①③ 𝘈𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢𝘳.

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El delicioso y cálido olor a rosas fueron las únicas sensaciones que sentí. No quería abrir los ojos hasta que me di cuenta que algo me cubría.

—¡Hiyyih! — Salté exaltada. Miro a mi costado, encontrándolo vacío. Recuerdo no haberme tapado con las sábanas en la noche. Tal vez Celia lo hizo.
Hiyyih no estaba y eso me erizó la piel.

La casa estaba en silencio. Ni Kira maullaba, ni Doggy aullaba.

Al entrar a la sala vi a Kai oppa colgando el teléfono inalámbrico de la casa y tachó algo en una libreta. Me senté a su lado y él suspiró pesadamente. Tenía ojeras, clara demostración en que toda la noche no pegó los ojos. Una taza de café lo acompañaba.

— Hiyyih... ¿Dónde está?

Él tragó saliva, sin dejar de ver un punto fijo que no era yo.

— No la encontramos. Fuimos a todos los lados posibles y no hay rastro de ella. Lea fue a la escuela a avisar, capaz sepan algo. Papá y mamá están en la delegación.

– Oppa...

Su mandíbula se apretó y volvió a tomar el teléfono.

— Estoy llamando a los familiares que viven en la ciudad por si Bahi se encuentra con alguno.

Seguí con la misma ropa de ayer y con el cabello desordenado. Celia apareció con el desayuno y me llamó en silencio con el dedo a la cocina.

Dejé a Kai por un momento.

— El Señor Kai llegó hace una hora. —me dice Celia, murmurando. Temiendo que Kai la oiga. — No ha dormido en toda la noche. La señorita Lea le ordenó acostarse pero el señor Kai es muy testarudo, solo ha tomado varias tazas de café y no soltó el teléfono.

— Yo... trataré de convencerlo.

— Por favor,  señorita. Estoy seguro que si usted se lo pide él lo hará.

Volví con Kai, esta vez lo cubrí con una manta que reposaba siempre en los sillones. Hiyyih y yo solíamos taparnos con esas cuando veíamos películas en la sala.
A Kai no pareció molestarle.

Iba a pedirle que se fuera a dormir cuando la puerta se abrió. Ambos nos levantamos atentos, creyendo que podría tratarse de Hiyyih pero eran papá Vernon y mamá Jeongi, ella lloraba con un pañuelo de tela cubriendo su nariz.

— 48 horas. Hay que esperar 48 horas para que los oficiales avancen. — Mamá dice golpeándose el pecho. — No importa cuantas veces se los diga, ellos creen que mi hija pudo hacerlo a propósito. Mi Bahiyyih no es así, ella nunca huiría ni asustaría así a su familia, a su madre. Algo le pasó, estoy segura.

Si, Hiyyih jamás haría algo así.

— Jeongie, amor. Tranquila, contraté un detective privado. Y la encontraremos.

Esa misma tarde llegó el oficial, Kim Nam Joon.
Fui la primera a la que interrogó de entre todos los familiares y amigos.
Las preguntas eran comunes e interrogantes. Entre ellas estaban los lugares que íbamos sin contarle a nadie, algún sitio privado.

Yo iba a dar mi apoyo y ser cooperativa. Hiyyih podría enojarse conmigo pero tenía que hacerlo.

— Cuando hacíamos pijamadas en mi casa, no fue así. — Lo estaba haciendo por su bien. — No me gusta llevar a Hiyyih a mi casa por mi mamá, así que pasamos esas noches en un motel.

—¿Un motel siendo menores?

— Si... queda por la calle Myungsoo. Se llama "CHACHACHA". No nos pedían la identificación por eso elegimos pasar la noche ahí. Vemos películas y comemos pero lo mantuvimos en secreto de mamá Jeongi. Hiyyih no quiere que se entere porque tal vez nos prohíba salir. Por otro lado, en el boliche JAM, vamos con los compañeros de la clase de baile de vez en cuando. ¡Ah! y a Bastos, el shopping. Casi siempre recorremos el lugar. También está la Torre de Astros pero no la vieron ahí...

°•☆ ᴬ ᵐⁱ ᵐᵉʲᵒʳ ᵃᵐⁱᵍᵃ... ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ☆•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora