°•☆ ᴬ ᵐⁱ ᵐᵉʲᵒʳ ᵃᵐⁱᵍᵃ... ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ☆•°

③⓪ 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘉𝘦𝘰𝘮 𝘎𝘺𝘶.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces Hiyyih tomó el cuerpo de Kai. Muchos dirán que eso era un acto terrible e inimaginable pero, muy al contrario, a mi me encantaba y fascinaba, podía tener a Hiyyih y sentir su presencia cada vez más. A pesar de estar hablando con él rostro de Kai en frente, era a Hiyyih a quien me dirigía. Era como si nunca se hubiera ido.

— Kai... ¿Te duele mucho?

— Es como el infierno. — la bolsa de hielo empezaba a gotear sobre su cabeza y tuve la necesidad de quitárselo pero él me gruñía cuando lo intentaba.

— Debemos ir al hospital. — Papá Vernon dijo, viéndose preocupado.

— 37° . — Mamá Jeongi sacudió el termómetro que apenas sacó de la axila de Kai.

— No quiero. Debo estudiar, mañana tengo que presentar un exámen.

— Lo más importante es tu salud, hijo.

— Estaré bien. — Pero cada día se veía más pálido y su fiebre aumentaba, pero luego se esfumaba por días. Wonyoung me contó que Kai se había desmayado en más de una ocasión en la universidad y que, por un segundo, temieron que no despertara.
Él me miró con una sonrisa fingida y me llamó con la mano, me acerqué y me senté a su lado. Me abrazó por los hombros transmitiéndome tranquilidad.

No quería pensarlo pero era inevitable… ¿Kai estaba enfermo de gravedad?

…

— Mantienes encantada a todos los hombres. — me dijo Beomgyu, sin dejar de verme. Tuve que volver a mi armario para un cambio de ropa debido a que con una nueva me demostró que no le gustaba. — Es el cuarto conjunto que descartas, ¿ya podemos irnos?— se quejó, irritado.

— Tal vez si tus expresiones no fueran tan evidentes no estaría con la duda.

—¡Por dios! Todo lo que te pones te queda perfecto.

Miré a Hiyyih, que estaba a un costado ‐dentro del cuarto de ropa-, busqué su aprobación pero ella negó con un puchero.

—¿Qué se siente ser una chica? ¿Ustedes sueñan con un príncipe que las busque en un carruaje y les de el beso deseado?— Beomgyu miraba el techo de mi cuarto, rendido sobre la cama. — Porque no existe ese tipo de personas, son solo cuentos de hadas.

Salí con el conjunto definitivo luego de la aprobación de Hiyyih y me senté en la silla gamer de mi escritorio.

— Hong Eun Chae, los hombres no son perfectos. Deja de encantarlos.

—¿Y este animal? — escuché decir a Hiyyih desde la puerta del baño. Mi atención no se despegó de Beom, el cual lucía abatido.

— Yo no encantaría a nadie. — dije con una falsa sonrisa.

— El fin de semana, en la fiesta de Chan, Yeonjun y Taehyun no dejaron de ver sus celulares. — Beom apretó la mandíbula y cerró los ojos. — Estaban atentos a tus historias de instagram, a las fotos que publicaste en la pijamada de Ni-ki. Ambos se veían ardiendo de celos.

Hiyyih celebró contenta, impune frente a mí.

— No me importa Yeonjun pero… ¿qué planeas hacer con Taehyun? — por fin pudo verme, con ojos amenazantes y fijos. — Te advierto que si quieres lastimar a Taehyun, tú y yo dejaremos de ser amigos.

— Miralo al celoso. — Hiyyih gruñó.

Beomgyu había sido tan bueno conmigo y yo no era merecedora de su lealtad. Las ganas de confesarle el más oscuro de mis secretos querían salir. Hiyyih lo notó e inmediatamente negó.