Capítulo 18
El camino a de regreso a la casa fue bastante agotador, así que únicamente me dormí mientras Elijah me llevaba directo a la mansión.
En este momento necesitaba un consejo sabio de alguien, así que pensé que podría ir con mi padre Henri a ver qué me dice al respecto, él me conoce en muchos aspectos y sabrá qué decisión puedo tomar que sea segura, también quería hablar con el sobre lo de irme del pueblo y alejarme de todo esto y así poder ser feliz, o al menos tener paz.
Apenas llegué a casa me despedí de Elijah quien solo asintió a mis palabras y se marchó, a lo mejor pensó que hablaría con el ahora que sé que fuimos mejores amigos, sin embargo, lo que menos quería hacer en ese momento, era hablar con alguno de ellos.
Entre a casa y ni siquiera me atreví a ir a la habitación, sabía que si lo haría David me detendría y me haría millones de preguntas que en verdad ahora no deseo contestar.
Me dirijo al sótano de Vera el cual estaba intacto tal cual como la última vez que vine. Cerrando la puertita detrás de mi desnudo el pasillo secreto y me meto ahí alumbrando con mi teléfono.
Como era de noche los animalitos terrestres se hacían presentes y tuve que aguantarme varios gritos cuando veía ciertas arañas caminar a mi dirección, continue la caminata por varios minutos y la verdad me arrepentiría si Henri no estaba ahí, pues es bastante distanciado.
Cuando por fin vi el final del túnel me emocioné y corrí directamente y levantando la pesada tapa que cubría el lugar llegué hasta ahí.
Observo mi redor y noto que no hay más que insectos alborotados en el lugar, pero ninguna señal de mi padre.
—¿Henri? —llamé y no obtuve respuesta—. ¡Henri! soy yo, Rosali, estoy aquí —grito con fuerza—. Quiero hablar —le digo y sigo sin verlo, sentirlo o escucharlo—. En realidad, no tengo la menor idea de si estás aquí, pero, déjame decirte que de todas las personas que estuvieron en mi pasado con la única que tengo la necesidad de hablar es contigo —confieso y ya parezco loca por hablar sola en medio del bosque—. Ya se la verdad Henri, eres mi padre, y lo acepto, pero necesito ahora que como padre me des un consejo, por favor.
Los ruidos de los animales me obstinan, desearía que fuera Henri quien respondiera ahora, lanzo un respingo al aire y me siento sobre la pequeña banca que hay cerca y me fijo en el maravillo paisaje lleno de rosas y luciérnagas.
En ese momento comienzo a comprender muchas cosas, y de como un secuestro o desaparición desencadeno tantos secretos que me hacen temblar el solo recordarlos.
Acaricio mis brazos sintiendo el frio del sereno rosar mi piel provocando que se me erice la piel. De pronto siento como pequeñas gotas de agua caen sobre mi lo que me hace desistir a esta idea y justo cuando estoy a punto de avanzar y regresar a casa...
—Sabía que vendrías... —la voz de Henri me hace sonreír y corro hasta el para abrazarlo—. Mi pequeña rosa —la voz se le rompe y entra en llanto y yo también.
—Eres mi padre, tu... —sollozo
—Y no sabes cuando orgulloso estoy de eso, aunque al principio no sabía que eras mi hija, siempre te quise y amé de esa forma Rosali, eres la única de las 2 que lleva mi apellido y eso me encanta porque sé que crie a una buena niña y a pesar de que no pude pasar el tiempo suficiente contigo cada que llegaba de un viaje te traía un obsequio recompensando cada golpe que te daba Helen, aunque yo desconocía eso.
Imágenes de él vienen a mi mente, yo feliz por su llegada, feliz de leer las correspondencias, contenta de poder estar a su lado.
—Te recuerdo padre, gracias por estar ahí.
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Encuentrame entre las rosas
Mystery / ThrillerScarlett Greene, su vida dio un gran giro desde un accidente, ese que le hizo perder recuerdos de toda su infancia y adolescencia, accidente que fue provocado por "ellos" asi los suele llamar ya que cuyos nombres o razón por la que le causaron ese...