°•☆ ᴬ ᵐⁱ ᵐᵉʲᵒʳ ᵃᵐⁱᵍᵃ... ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ☆•°

②⑧ Por nuestra amistad.

Era la quinta vez que me enjugaba el rostro, hace un minuto la puerta del cuarto de baño fue tocada. Celia estaba preocupada por mí así que salí inmediatamente.

—¿Se encuentra bien señorita?

— Si, Celia.. solo fue una descompensación. — Fuimos a la cocina. Ella tomó su cartera y las llaves de su auto, le dio de comer a Kira y Doggy y se despidió de mí. Tenía turno con el oftalmólogo a las 18 pm por lo que se retiró temprano.

— Les hice la cena, el joven Huening no ha comido en el almuerzo, ¿podría darle su cena? Ya ha dormido casi toda la tarde.

— Gracias, Celia, eso haré.

Deje el plato sobre una charola y suspiré antes de dirigirme a mi cuarto. No toqué la puerta y entré. Kai dormía sobre mi cama, tan cómodo que me dejó impresionada, Hiyyih se encargó de usurpar mis acomodadas sábanas.
Mis manos temblaron con la charola en las manos, temiendo despertarlo. Aún no sabía cómo reaccionar ante hablar nuevamente con Hiyyih.

— Despierta. — dije tocándole la cabeza luego de dejar la charola en la mesita de luz. — ¿Cómo se despierta a un cuerpo poseído?¿Debería lanzarle agua?¿Hiyyih sentirá el golpe que le de aunque Kai sea el que lo obtenga? Tal vez solo debería soplar para que no se sorprenda.

—¿Por qué me miras así? — me alejé torpemente, no queriendo mostrarme asustada,  limpié mi nariz instintivamente ya que mi rostro estaba muy cerca  al de Kai, estaba sonrojada y él confundido. Se levantó y observó alrededor, frunciendo el ceño al notar que se encontraba en mi cuarto. Él relucía como Huening Kai, el real.

— Ah…

—¿Qué hago aquí?

—¿Kai?

— Si. — me contestó seguro. —¿Por qué estoy en tu cuarto?

— E-h te quedaste dormido. — Mi excusa pareció convencerlo. Kai se levantó y se tocó la cabeza, gruñó y tambaleó. Lo sostuve para que no caiga. —¿Estás bien? — pregunté preocupada.

— Si, solo… Fue un mareo y me duele la cabeza.

— T-te traeré una pastilla.

— N-no… quédate así. — su cabeza se apoyó en mi hombro y sentí su fuerte respiración así como los latidos de su corazón. — Eun Chae.. estás muy fría.

…

Cada vez que caminaba por los pasillos del colegio no podía evitar las múltiples miradas que caían sobre mi, muchas juzgadoras y otras de envidia. No me importaba si Kazuha decía que era producto de mi imaginación, yo lo veía así.

—¿Nos vemos en la academia? — Ni-ki se colgó en mi espalda casi provocando que cayera.

— Si.

— Taeyang se queja de tus faltas pero no te culpa, ahora que eres una trainee de HIBI tienes privilegios.

— Él aún parece enamorado de ti. — Me dijo Hiyyih. Sí, ella me seguía a donde sea que vaya, cuando ella quería, pero descubrí que yo podía llamarla. Lo supe luego de que un día casi me cayera por las escaleras, ella volvió a poseer el cuerpo de Kai para salvarme y también sé que la podía ver en el edificio más alto, vigilando toda la ciudad.

— Oh. Hola Kai hyung. — Ni-ki hizo una reverencia ante Kai quien se nos acercó. Estábamos en el estacionamiento del colegio y me alegré al verlo, tal parece que se liberó de sus clases demasiado pronto.