Llegaron a su departamento ella con una sonrisa en el rostro y Kirishima fastidiado, odiaba a los de su equipo.
Mira que atreverse a insultar a su novia.
Katsuki sabía cómo lidiar con eso al parecer, ¿Lo habrá hecho otras veces? El tenía razón las uñas eran de temer. Ya sabía que no las tenía solo de bonito.
-Cariño, olvidalo, ya les diste su merecido-Hablo la rubia sentandolo en su sofá-ahora viene el premio-susurro en los labios de Kirishima el cual olvidó de un momento para otro el tema pero, recordó otra cosa.
-Así que... ¿Novio ardiente?-Recordó con una sonrisa puntiaguda sonrojado a la rubia.
-mejor Cállate y besame-Katsuki fue la primera en avanzar pero, Kirishima la tomó de las caderas sentándola encima de él, rozando su miembro con el trasero de ella. El beso a medida que pasaba el tiempo se volvía más salvaje.
Pareciera que ambos quería marcar territorio, Kirishima bajo un poco más sus manos de las caderas de la rubia tocándole el trasero descaradamente.
-Si tu tienes un novio ardiente, que quedará para mí contigo-Katsuki sonrió y puso más fuerza a sus movimientos robandole un gemido a su pareja.
-veamos que queda-Katsuki sonrió levantando la tela que no dejaba ver el perfecto cuerpo esculpido por los mismos dioses de su novio.
Le encantaba debía admitir.
Kirishima deposito besos en el cuello de su novia paseando sus manos por todo el culo de su novia levantandole la falda.
Katsuki sentía como apretaba con fuerza su culo para pasar a sus muslos haciendo lo mismo.
Suspiro y se dirigió a su boca sin aguantar mucho más, atacando su boca con fervor, el sabor de sus labios la tenía embobada o tal vez eran sus grandes manos que se paseaban por su cuerpo, tocando y apretando.
-quitate la camisa preciosa-Katsuki sonrió sin poner mayor pero a su pedido.
Dejo ver su sosten de encaje rojo que antes ya había visto pero, no se cansaría jamás de ver.
Sonrió lamiendo sus labios.
-Dios, es un puto paraíso-solo al verla sintió su miembro palpitar.
-vaya, alguien tiene muchas ganas de hic!-se sorprendió al recibir una nalgada y ser despojada a vez de la tela que cubría sus pechos para reemplazarlo por una cara entre estos subió sus manos para separar sus pechos dejando marcas rojas, que más tarde serían moradas.
Hundió su cara en el pecho de su novia deleitándose con el sabor lamio entre los pechos causante de la espalda arqueada de la chica. Kirishima comenzó a notar la humedad de la entrepierna de Katsuki, con una sonrisa coqueta con sus dos manos las apretó sacandole jaleos a su chica.
Masajeo con suavidad para volver a un ritmo más fuerte, dirigió su boca a los pezones enrojecidos y los succionaba sin medir la fuerza causándole gritos de placer a la rubia.
-Mírate, te encanta que juegue con tus tetas preciosa, no soy el único que le gustan al parecer lamentablemente. Quitatelo todo y montame, quiero verte rebotar en mi miembro la mía principessa-como un pervertido hundía su cara en los pechos de la chica dejando su rastro de saliva caliente que hacia derretir a Katsuki.
La misma no pudo negarse, se quito toda su ropa para hacer lo que solicito su sexy novio.
Kirishima aprovecho y se desabrocho los pantalones dejando su miembro expuesto, comenzando a masturbarse con la imagen de Katsuki terminando de desvestirse.
Palmeo sus piernas luego de verla totalmente desnuda, siendo visualmente delicioso.
Pero aún mejor era tocarla.
-Vamos, tómalo con calma si es mucho para ti-desafio a la rubia que cambio su mirada tímida por una lasciva. Se sentó en las piernas de su novio elevándose para alinear el miembro en su intimidad, comenzando a meterlo.-Oh si, mételo todo dentro-Kirishima hecho la cabeza para atrás y sintió las cálidas manos de su amada en su pecho mientras escuchaba los jaleos de Katsuki.-Vamos montame con fuerza principessa-Kirishima se apoyo en el sofá poniendo sus manos detrás de su cabeza viendo el espectáculo, Katsuki sonrió llena de lujuria comenzando a saltar con energía, cuanto amaba a esa mujer carajo.
-ah, ah, ah a-asi? ¿T-te gusta cariño?-preguntó la rubia entre tantos gemidos por cada senton que daba.
-oh si, créeme que es lo puto mejor de mi jodida vida.-gruño viendo como el pecho de Katsuki rebotaba contra su cuerpo, ponía especial atención con sus oídos del choque de sus pieles junto con los armoniosos sonidos impuros que salian de la boca de su novia. Paseaba su vista por todo el cuerpo de la rubia deleitado con sus movimientos.-eso preciosa... Rebota, muévete más para mi, se que puedes.-Motivo a Katsuki para que empezara a hacerlo más rápido llevando a ambos al extasis, no aguanto mucho sin tocarla puso sus manos en su cintura para sentarla con más fuerza provocando que la más baja se corriera primero, apretandolo hasta el punto de provocar su misma expulsión de su semilla dejando embobada a la rubia con un orgasmo que venía de la mano con espasmos.
-o-oh dios... e-eso f-fue tan-Katsuki ni siquiera podía formular bien las palabras y Kirishima le ayudo.
-¿Rico? ¿Maravilloso? Tengo muchas palabras para definirlo la mía principessa.-dijo besando la cabeza de Katsuki, la cual se acostó aprovechando para descansar.
-e-eso.-dijo suspirando de placer aun con espasmos atormentandola de la mejor manera.
-Bueno, ¿Quieres comer algo en especifico? Antes de que llegue tu hermano-Katsuki lo miro curiosa.
-¿Mi hermano?-pregunto y Eijirou se golpeó mentalmente, había olvidado decirle a su novia que su hermano podía llegar en cualquier momento.
-bueno... Ya viene, me dijo que vendría a cenar, olvidé decírtelo mi amor, perdoname-Katsuki le mando un zape y pego grito al cielo.
-¡A bañarse! Y saldrás primero a arreglar el desastre ¿Oíste?-ordeno y Kirishima asintió como soldado, Katsuki se paró a preparar la ducha para bañarse. Y Kirishima fue como un perro detrás de ella haciéndole pucheros.
-regaloneemos un ratito más mi vita-Katsuki le pego solo una mirada y kirishima hizo la seña de quedarse callado para bañarse en paz.
Katsuki lo iba a regañar feo.
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Diferente [Kiribaku]
FanfictionKatsuki ingreso a la universidad a estudiar derecho recientemente, pero su vida ese mismo día tomó el camino de la lujuria con Kirishima, el chico con el cual, por nada del mundo debía meterse, según los medios. Pero era Bakugou Katsuki y nadie le d...