¿Melancolía?

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Capítulo 22

Terror... No puedo describir la inquietud que siente mi cuerpo al verla, sus ojos grises, su semblante perturbador, sus labios quebrados y la suprema manera en la que nos comía con solo vernos.

Rouse, todos los que pronuncian ese nombre, se debe a que tuvieron un mal pasado con a su lado. Y yo fui víctima de su crueldad, de sus celos, su manera de actuar, y de que cuando ella quiere algo siempre lo obtiene.

—¡Rouse! —llama Nathaniel quien corre hasta mi gemela y en un momento rápido ambos se besan.

—Sabías que vendrías por mí, amor —siento como lo una parte de mí se rompe cada vez más al ver el cariño que se tiene ambos, la forma en la que él la mira es tan encantadora, parecía que la hubiera visto por primera vez, sus ojos brillaban y destilaban una luz llena de emoción y amor.

Su acción me pone nerviosa y lo único que hago es apretar los puños antes de apartar la mirada.

Bryce se acerca hasta a mí y pasa su brazo por mis hombros y me cubro en su pecho, disimulando lo triste que me siento, Nathaniel jamás fue bueno para mí, me hizo daño, y me mata la razón de que, aunque veo todo lo mal que se comportó, aún lo quiero...

—¿Y ella quién es? —pregunta mi gemela separándose de su amado—. ¿Rosali?

—Hola hermanita —contestó secamente.

—¿Qué hace esta maldita copia aquí? —se gira hacia Nathaniel con furia.

—Sin ella no podía llegar a ti... —responde él y lo noto un tanto nervioso, pues sus manos las lleva atrás y comienza a hacer movimientos progresivos con sus dedos como si de ansiedad se tratase.

—Vámonos Rosali —musita Bryce para mí y asiento, pero justo cuando estamos por voltearnos, Rouse vuelve a hablar.

—¿Ese es...? ¿Bryce? —acorta la distancia y se une a la claridad dándome una imagen más detallada de ella, quien, en serio, estaba bastante delgada, demacrada y acabada, lo que me provoca una gran culpa—. Uf, estás mejor que Nathaniel ¿Por qué nunca me fije en ti? —pregunta con descaro acercándose a él tocando sus fornidos brazos frente a todos—. Ah, ya sé, porque te gustan solo las copias —réplica y me señala fulminándome con la mirada.

—Al contrario, Rouse, en esta ocasión la copia salió primero que la original —defiende mi acompañante y ella rueda los ojos.

—Ash, se me olvidaba lo testarudo que eres —golpea su pecho y Bryce toma mi mano y la aprieta, ella se acerca hasta Henri mirándolo con curiosidad—. Nate —llama a Nathaniel con otro apodo—. ¿Sabes quién es él? —Nathy niega con la cabeza y enarca una ceja—. Por culpa de este hombre —agarra a mi padre por el cuello de su camisa e intentó meterme, pero Bryce me detiene—. Por él tu hija murió... —luego se acerca a mí y me jala del cabello—. Igual que esta zorra —y por último va por Bryce—. Y por tu hermanito.

—¿Perdiste a la niña? —ella asiente y me sorprende que Nathaniel todavía haya tenido la esperanza de ser padre.

—Y no solo eso, perdí mi libertad, mi juventud, 3 de mis años por su culpa —me toma de las mejillas y Bryce intenta hacer algo, pero Nathaniel sale a la defensiva por su amada.

—Lo sé, y por eso te estuve buscando todo este tiempo.

—Sh —lo manda a callar—. No me interrumpas cuando hablo —se gira al Nathaniel y de forma seductora se le acerca—. ¿Recuerdas que una vez me prometiste complacerme en todo? —veo como Nathaniel traga grueso asintiendo—. ¿Cargas tu arma? —el asiente.

Encuentrame entre las rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora