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-Oye Bakugou, que mierda t- espera... tienen el mismo...-Hablo confundido el pelirrojo viendo el inevitable parecido, eran casi iguales, solo que uno en castaño.

-si, lamentablemente somos hermanos.-Hablo la rubia molesta, ella quería sexo con el pelirrojo definitivamente y lo tendría. El imbecil de su hermano no le arruinaría un buen polvo.

-Hijo de puta, como toques a mi hermana estas hecho-ni termino cuando su hermana tomó la mano del candente chico a su lado y Kirshima sonrió guiñandole el ojo al hermano de la chica.

Vamos a mi departamento, no tiene las llaves ahí no va a entrar.-dijo la rubia molesta, las manos de la chica eran suaves, pequeñas y delgadas a comparacion de las del que eran grandes y asperas, aun así, encajaban perfectamente, carajo que era su tipo ideal.

-Katsuki por la mierda, ¡este tipo solo folla con todas!-Hablo su hermano molesto llendo detrás de ellos.

-Al carajo yo también quiero follar así que cierra tu maldita boca, me averguenzas-Dijo la rubia, su hermano abrió la boca en una perfecta "o" molesto.

-que bonita relación de hermanos-dijo Kirishima sonriendole a la rubia siguiéndola encantado, por que la rubia iba a tener sexo con el.

-aveces se pasa de sobreprotector.-Hablo la rubia frunciendo su ceño viéndose totalmente caliente para el.

-Con una hermana así, cualquiera créeme-dijo el pelirrojo con una sonrisa coqueta con toda la intención de.

-mm mejor cierra la boca tu igual-Dijo divertida la rubia poniendose de puntitas para llegar a morderle el labio al mastodonte de hombre que tenía en frente.

-Carajo creo que sentí el orgasmo venir-hablo el pelirrojo sacandole una risa a la rubia.

-Que exagerado-

[...]

Llegaron a su edificio y efectivamente, no aguantaron mucho sin comenzar a comerse la boca mientras esperaban llegar al departamento.

El pelirrojo se sentía en el cielo, los labios de rubia eran perfectos, sabía besar malditamente bien, pero la rubia atrás no se quedaba se sentía desfallecer, y su altura no le era problema al fuerte pelirojo que la cargo para dejarla a su altura.

-Quien diría que la pequeña hermanita de Bakugou, besaba tan bien, creo que guardaré este secreto-Dijo bajando a la chica ya que el ascensor abrió sus puertas en el piso de la rubia, así que la rubia jadeante abrió la puerta de su hogar dejando pasar al más alto.

-¿De donde conoces a mi hermano?-Hablo algo sonrojada la más baja, cerrando su puerta cuando Kirhsima entró.

-Compartimos clases preciosa-Hablo el pelirrojo andando como pedro por su casa, se sentó en el sofá de Bakugou palmeando sus piernas.-Ven aquí principessa-Dijo con su acento italiano que volvía aún más loca a la rubia, no lo admitiría frente al chico o le subiría el ego, y se notaba que ya tenía bastante, camino unos pasos pero no le obedeció.

Kirishima sonrió lanzando una diminuta risa, Katsuki lo estaba provocando y ella lo sabía.

-¿Te crees un rey para ordenarme que hacer? ¿Que es eso de decirme principessa?¿Que significa? -Hablo la poniendo una de sus manos en su cadera y con la otra apunto el pecho de Kieshima.-No tienes autoridad sobre mi cariño.-se lo dijo prácticamente a milímetros de sus labios.-Lo siento, tu italiano conmigo no funciona, no soy tan sumisa para tu mala suerte.-Hablo bajando atrevida su dedo a la entrepierna del más alto.

Los ojos de Kirishima parecían oscurecerse cada vez más.

-Te faltan años luz para poder tratarme como tu puta Kirishima, se que te encanta pero... no estas aun a mi nivel-no pudo seguir hablando por que el pelirrojo la obligó a callarse con el beso que le dio. La recostó en la mesa de centro que era lo que tenía más a mano. Mientras le quitaba el aire a Bakugou deslizaba sus manos por los muslos de la más baja, mientras ella con sus manos para nada tímidas le intentaba quitar la polera.

Katsuki ya se había informado bien de Kirishima, sabía que luego de tener sexo no volverían a verse, pero le daba igual ella solo quería el sexo al igual que el, ya sus nuevos compañeros le advirtieron de la bestia roja.

Y vaya que no mentían.

-Créeme que rogaras por serlo bonita.-Dijo más serio el pelirrojo pasándola de la mesa que podría ser incomoda, ni el se dio cuenta que se estaba comportando como un caballero.-Ven aquí, es incómodo estar en una mesa... Mejor llévame a tu habitación-dijo en su oído para lamer el lóbulo sacandole un suspiro de puro placer asintió sin poder decir nada. Quería demasiado que ese hombre se la cojiera.

Camino dejando atrás al más alto el cual se iba a encargar de hacerla sufrir hasta su cuarto, por que ya dentro se encargaria de hacerla gritar de placer.

La "abrazo" por la espalda metiendo una de sus manos en su camisa que tapaba sus pezones y poco más de su pecho, tomando un pecho para amasando como le plazca al ojirubi masculino, Kirishima definitivamente pensaba en que se había sacado la lotería, los pechos de la chica eran enormes, había visto más grandes? Si. Pero operados, pero esta chica los tenía naturales, suaves y... esta pensando mucho en los pechos de Bakugou, a la mierda sus pechos eran fantásticos lcon suerte le caían en sus manos y ni eso por que aun asi sobre salían. Dejando de lado sus pechos puso otra de sus manos en la parte intima de la chica presionando contra el Jean donde estaba lo que pronto iba a profanar.

Bakugou quedo embobada, no se esperaba para nada eso. Osea si, pero en su cuarto.

Kirishima estaba amasando uno de sus pechos a su gusto y presionaba con fuerza su intimidad haciéndola soltar gemidos.

-Oh mierda-Dijo la más baja ahora si sintiéndose en el jodido cielo.

-Así que la pequeña Bakugou no sería mi puta eh? Yo veo lo contrario. Te veo como una maldita zorra buscando más, la manera en la que mueves esas caderas solo me dicen que quieres que te folle hasta lo más profundo. Pequeña pervertida, te encanta que pellizque aquí?-Pregunto presionando su pezon sacandole otro gemido más alto. La rubia puso su mano sobre la ajena para obligarla a seguir ahí, se sentía tan mojada y ni siquiera estaban sin ropa.-Oh si que te encanta, la hermanita menor de Kasui es una pervertida.-Hablo divertido el pelirrojo teniendo una elección que dolía, solo verla hacia que se le pusiera más duro.

La cargo comiendole el cuello dirigiéndose a la habitación de la chica, Bakugou se aferraba a al cintura de Kirshima con sus piernas y este mismo tenía sus manos manoseado su trasero. Puso sus manos en el cabello algo largo del pelirrojo tiroteado un poco de este empujando su cara a su cuello y ahora pecho, el pelirrojo bajo sus besos al escote de la rubia.

Kirishima quería hundirse en esos pechos, quería ahogarse en estos, moriria feliz solo si era entre los pechos de la rubia.

Apenas llego al cuarto la lanzó a la cama sonriendo hambriento, necesitaba más de Bakugou era la única mujer que lo había calentado tanto sin siquiera tocarlo un poco, ella simplemente se nego a su petición y ya lo tenía duro como roca.

-Oh Katsuki, espero luego no te enfades cuando no puedas caminar-Hablo sonrojado el pelirrojo al ver a la rubia también sonreír.

-Mucho blah blah Kirishima-San-la rubia saboreo su nombre volviendo más loco de lo que estaba al pelirrojo.

-mierda, voy a destrozarte.-

-Lo estoy deseando Kirishima-

Diferente [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora