¿Una Red?

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Capítulo 16

A la mañana siguiente sentí el abrazador olor del perfume de Bryce ¿Se había quedado a dormir aquí? Pensé que se iría en cuanto me durmiera.

Abrí los ojos y lo primero que noto es que el chaleco y la camisa de Bryce estaban tiradas en el suelo...

¡Cielos y centellas! ¿Acaso esta sin camisa?

Me levanto de la cama sin mirarlo, tapando mis ojos para no ver su abdomen, o bueno, ya había visto el de su hermano, pero ese no es el caso, me fui corriendo de puntitas al sanitario para que no me oyera, pero sin embargo...

—Buenos días mi rosita —escucho que habla y no me atrevo a mirar atrás, porque ya imagino cómo ha de estar.

—Hola Bryce —levanto mi mano saludándolo, y corro hasta el baño.

—¿Por qué demonios no...? —no dejo que siquiera termine y me voy al bañador poniéndole seguro a la puerta.

Me quito la ropa rápidamente antes de meterme a la bañera, pero de repente me doy cuenta a través de mi espejo, que no llevo puesta la peluca, y que mi cabello liso y rojizo llega más arriba de mi trasero, en verdad jamás me había tomado la molestia de verlo de cerca, aunque... estaba emocionada por verlo nuevamente enrulado, lleno de las hermosas ondas que se forman en él.

Pero mi cabello no es lo único que miro en el espejo, sino también lo lastimado que esta mi cuerpo, los moretones que se marcan en mi piel pálida, mis ojos estaban completamente hinchados de tanto llorar, mi semblante era triste y había cierta herida en mi mejilla que me ardía levemente, verme así, completamente destruida hace que caiga de rodillas abrazándome a mí misma y empiezo a llorar de desesperación.

De pronto frente al espejo no me veo a mí misma, recuerdo a una pequeña niña que está en mí mismo estado, tocaba su cuerpo y gemía de dolor cada vez que rosaba algún golpe. Y ahí lo comprendí, esa niña era yo. Lo que me hace pensar que no es la primera vez que mi cuerpo esta en este estado, de pequeña también sufrí...

¿Por qué? ¿Qué hice mal? Solo era una niña, no merecía esto ¿Por qué Rouse si y yo no? ¿Acaso somos gemelas y por eso nos parecemos tanto? ¿Vera es mi madre? ¿Por qué me abandono? ¿Por qué me dejo? ¿Con quién? ¿Y porque llevo el mismo apellido que Hugo, Helen y Henri?

Me levanto y me sumerjo en el agua recordando que así inicio todo, en el agua... y sin duda este era mi lugar seguro y donde de verdad me olvidaba de mis problemas...

Luego de casi una hora aquí, me dispongo a salir de cuarto de baño, rogando que Bryce se haya ido y efectivamente, no estaba en la habitación.

Di un largo suspiro de alivio y aseguré la puerta para que no entrara y después de cambiarme y ponerme ropa decente.

Bryce menciono que hoy saldríamos, no tengo ni la menor idea de dónde, pero, espero que sea el lugar correcto para encontrar la verdad.

Vestida me dirijo al comedor y me hallo a la abuela interrogando a Bryce quien al verme me mira con cara de "Sálvame ahora" me sonrío al verlo y me acomodo en una silla frente a él, y viendo mi platillo de panqueques puesto en la mesa los empiezo a devorar.

—Buenos días Rouse —me nombra la abuela—. No sé si te vuelves a acostumbrar que te llame así, ¿O prefieres Scarlett? —trago grueso y escucho una risita burlona de Bryce quien cuando lo fulmino con la mirada me giña el ojo provocando que me ruborice al instante.

—Con la segunda me siento más cómoda ahora —respondo a la anciana con sonrisa fingida, mientras este aquí debo seguir con esta nueva mentira, de que soy Rouse.

Encuentrame entre las rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora