Victoria asegurada

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El momento se estaba mostrando en gran tensión y el destino gritaba que era el momento para que los lobos se alzaran con la victoria.

El combate se podía ver y vivir muy intenso, los líderes de los nueve clanes estaban dándolo todo buscando crear la oportunidad para que Ilian matará a sus enemigos.

La ciudad estaba casi en su totalidad devastada, ruinas, fuego, crisis y mucho caos. Se mantenía la esperanza pues gran parte de los nueve clanes seguían en pie y la fortaleza de aquel territorio no estaba destruida.

Los segundos pasaron y la joven bruja salvadora estaba lista. Había reunido la energía suficiente para lanzarla hacía sus enemigos, solo quedaba buscar esa ventana por la cuál lanzar el veneno a través de los lobos.

—¡Listo, háganse a un lado! —Gritó la hechicera mientras se esforzaba por retener la energía hasta que se qiitaran de su camino.

Los lobos, cansados hicieron caso a este grito y se retiraron de ahí inmediatamente. El campo había quedado libre para que enfocara su hechizo. Al verlo, lanzó su hechizo sin dudar, este fue como una gran estela de luz, aquellas que de visualizan en el cielo en un buen día de suerte. Era calurosa y sobretodo muy rápida, fue imposible para el primer demonio que la recibió quitarse o evitarla. 

El impacto entró de lleno, todos miraron ansiosos que esa estela atravesara la piel del demonio. La ansiedad que esto provocó, corrompió a todos los presentes que con todas sus fuerzas pedían que funcionara.

El efecto fue el deseado, poco a poco los espectadores notaron como la estela se incrustaba en la piel del demonio provocándole un gran dolor. Entró por su pecho y a los pocos segundos ya estaba totalmente en su interior.

El veneno comenzó hacer su trabajo debilitando en primera instancia al demonio, el cual cayó hacía atrás provocando un gran temblor al hacerlo. Los efectos fueron muy similares al de los primeros en caer, su piel cambió de color, su fuerza se perdió y si agonía fue muy elevada. Al poco tiempo quedó inconciente y su cuerpo se convirtió en polvo, habían logrado matar al tercer demonio.

El enemigo que restaba sintió mucha desesperación y por primera vez desde que apareció gritó unas palabras con un tono de desesperación. —Brujo debes cumplir, brujo cumple tus palabras. —Su voz retumbó con un gran eco en el cielo. El demonio comenzó a retroceder pues el brujo al que se refería no fue a su rescate. La ira no fue importante en ese momento, se sentía vencido aún sin estarlo en ese momento.

Esto facilitó más las cosas para el bando se los nueve clanes pues corrieron para lanzar sus ataques casi sin oposición. Ilian por su parte se volvió a concentrar para reunir más energía y así poner fin al último demonio en pie.

La misión de los generales ahora había cambiado, lo que tenían que hacer era evitar que el demonio se fuera de ahí, este ya ni se esforzaba en defenderse así que los ataques eran más sencillos aunque no le provocaban daño.

Nuevamente el amuleto de Ilian comenzó a brillar, la energía llegaba a ella como el oxígeno a los pulmones. El demonio corría destruyendo las pocas instalaciones que aún quedaban en pie. Los líderes incluido Krow, intentaron detener esto usando toda su fuerza para tirarlo. Lo sujetaron de los pies y con su gran musculatura pudieron lograr su hazaña.

El demonio calló al suelo, está vez también provocó un ligero temblor pues su masa muscular era muy abundante.

Quedó incapacitado en ese momento, tanto por la forma en la que estaba como por el miedo que sentía. Los líderes solo lo rodearon pues no podían hacer más, el veneno lo tenía Ilian y estaba a punto de lanzarlo nuevamente hacía el.

Siguió el mismo procedimiento, retuvo la energía en sus manos hasta que la lanzó en forma de otra estela que recorrió la ciudad hasta llegar al cuerpo del demonio quien ya estaba sufriendo desde antes, ese golpe solo sirvió para aumentar su agonía.

Luna del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora