𝐇𝐈𝐓 - 𝘼𝙝𝙤𝙧𝙖 𝙨𝙤𝙣 10

1| ʟᴀ ɪɴꜰᴇᴄᴄɪᴏɴ

Me encuentro entrando al instituto yo sola como otro día normal, pasando de toda esa gente que me rodea y me amarga la existencia.

Me siento en uno de esos bancos esperando a que suene el timbre y veo que la odiosa Lena empieza a grabar en un señor con gorro negro que se encuentra en lo alto de la escalera, el señor también lo hace al verla y suben a por él a desafiarle. Repugnante. Lena es simplemente repugnante.

No sé muy bien que es lo que pasa en esa conversación ya que están lo suficientemente lejos para que no escuche en absoluto, pero en verdad no me importa en absoluto aunque si es cierto que aquel señor me ha sorprendido. En este instituto nadie reta a los alumnos, y menos ese, nuevo.

Me tomo una de mis pastillas pasando de largo con una mala cara de pies a cabeza y voy a clase a no hacer nada, como estoy acostumbra. Me paso durmiendo y mirando al techo entre otra cosas durante esas horas de extremo aburrimiento. Dibujando en una hoja sucia, jugando con el boli, nada del otro mundo.

Las horas pasan tan lentas, que me pesa no quedarme dormida. El insomnio no me lo permite.

Al acabar, bajo las escaleras hacia la salida del edificio a toda velocidad con grandes ganas de irme. Pero me encuentro con un gran espectáculo. Marga y Lena "peleando" y otra vez al señor que encontré antes de entrar a clase, las invita a pegarse, cosa que no hacen. ¿Pero este de que va? Me voy sin darle más importancia.

Cojo el skate, voy a casa, me meto en mi habitación y sobre las siete de la tarde salgo de nuevo con el skate a dar una vuelta y despejarme ya que he empezado a pensar de más. El básico resumen de mi día a día.

Al día siguiente me despierto temprano tras otra de esas pesadillas que no me dejan dormir. Me visto y voy al instituto en skate como cada día.

Por el pasillo, la de consejería me llama junto a un grupo de cuarto y me manda al gimnasio con los mismos. Lo cual me extraña porque yo soy de segundo, dos cursos por debajo.

No hago ningun comentario y me voy detrás.

Al entrar vemos un coro de mesas haciendo un casi círculo, el nuevo de otro día nos manda a sentarnos en una de las sillas y dejar los teléfonos bajo ellas.

-Que manía con los móviles macho, ni que fueran armas -Se queja Darío, el callado y solitario de cuarto.

-Si, son armas, y de destrucción masiva a demás -Le responde el adulto.

El mismo Darío comienza a decir que Dios no existe siguiendo la conversación y Nourdin se le acerca a plantarle cara, pero le manda a sentar.

Seguido de eso, Marga y Silvia se empiezan a empujar y también las manda a sentar.

-Eh, guarda ese teléfono -Le ordena a Jaco.

-Tranquilo hermano me lo guardo en el bolsillo - Le responde.

- No, lo dejas en el suelo y no tengo ningún hermano -Le responde ahora él enfadado ya.

Después de encargarle un poco más, decide presentarse.

-Me llamo Hit y soy especialista en curar infecciones, como la de este colegio -Comienza a decir y ruedo los ojos-. Y se llama vandalismo, en lo que si estáis aquí es porque tenéis una buena posición en el ranking.

-Bueno pero tú a mí no me conoces ¿Por qué me llamás eso? -Le encara Nourdin.

-Porque te lo has ganado a pulso chaval.

-Tenemos trágico de drogas, pornografía -Empieza a enumerar mientras tira papeles por el aire-. Agresiones a profesores, a alumnos, insultos, quema de coches -Y ahora los tira todos-. Tenemos de todo.