Capitulo 18

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Patito sintió que su corazón comenzaba a latir más rápido, mientras el rubor ascendía por sus mejillas. Josefina la miró con una sonrisa cómplice, como si hubiera captado algo que Patito aún estaba tratando de entender por sí misma.

- No tienes que responder si no quieres, pero he notado algunas miradas y gestos entre ustedes. ¿Es cierto? -preguntó Josefina con un tono de voz suave y amigable.

Patito mordió su labio inferior, sintiéndose atrapada entre sus emociones y su deseo de mantener las cosas en privado.

- No sé de qué estás hablando, José. -Patito se levantó rápidamente, tirando de su blusa sobre su cabeza y quedando en sostén. Josefina suspiró y simplemente observó cómo Patito se ponía el vestido verde sobre los hombros. Patito buscó desviar la conversación y evitar hablar de esos sentimientos sofocantes que la abrumaban. No, definitivamente no estaba lista para decirlo en voz alta.

- Está bien. -dijo Josefina. - Vamos a fingir que no te gusta Bruno y que estoy loca, eso haremos.

Patito de alguna manera le agradeció con una sonrisa, y Josefina se levantó dispuesta a ayudar a su amiga a hacer lo que ella quisiera, porque eso es lo que hacen las amigas: apoyarse mutuamente. Entre risas, comenzaron a prepararse para la pequeña fiesta de esa última noche.

Mientras tanto, el grupo de Antonella se divertía eligiendo cuidadosamente sus atuendos, todos diseñados para destacar y recordarle al mundo que seguían siendo unas diosas. Caterina observaba desde lejos cómo Pía alababa a Antonella por lo hermosa que se veía con esa ropa.

- Definitivamente, Bruno se quedará sin aliento al verte -dijo Luciana con entusiasmo-. ¡Se arrepentirá de haberte dejado!

Pía rodó los ojos y esbozó una sonrisa cínica, un gesto que Antonella no notó.

- ¿O tal vez Matías, ¿no? -intervino Pía, atrayendo la atención de la chica-. Digo, si me preguntan a mí, definitivamente te ves mucho mejor con Matías que con Bruno. ¡Por favor! Además, Matías podría estar dispuesto a hacer cualquier cosa para estar contigo de nuevo...

Caterina guardó silencio, optando por no dar su opinión en ese momento, mientras continuaba peinando su flequillo con concentración.

- Chicas, olvidan que cualquier chico estaría dispuesto a estar conmigo. -la obviedad con la cual Antonella habló provocó que las tres chicas restantes se miraran entre sí, sorprendidas por su seguridad.

Nadie dijo nada al respecto, simplemente siguieron probándose ropa hasta encontrar la adecuada. Pía se acercó a Caterina mientras Luciana peinaba a Antonella.

- Es una estúpida... no la soporto, te lo juro -murmuró Pía con una sonrisa hacia Caterina, quien negó con la cabeza.

- Está bromeando, sabes cómo es.

- Claro que lo sé. Es insoportable, pero estoy segura de que Bruno no volverá con ella porque yo lo voy a enamorar con mis encantos -declaró Pía mientras imaginaba su regreso al lado de Bruno.

Caterina volvió a guardar silencio y luego preguntó con curiosidad.

- ¿Por qué estás tan segura de que Bruno saldría contigo?

- Es obvio, Caterina... ¡Nos seguimos gustando! No te lo había querido decir antes, pero cuando Antonella y Bruno estaban juntos, Bruno me miraba a escondidas... lo noté, pero por respeto a nuestra amistad, no hice nada... ¡Ahora está soltero!

La rubia rodo los ojos y abrocho el botón de la blusa y abrió la puesta de la tienda.

- Voy saliendo, nos vemos en la fiesta. - Pia sin esperar, se fue. A veces es mejor callar y salir de ciertos lugares.

Imposible no enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora