Capítulo 16

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El sol brillaba en lo alto, esparciendo su cálido resplandor sobre el campamento. Las chicas, emocionadas por disfrutar de un día en el lago, comenzaron a organizar su salida con entusiasmo. Rodeado de frondosos árboles y una brisa refrescante, el lago invitaba a sumergirse en sus aguas cristalinas, pero Patricia, conocida cariñosamente como Patito, no compartía el mismo entusiasmo.

Aunque el sol acariciaba su piel con suavidad, Patito aún se mostraba reacia a enseñar su cuerpo y, mucho menos, a aventurarse en las profundidades del lago. Con sinceridad y gentileza, declinó la invitación de sus amigas.

- ¡Oh, Patito, ¡por favor! No tienes por qué preocuparte, estaremos cuidando de ti en todo momento -insistió Josefina, tratando de convencerla.

Belén, con su característica amabilidad, se sumó a las palabras de Josefina:

- Sí, Patito, no te preocupes. Vamos a estar contigo todo el tiempo y no te dejaremos sola.

Agradecida por la comprensión y la amistad que le demostraban, Patito sonrió, pero permaneció firme en su decisión.

- Gracias, chicas, pero de verdad no me siento cómoda en el agua. Prefiero quedarme aquí y disfrutar del campamento de otra forma.

Tamara, una de las chicas del grupo, no podía ocultar su descontento con la decisión de Patito.

- Ya chicas, dejen de insistir, si ella no quiere ir, no va y punto. Estamos perdiendo tiempo aquí -dijo con desdén, lo que causó cierto malestar en Patito. Sin embargo, decidió ignorar el comentario y no dejar que las palabras hirientes le afectaran.

Las miradas de las demás chicas se tornaron incómodas y llenas de indecisión, mientras intentaban decidir qué hacer. La voz de Patito fue serena y firme al decirles que fueran sin ella, ya tenía otros planes para disfrutar del día en el campamento.

Las gemelas, Sol y Belén, compartieron una mirada indecisa, mientras que Josefina se mantuvo al lado de su amiga, decidida a quedarse con ella y apoyarla en su elección.

- ¡Si tantas ganas tienes de ir! ¡Vete y ya! -respondió Josefina con molestia hacia Tamara. -Yo me quedaré con Patito hasta que acepte ir, si es que lo hace.

Tamara rodó los ojos con fastidio ante la actitud de su amiga, pero antes de que pudiera replicar, las gemelas se unieron a ella y se marcharon junto a Tamara hacia el lago.

Patito miró con cariño a sus amigas que se iban y les aseguró que estaría bien y que tenía planeado disfrutar de su tiempo de otra manera. Aunque la actitud de Tamara la había molestado, prefirió no darle más importancia y centrarse en disfrutar del día con Josefina a su lado.

-¡Esa chica es insoportable! ¡A veces me cuestiono por qué seguimos siendo amigas! -se quejó Josefina, mostrando su frustración hacia Tamara.

-Déjala, ya se le pasará -murmuró Patito, acariciando el hombro de su mejor amiga en un gesto de consuelo. Sabía que Tamara tenía esos momentos difíciles, pero también confiaba en que su amistad superaría cualquier obstáculo.

Josefina dejo su frustración hacia Tamara y se fijó en Patito, ese día decidió llevar unos pantalones rosas con una blusa verde, el sol está en su máximo esplendor y el calor está siendo insoportable. las voces alegres de los compañeros de Patito se escuchaban a lo lejos, disfrutando del lago y sus aguas refrescantes. Aunque Patricia había decidido quedarse, Josefina no iba a rendirse fácilmente en su intento de convencerla.

Con una mirada juguetona y una sonrisa traviesa, Josefina se acercó a su amiga.

-¡En serio, Patito! ¡Vamos al lago! -insistió Josefina, sabiendo que Patito estaba cediendo un poco ante la idea.

Imposible no enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora