Autora:Quería dedicar este capítulo a todas las lectoras fieles que apoyan el libro con su cariño incesante. ✨
Os estoy y os estaré eternamente agradecida 😭❤️
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El combate volvió a iniciar con el segundo round.
Los boxeadores se movieron lentamente por el ring, expectantes a los movimientos del oponente y posicionándose defensivamente para prevenir los ataques del otro.
Nate le asestó un puñetazo en el rostro a Fran cuando no se lo esperaba, acercándose a él sin previo aviso y aprovechó el desconcierto para hacerle un gancho que hizo retroceder varios pasos a mi ex.
Fran sonrió como un loco de manicomio, la sangre que brotaba del interior de su boca manchando sus dientes y dándoles una tonalidad rojiza.
Escupió en el suelo antes de abalanzarse sobre Nathan, pero en un movimiento ágil, se hizo a un lado para esquivarle y encajarle un puñetazo en el abdomen.Los músculos de Nate se contrajeron con cada acción que realizaba y los mechones de su pelo se agitaban rebeldes, mojados con un poco de sudor junto con su torso.
Mi ex ya había perdido el control, siendo presa de la impulsividad y eso solo podía significar que las posibilidades de ganar de Fran eran escasas.
Tras esos puñetazos, mi ex ya no peleaba igual.
Le costaba mucho más esquivar y eso le llevó a recibir aún más golpes que le produjeron un mareo irrefrenable.Se notaba a Nathan mucho más centrado ahora, metido en la pelea hasta el fondo y Ronald me dio un codazo suave en él brazo, con una sonrisa pícara en sus labios.
— No sé que le has dicho, chica. Pero ha funcionado.— me felicitó y sonreí orgullosa pese a que el miedo incesante a que perdiese me abordaba en todo momento.
Fran se tambaleaba por el ring, intentando encajar algún golpe en el rostro de Nathan pero estaba tan mal que tan solo alcanzaba a darle al aire.
Su rostro estaba hinchado por los golpes y y sus brazos cansados, su semblante sellado con el desolador dolor de los puñetazos.Finalmente, Nate pegó su último golpe.
Mandó a mi ex al suelo, que cayó como un peso muerto sobre el ring y se estampó descuidadamente.Pasaron varios segundos que se pasaron como minutos mientras esperábamos a que Fran se levantase y volviese a pelear, pero afortunadamente no fue así.
El presentador del evento se acercó a Nathan y le tomó de la mano, elevándola en señal de victoria.
El club estalló en aplausos y quejas, los que habían apostado contra Fran orgullosos y los que habían apostado contra Nate decepcionados, podría decirse que algunos estaban furiosos.
La euforia predominaba entre las personas con agresividad e incluso podía llegar a aterrorizar a quien no pertenecía a ese mundo de combates y apuestas.
Una alegría plena y única infló mi pecho y aceleró mi pulso, una que jamás antes había sentido.
Salté en el aire animada y abracé a Ronald, que me agradecía constantemente.Una vez nos separamos, corrí hasta Nathan y me abalancé sobre sus brazos, estrechándolo contra mí.
El contacto me provocó esos estremecimientos que amaba sentir cuando la causa era él y una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal.Nos miramos a los ojos con deseo, anhelando como se sentía cuando nuestros labios se unían, fundiéndose en un beso salvaje, podría decirse que posesivo y lujurioso.
Pero el problema estaba en que esto ya no tenía nada que ver con que Fran estuviese delante.
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Enigmático
RomancePara él Amelie es la típica chica inocente que siempre acata las normas y baila ballet. Para ella Nathan es el boxeador rebelde que no hace caso de nada ni de nadie. Pero ninguno de ellos es lo que aparenta. ¿Qué pasaría si el uno se vuelve tan e...