Esmerald 𝑫.𝑴. -Traducción

O23

Hagrid me cargó sobre su hombro y me llevó también a la enfermería.

Me sentó en una cama y la enfermera vino a atenderme.

— Lo siento, chica. — Hagrid dijo que ni si quiera podía mirarlo.

Sabía que si lo hacía, comenzaría a lloraría de nuevo.

Hagrid asintió lentamente, mientras se alejaba.

Me rompí dos nudillos de la mano izquierda, supongo que golpeé el suelo bastante fuerte.

La enfermera me hizo beber esa poción de sabor terrible, para ayudarme a sanar los huesos más rápido.

Cada trago me hizo vomitar.

Esa mierda fue asquerosa.

Sabía a leche tibia que ya estaba en la boca de otra persona.

Así que allí me senté, cubierto de mi propia sangre y lágrimas, con una mano vendada.

Miré la pared frente a mí, mientras las lágrimas caían de mis ojos.

En silencio lloré para mis adentros.

Todo mi mundo se había ido a la mierda.

¡¿Primero esta mierda con Draco, y ahora esto?!

Fue entonces cuando, Hermione y Ron caminaron.

Ambos acercaron sillas al lado izquierdo de mi cama.

— ¿Cómo te sientes? — Ron me preguntó.

Lo miré, y lo miré.

— Me siento como un millón de dólares, gracias por preguntar. — Le escupí.

Hermione lo golpeó en la nuca.

— Lo siento.. — Comenzó Hermione, — Siento lo de Cedric, siento lo de tu mano, siento ser tan mala amiga.

Siguió divagando antes de enterrar la cara entre las manos.

Hermione comenzó a llorar suavemente.

— Sí, lo siento por verte en el mapa. Después de todo, fue mi idea. — Ron miró al suelo mientras hablaba.

Hermione se tragó rápidamente sus gritos.

— Ustedes son dos pequeñas cucarachas malvadas. — Les siseé.

— Sé que revisar tus cosas y observarte no estuvo bien, pero estábamos tratando de protegerte. Sabemos cómo es Malfoy.. — Hermione se desvaneció.

— Lo he conocido la misma cantidad de tiempo que ustedes dos. No vamos a estar de acuerdo en esto, así que déjalo y déjalo en la disculpa. ¿O quieres comenzar otra discusión de 3 meses? Mi amigo acaba de morir. —  Les grité.

— De nuevo, lo siento. Te dejaremos por la noche entonces. — Hermione asintió mientras le indicaba a Ron que se levantara.

Ambos salieron de la enfermería.

El papá de Cedric vino a verme, le ofrecí el sombrero que Cedric me puso en la cabeza.

Se negó diciendo 'él te dio eso, él habría querido que te lo quedaras'.

Podías ver el dolor en sus ojos.

Esa noche me quedé despierto y miré al techo.

¿Cómo pudo pasar esto?

¿Por qué Cedric tuvo que morir?

Me siento tan egoísta por sentirme mal conmigo misma.

La puerta se abrió.

Los pasos que resonaron en el suelo se acercaron.

La cortina que me rodeaba, dándome un poco de privacidad, se abrió ligeramente.

Draco Malfoy se deslizó adentro, cerrando la cortina detrás de él.

— ¿Qué estás haciendo aquí? Es medianoche. — Le pregunté.

Hice una mueca, mientras me empujaba a la posición sentada.

— Solo quería asegurarme de que estás bien. — Draco se sentó a los pies de mi cama.

— Claro, después de no hablarme durante semanas.. decidiste hablarme ahora.. — Rodé los ojos.

— Escucharte gritar y llorar así... me dolió ver eso. — Susurró Draco, mientras me miraba a los ojos.

Me volví y aparté la mirada de él.

— Entonces solo estás haciendo esto, para que no te sientas mal. No te importa. Tuviste toda la oportunidad de tratar de hablar conmigo, y no lo hiciste. — Negué con la cabeza. — Entonces, vete a la mierda.

Draco se puso de pie y fue al pequeño puesto a mi lado.

Rebuscó y sacó un paño.

Draco salió de la 'habitación' y regresó rápidamente, con un paño ahora húmedo.

Draco se sentó junto a mi abdomen ahora, comenzó a limpiar mi cara con el paño.

— ¿Qué estás haciendo? — Aparté su mano de un manotazo.

Draco empujó firmemente mi mano de regreso a mi regazo.

— Tu cara tiene sangre y suciedad. Ni siquiera se molestaron en limpiarte. —  Draco negó con la cabeza, mientras continuaba limpiando mi rostro.

Recosté mi cabeza en mi almohada, mientras Draco pasaba a limpiarme los brazos.

No iba a ganar contra él.

Estaba demasiado cansada para luchar contra él.

— Hubiera hablado contigo si hubiera sido tan simple. Tus amigos.. y mis amigos.. hicieron que todo fuera un desastre.. — Draco continuó hablando, mientras limpiaba entre mis dedos y debajo de mis uñas.

— Yeah Yo supongo. — Suspiré, mientras él se ocupaba del trapo sucio.

— ¿Dónde nos encontramos en este punto? — Draco me preguntó.

Tomó mi mano mientras se arrodillaba al lado de mi cama.

— Es difícil saberlo, todo salió tan mal tan rápido. Pasaron demasiadas cosas a la vez. — Mi voz comenzó a temblar.

No podía dejar de pensar en Cedric y en cómo se había ido.

No podía quitarme la imagen de él de la cabeza, la forma en que se veían sus ojos mientras yacía allí.

Quedó grabado en mi memoria.

— Supongo que haremos lo que hicimos antes, pretender que nos odiamos. Tal vez, durante el verano podría cambiar. El mundo parece estar al revés, ya nada está garantizado. ¿Puedes prometerme algo? — Draco se acercó más a mí.

Estaba tan cerca que podía sentir su cálido aliento golpeando la piel de mi cuello.

— ¿Que sería eso? — Respondí tranquilamente.

— Si todo sale mal, realmente mal. Como si el mundo se estuviera acabando, vendrías a buscarme... y yo vendría a buscarte. No importa dónde estemos, amigos o no, ambos al menos tendríamos uno al otro al final? — La voz de Draco era tranquila y suave.

Tal vez realmente le importaba.

Tal vez solo tenía miedo de estar solo.

— Mientras puedas hacerme la misma promesa.

Miré a Draco.

Con la pequeña cantidad de luz en la habitación, pude ver la tristeza en sus ojos.

— Lo prometo. — Draco extendió su mano.

— Lo prometo. — Tomé su mano y la estreché.