③⑦| 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘻 𝘺 𝘭𝘢 𝘰𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥.

11 4 0
                                    






—¿Solo una banana? — me preguntó Beomgyu indignado, acurrucado en el sofá de la sala de la mansión Huening. — Pensé que Celia cocinaba o por lo menos re calentaba.

— Está preparando la ensalada de huevos.

— Pero olí el pan.

— Es para llevarle luego a Kai. — insistí, lo escuché gruñir poco convencido. — Gracias por ayudarme, Kai se pondrá feliz con los panes que le lleves. — Dejé mi bolso sobre el sillón y me senté, suspirando pesadamente. Kira se subió a mi regazo y Doogy se puso sobre mis pies calzados.

— No tienes porqué agradecerme. Es mi hermano. Pero esperaba algo más que solo una simple banana como recompensa.

— No se sabe el diagnóstico de Kai pero ha mejorado... es bueno

— El otro día hablé con él y... extrañamente creo que empiezo a sentirme como él. No digo que estoy casi muerto. — se rió por sus propios dichos pero yo no pude hacerlo. — Esto ha ocurrido desde que dejé a Bahi entrar a mi cuerpo para hacer sus travesuras.

— N-no fueron travesuras. — dije nerviosa y recordé la vez en que Hiyyih -en el cuerpo de Beom- fue al sauna público y causó un escándalo tremendo, que me obligó a salir de mis prácticas de vocalización a toda prisa para ir a su rescate pues la llamada del guardia de seguridad me decía, totalmente enojado, que “mi hermano" había invadido el vestidor femenino, gritando que le tenía fobia al aparato masculino. También recordé la vez en que la tarjeta de la abuela de Beom quedó sin fondos gracias a que Hiyyih almorzó en un clásico tenedor libre todo lo que podía comer. El cuerpo de Beomgyu, aparte de cansado y mareado, quedó con un estómago parecido a la de una embarazada pues Bahi comía tanto que no se sentía llena ya que no sentía el sabor de la comida. — U-unas pocas... — y luego de cada travesura Beom se enfermaba por días. — Beom... tu crees que...

— Es lo que trato de decirte, tonta. — recibí un pequeño golpe en mi cabeza y Kira le gruñó, desde mi regazo. — El cuerpo de Kai-shi... debe sentirse cansado. — Ahora Kai mejoraba velozmente y desde que enfermó Hiyyih no lo poseyó en ningún momento, hasta nuestro mismísimo Kai decía que se sentía de maravilla.

— Tiene sentido… — dije segura. — pero Hiyyih… Ella se siente con vida cuando lo hace.

— Pues que ya no lo haga o de lo contrario su hermano empeorará. Que lo haga con alguíen que no nos agrada, como el idiota de tu profesor Taeyang.

— Pensé que hablabas con razonamiento.

— A veces… Eun Chae, ¿no has pensado en decirle a Kai lo que pasa realmente con Hiyyih?

— Ya hablamos sobre eso.

— Si, pero no encuentro razones concretas, solo excusas. Kai merece saberlo a parte es su cuerpo el que usan.

—Mejor me iré, le diré a Hiyyih cuando la vea, sobre lo de “poseer”, y no te preocupes por Kai… él lo sabrá en su debido momento — o tal vez no. —, Celia te está haciendo el desayuno. — Caminé hacia la puerta, cargando el bolso. — Nuevamente, gracias por ayudarme a llevarle la comida a Kai.

— Ni aún en navidad descansas. ¿Estás segura de querer ser idol?

Mi mano quedó en el picaporte y apreté la correa de mi bolso. Me fijé a un lado, donde una foto mía junto a Hiyyih colgaba en la pared, siempre después de cada función.

— Si... — murmuré sintiendo el dolor de mi cuerpo y mi garganta torturándome.

— Eun Chae. —  Aún me detenía. — Dime algo… ¿Es esto lo que realmente quieres?

°•☆ ᴬ ᵐⁱ ᵐᵉʲᵒʳ ᵃᵐⁱᵍᵃ... ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ☆•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora