él un destello mágico que se estrelló con la pared más cerca ocasionando daños leves. Este destello era algo similar a los que había visto en brujos al atacar, como su prometida.
—¿Cómo es posible esto? —Le preguntó a Ilian pues de todos los ahí reunidos, ella era la que más le daba apoyo.
—La única explicación que yo puedo darte es corroborar lo que tu hermano dijo. —Ilian se veía un poco confundida por está situación y trataba de ser lo más clara posible. —Debe existir sangre mágica dentro de ustedes, por esa razón pueden usar los amuletos.
—¿Cómo va haber sangre mágica en nosotros? —Preguntó ahora mucho más curioso.
—Le estás preguntando a la persona incorrecta, solo puedo darte suposiciones. —Ilian se giró para señalar a Krater quien aún tenía su sonrisa. —El te puede decir todo, creo.
Krow meditó el asunto brevemente, sabía que no podía seguir evadiendo a su hermano y que escucharlo sería la mejor opción.
—Dime Krater, ¿Qué carajo sabes? —No quiso eliminar ni un momento su soberbia, trataba a su hermano como un sirviente el cual solo cumpliría sus caprichos.
—Primero, ya que demostré que tengo información valiosa quiero negociar. —Su voz era la de alguien cansado pero tenía la intención de disfrazarlo. —Quiero garantías que saldré de aquí. Yo no sabía que estaba siendo utilizado por esos brujos estúpidos. Segundo...
—No digas estupideces Krater. —Interrumpió un poco irritado Teo, líder del primer clan. —Eras perfectamente consciente de lo que pasaba, tu mismo lo dijiste, estabas buscando venganza.
—Fuí engañado, Daimon hizo un hechizo en mi que aumentó mi rabia e ira. —Se mantuvo firme en su decisión. Sabía que hacerse la víctima era una gran estrategia y pidiendo perdón tal vez podría salir vivo de ahí. —Sin contar que ese brujo plateado nos engañó a todos ¿No?
—Di lo que tengas que decir, no te vas a salvar pero tu alma podrá descansar. —Krow seguía frío y calculador.
—Hermano no estás siendo un buen negociador. —Se trababa su voz, la posición no le ayudaba. Incluso comenzaba a toser, lo que aumentó más el drama. —Te dije que engañaron, en todo caso la persona que lo sabía está ahí, apunto de casarse contigo. ¡Qué injusticias ocurren!
El sarcasmo de Krater y su drama por conseguir un beneficio habían funcionado como lo planeó. Ilian se sintió muy incómoda y Krow mucho más pues sabía que tenía razón en eso. Además estaban todos los generales y de alguna forma la tenía que defender.
—Y ella con esa información supo protegernos, es la heroína de la guerra. —Aunque por ella sentía mucho orgullo, se sintió un poco inseguro de aquellas palabras. —Su lealtad no está en juego, la tuya si Krater.
—Está en juego porque no confían en mi, no tengo esos dones seductores como ella así que tengo que buscar mi honor de otro modo.
—Basta ya Krater. ¿Qué quieres? —Ilian se metió en la conversación muy molesta. —Lo que ofreces no es de importancia, yo misma puedo enseñar a Krow a usar su amuleto.
—¿Mi amuleto? —Preguntó el desconcertado por aquella afirmación.
—¡Claro! —Le respondió ella muy emocionada. —El amuleto que usaba Krater tú lo puedes usar, debes ser el portador del amuleto de luna llena.
—Yo no quiero usarlo y aunque el mundo dependiera de eso, aún faltan portadores para los otros dos amuletos. —Sudó un poco imaginándose al usar esa magia, aunque su mente se había abierto, no se sentía listo para ello. —Sigo pensando que debemos usar otro plan.
—Yo estoy aquí hermano y se usar el amuleto. —Krater se quería meter en los pensamientos de su hermano de una u otra forma. —Sabes que es la estrategia perfecta. Nosotros tres más dos sangre negra usando los amuletos. Será el poder perfecto contra ese brujo.
—Si me permiten, aún no sabemos si los sangre negra son de confiar. —Interrumpió Wil la conversación. —Yo estoy de acuerdo con él líder Krow, debemos buscar otra opción.
—¿Cuál sería ese otro plan? —Agregó Teo a las incógnitas. —No estoy diciendo que el plan de este traidor sea bueno pero no tenemos opciones, por ahí debemos empezar.
—Yo no conozco otro plan más que ese, los amuletos de luna juntos tienen un poder capaz de detener a mi maestro.
—Suena a que es un ser muy poderoso. ¿Puede existir algo así?
—Es el creador de tus poderes hombre lobo. Tu mismo puedes responderte.
—Regresemos al punto. —Interrumpió Ruf. —Habiamos quedado en ir por esos amuletos, son un arma poderosa, si los usamos o no, no importa. Es mejor tenerlos nosotros a el enemigo.
—Tienes razón Ruf. —Dijo Krow tomando el mando. —Pero tenemos que aprender a usarlos, felicidades hermanito, tendrás un propósito antes de morir.
—¿Qué estás diciendo Krow? —Preguntó Ilian confundida por ese nuevo cambio.
—Los generales irán por los dos amuletos restantes, no puedo quedarme sin hacer nada, aprender a usarlo será una gran inversión.
ESTÁS LEYENDO
Luna del destino
ParanormalUn imperio de hombres lobo manejado por un multimillonario llamado Krow New, el máximo representante de la hermandad. Se enfrentará a muchas situaciones para salvar a su especie... el principal problema; enamorarse de una joven bruja