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Despertó apresada por unos brazos bastante fuertes y reconocibles, sus piernas estaban enredadas con la del gigante. Katsuki sonrió contenta de que el chico no fuera un idiota, más bien era como un nene pequeño, le causaba algo de gracia, ya que se veía muy malo, pero en la noche estaba por llorar, solo porque ella estaba triste y también lloro.

-Eijirou, tengo que irme, debo ir a la casa de mis padres-dijo la rubia, tenía un acuerdo con ellos, si no llegaba antes de la hora de almuerzo le cortaban el cuello.

-Mmm no quiero...-Murmuró el pelirrojo sobre la cabeza de la chica.

-Eijirou, aun debo cambiarme la ropa para ir con ellos, por favor déjame ir-Hablo intentando librarse del chico.

Pero Kirishima tenía otros planes.

-Nop-

-¡Eijirou!-grito la rubia y se encontró con un puchero en el rostro de su reciente novio.

-esta bien, voy a dejarte-se levanto Kirishima de mala gana comenzando a vestirse.

La rubia se paró quedándose con la camisa de su novio agregando su ropa interior claramente, amaba que Kirishima fuera mucho más grande que ella, su camisa parecía un vestido, así que ni por asomo se le veía el trasero.

Vio a su novio terminando de abrocharse el cinturón.

¿Que si se veía caliente? Claro que se veía caliente.

Pero no era momento para pensar así de su novio, debía irse a la casa de sus padres antes de que les de un infarto.

-bien, vamos principessa-anuncio tomando la mano de su chica y dejando un suave beso en el dorso de esta provocandole un sonrojo furioso a la lechosa piel de su novia.

Sonaba bien, la llamaría más seguido así.

-¿Que significa eso? Pinpesa?-Pronuncio en un intento de italiano mezclado con japonés provocando una carcajada del mayor.

-Ya lo sabrás, mejor toma un curso de italiano vita mía, porque la mayoría de mis apodos están en italiano, y me encanta que no los entiendas. Es un plus donde menos vergüenza siento.-Reveló dejando con la boca abierta a la rubia, tomaría ese maldito curso.

Ya vería, aprendería italiano e iba a contraatacar.

[....]

Llevaba más o menos dos semanas aprendiendo italiano, se descargo una app para aprender.

Sabía presentarse y algunas cosas básicas, pero todavía no reconocía que era lo que le decía Kirishima, al parecer era algo más avanzado, no importa ya lo sabría.

En esas dos semanas tambien logro formar una conexion mas grande con su novio, volvieron a la rutina donde el pelirrojo se instalaba en el departamento de la chica y en el fin de semana se iba a su departamento, ya que ella se iba con sus padres.

Los rumores de su noviazgo fueron obvios, no se molestaban en ocultarse, seguían diciendo que solo la quería para follar, que en cuanto una mejor viniera, ya seria olvidada, por suerte, aun no pasaba eso...

No quería creer en la mierda que decían y mucho menos cuando le advertían de él, no podia creerle a los otros cuando decían que era una persona sin sentimientos que no le importaba nadie, que lastimaba y usaba, no podia cuando Kirishima muchas veces lloro por las cosas que decían de él.

Bueno este era uno de esos días, donde el pelirrojo se aferraba a ella y lloraba como un niño en el regazo de su madre.

-K-Katsuki-Chan, te juro que esos rumores no son ciertos, solo te amo a ti, seria incapaz de hacerte daño, sabes que almorce contigo, no estuve con esa estupida profesora, ¡Es un vejestorio! ¡No soy tan idiota como para cambiarte por una anciana!-Katsuki sonrió de manera dulce para calmar a su dramático novio.-Tampoco estuve con esa estúpida de pelo naranja, no recuerdo ni su nombre

Diferente [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora