①⑨ 𝘝𝘰𝘭𝘷𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢.

41 3 0
                                    






Beomgyu y Taehyun me acompañaron a casa cuando el sol comenzó a meterse. Varios de los ancianos del pueblo murmuraban sobre la belleza de los dos chicos que me hacían compañía, una se atrevió a preguntarme cuál de ellos dos era mi pareja. Los tres reímos incómodos y nos largamos enseguida del puesto de comida de esa mujer.

Por primera vez, después de dos meses, podría decir que mis risas eran reales. El día pasó más rápido de lo que hubiera deseado. Mis dos acompañantes me hacían reír bastante y pude olvidar, por poco tiempo, el dolor de mi alma.

No quiero que acabe tan pronto, pero ya estábamos en casa.

— Pueden quedarse a cenar. Con papá no comemos nada los viernes, po... podríamos hacer una pizza o empanadas, creo que tengo tapas en la heladera a menos que papá se los comiera como pan. — mi mente captó que estaba hablando demasiado rápido, los dos chicos me veían intensamente con una sonrisa. — O podemos ir a comprar algo al super... no sé si seguirá abierto. Vayamos... esperen, tengo que decirle a papá. ¿Ustedes pueden? Si no pueden lo dejamos para otro día, no hay proble-

— Eun chae. Está bien, nos quedaremos. Solo si tu papá lo permite.

Solo necesitaba que Beomgyu me dijera eso para cruzar de inmediato las rejas de mi hogar, les grité que entraran con confianza hasta acercarme a la puerta de casa la cual se abrió apenas subí al porche. Me espante pero una joven mujer me recibió.

— Chae chae.

Mamá Jeongi salió de mi casa y me abrazó sin esperar mucho, por lo sorprendida que estaba no pude corresponderle de inmediato.
Mire hacia un costado y vi un auto que ignoré al llegar.
Su perfume se impregnó en mí. así como su calor, se aferraba a mi cuerpo como si tuviera miedo que desapareciera.

— Mi niña, ¿cómo es eso de que no volverás a Seúl?

Al parecer llegaron hace un buen rato y conversaron con papá.

—¿Qué haces aquí, mamá Jeongi?

— Vine a ver a mi niña. — al separarnos vi sus ojos brillando, casi como si fuera a llorar. — Ya no quería oírte por llamada, necesitaba verte.

— Mama Jeongi. — no pude evitar llorar cuando ella envolvió mi frío rostro con sus manos.

— Está bien, mi amor. Iremos a casa.

— Señora Huening.

No nos separamos cuando mi papá salió, junto a papá Vernon, quien sonrió al verme, y a Kai oppa que. al verme asintió con una pequeña sonrisa formada en sus labios, vió detrás de mí donde Beomgyu lo saludó y Taehyun agachó la cabeza.

— Señora Huening, creí haber sido directo. Chae, mi hija, todavía no está en condiciones de volver a Seúl. Lo más preferible, según el terapeuta, es que se mantenga alejada de los malos pensamientos.

— Señor Hong, no puede hacernos esto. — suplica papá Vernon.

— Eun chae comenzará la secundaria pronto, este cambio drástico le hará más daño. — Ahora la que habló fue mamá Jeongi.

— Siento que mi hija ya ha tenido suficiente sufrimiento, señora Huening. Aquí, en un lugar diferente, podrá volver a vivir.

— He hablado con ella todas las noches, cada vez la escucho más apagada y ahora… ahora está más delgada y no duerme. Aquí no hay muchos compañeros de su edad, es un pueblo chico-

— Hoseok. — Papá Vernon habló sin honoríficos. — Somos amigos, Eunchae es como una hija para nosotros, ella se ha criado en la ciudad y tienen una vida que continuar ahí. Tiene amigos, una gran familia que la espera y sueños.

°•☆ ᴬ ᵐⁱ ᵐᵉʲᵒʳ ᵃᵐⁱᵍᵃ... ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ☆•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora