—¡POR DIOS, EUN CHAE! — La voz de Lea y sus brazos rodeando mi cintura me llevaron de nuevo a este puente. Nos separaban las gruesas berjas por lo que la presión que noona ejercía sobre mí dolía, tanto que sentí que esos peldaños quedarían marcados en mi espalda.
Volví a ver las luces de los edificios y el agua a metros de mis pies. Lea impidió mi salto a una muerte segura.
— Suéltame. — forcejeé, llorando y casi haciendo un berrinche infantil.
— NO, EUN CHAE. ¡REACCIONA!. NADA SE SOLUCIONA ASÍ. RECAPACITA.
— Debería llamar a emergencias. — La voz de un anciano hizo que girará mi cabeza, perpleja. Lea se esforzaba por no soltarme y una pareja de ancianos también estaban con nosotros. El abuelo comenzó a llamar por teléfono y la abuela me miraba con preocupación y espanto, cubriéndose la boca.
— Usted es muy joven, señorita. No lo haga. — La abuela comenzó a llorar en súplicas y a tocarse el corazón, tuve que detenerme para no asustarla más y, posiblemente, provocarle un paro cardíaco, en serio me preocupaba. Opino que debían fijarse en la salud de la anciana en lugar de mí.
—¡AMOR! ¡EUN CHAE!
Miré a mi otro costado y ví a Hyun Jin oppa, saliendo del auto que apenas logró estacionar. Corrió hasta nosotros y apresurado logró sujetarme. Varios autos que circulaban por la avenida se detuvieron a ver mi espectáculo. Sentí tanta vergüenza que, con ayuda de Lea y Hyunjin, crucé las berjas para pisar ahora la calle.
Lea no me soltó y Hyunjin realizó una llamada que no escuché porque se alejó. Una patrulla llegó y ya por fin Lea me liberó. La pareja de ancianos se tranquilizó y me ofrecieron una botella de agua la cual acepté.
—¿Se encuentra mejor?— me preguntó una enfermera que vino en la ambulancia que llamó el viejo señor en desesperación. Luego de tomarme la presión y examinarme por treinta minutos me ofreció una barra de chocolate como recompensa por ser una buena paciente. La enfermera subió a la ambulancia mientras el doctor hablaba con Lea, ambos estaban serios. Hyunjin no se separó de mí lado en toda la revisión, incluso si lo miré mal.
Diez minutos más y todos se fueron, la patrulla, la ambulancia, las personas chismosas y la pareja de ancianos que me regalaron su bendición para una vida larga y próspera.
Hyunjin fue el piloto, Lea y yo fuimos atrás. Ella no dejaba de mirarme en todo el camino y cuando bostecé me alcanzó una gran campera negra afelpada por dentro.
— Duerme, el viaje es largo. — Tomé el abrigo, oliendo el conocido perfume que estaba impregnado. — Es de Kai, se lo olvidó cuando fuimos a dejarlo a la universidad. — Me cubrí con la prenda, levantando mis piernas en el asiento.
—¿Cómo sabían que estaba ahí?
— Mamá llamó a la señora Hae Soo. Ella dijo que te fuiste hace más de dos horas. Hyunjin y yo decidimos ir a buscarte. Mamá y papá casi tienen un colapso, obligé a Kai a quedarse en casa para atenderlos. Él y yo nos separamos. — señaló a Hyunjin.— Fuimos por los lugares a los que Kai nos dijo que frecuentabas. Una vendedora de pasteles de arroz nos contó que le compraste dos y le pagaste con un billete grande y no tomaste el vuelto. Con lo que pasó intuí que estarías por aquí. Eun Chae, me preocupaste… Nos preocupaste a todos, para nosotros eres más que solo una amiga de la familia, tú eres una Huening, tanto como yo. Tú nos importas y lo que el resto diga solo vale mierda. Nosotros sabemos como eres y sé, como mi familia, que no sos capaz de hacer algo así, porque eres una buena persona llena de brillo y a la que hay que amar.
— Cuando conocí a los Huening ellos se presentaron como una familia de seis integrantes, y será así siempre. — comentó Hyunjin viéndome a través del espejo retrovisor.
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°•☆ ᴬ ᵐⁱ ᵐᵉʲᵒʳ ᵃᵐⁱᵍᵃ... ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ☆•°
Short Story▪︎ Hong Eun Chae siempre recordará el día en que conoció a Huening Bahiyyih porque desde ese momento formó parte de una bella y cálida familia.▪︎ ◇ Historia con capitulos cortos. ◇ Drama. ◇ Misterio. ◇ +18 ◇ No copias, ni adaptación.