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ERAN LAS PUTAS DOS DE LA NOCHE Y SU NOVIO NO APARECIA.

Iba a matarlo, ¿Quien se creía para no llegar?

Un carajo la Katsuki cariñosa que quería recibirlo, su hermano se ofreció a esperalo con ella, pero se durmió sentado a su lado.

Que gran acompañante.

Estaba muy enojada, seguro que se fue a beber para ahogar penas.

Estaba que se dormía si era sincera.

Pero, iba a esperar al desgraciado que hizo que se desvelará.

Que agradeciera que al otro día no tenga clases, si no lo mutilaba. Paso una maldita hora más y sintió la puerta abrirse, Kirishima llegó.

Parecía un zombie cansado.

-¿Crees que estás son horas de llegar? ¿Que mierda Kirishima? son las putas tres de la mañana.-Kirishima estaba sorprendido de verla despierta, nunca pasaba de las 10 esa mujer, era imposible verla más tarde porque andaba como zombie.

Katsuki siguió gritándole quien sabe que cosa, pero el ta no tenía cabeza ni para escuchar, estaba agotado, trabajo hasta el cansancio para no pensar tanto en su novia que parecía no estar nunca contenta con el.

-Bueno, necesito ahora que te calles un segundo.-Katsuki estaba sorprendida, el jamás había dicho algo similar.-Realmente estoy cansado, hablo enserió, no estoy para tus reclamos y regaños, mañana si quieres me golpeas o lo que quieras, pero de verdad necesito dormir un poco he trabajado veinte horas, entendí que fui un idiota inmaduro, sin control y si aja. No volveré a hacer nada por ti que se le parezca, entendí. Déjame dormir ahora-Paso de largo de ella dejándola perturbada con lo qus había dicho.

¿El no le dijo eso verdad?

Kirishima se quito el saco en su habitación dejandolo en la ropa sucia junto con su corbata desabrochando algunos botones.

Katsuki, alias mecha corta, prendió.

Fue a su habitación dejando a su hermano tirado en el sillón durmiendo.

-ah no, Kirishima Eijioru ¿Quién carajos te crees para hablarme así? Lamentablemente me debes paciencia aunque no quieras, así que mejor que-Kirishima exploto.

-¿Que? ¿¡Mejor que!? ¡Katsuki, te pedí que me dejaras en paz una vez en la maldita vida! ¡Te dije que entendí!¡Así que déjame de joder de una puta vez!-Grito en la cara de la rubia que llegó a temblar al verlo tan molesto.

El jamás... Le había gritado de esa forma.

¿Realmente ella jodio su relación?

Kirishima parecía que había perdido todo encanto, ¿Se canso de ella?¿Por eso le grito?

-N-no m-me grites.-intento sonar firme.

-¿Solo tu puedes gritar? ¡Voy a gritar tanto como se me de la gana! ¡Tu puedes insultarme, gritarme y hasta golpearme! ¿¡Pero yo no puedo gritar y pedir un poco de paz!? Y un carajo, duerme bien-termino sarcástico cerrando de un portazo la puerta.

Kirishima fue a la sala y había olvidado el detalle de que su cuñado estaba ahí.

-Si vas a golpearme hazlo rápido, de verdad estoy cansado.-se sentó en un sitial con la atenta mirada del ojirubi mayor sobre el.

-No voy a golpearte. Le gritaste a mi hermana, pero ella también lo hizo y creo que te ha tratado peor, esta en nuestra base de código. Creí que ella realmente se iba a disculpar contigo pero al parecer solo busco más pelea.-Suspiro sentándose en el sofá más largo.-Pelea de parejas, no puedo entrometerme-Puso su mano en el hombro del más alto el cual solo se veía con ganas de llorar el tampoco se creía que le había gritado a su novia.

-Si sigues intentado darme consuelo, voy a llorar, así que.-

-Entendí entendí. Solo... Ten paciencia ella, esta alborotada con lo del embarazo y estos chicos que al parecer golpeaste por que la molestaban.-Kirishima asintió y se recostó como pudo en el pequeño sofá, de apoco perdiendo lo que le quedaba de conciencia durmiendose.

Kasui suspiro y fue con su hermana que estaba con lagrimas en sus ojos, no quería soltar las lágrimas, muy orgullosa para eso, pero le dolía mucho. Kirishima jamás había sido así con ella.

Nunca de los jamases.

¿Que tanto lo saco de quicio?

No quería que su Kirishima cambiará...

.....

Paso la noche y Kirishima logró recuperarse del cansancio durmiendo 12 horas seguidas.

Eran casi las doce y media, era raro que la rubia no estuviera de pie haciendo cualquier cosa, menos dormir.

Se levantó con un dolor de cuerpo impresionante, jamás volvería a dormir en un sillón.

Le sonaba todo el cuerpo.

Kasui había salido de la habitación y suspiro.

-Durmio muy poco, cuando despertó volvió a llorar... Cree que ya no la quieres, típico de embarazadas, solo... por esta vez perdonala y ve a verla... Se que se comporto más o menos mal... Es mi culpa en parte ya sabes... así que lo siento, yo la hice así de orgullosa. Esta vez yo asumo la responsabilidad, pero ve a verla, no es bueno para ella estar así, no quiere ni comer. Me preocupa la bebe...-Menciono apenado y Kirishima se alarmó y nego.

-No-no te disculpes, yo tengo la culpa. Esta embarazada y anoche no la trate como merecía, yo voy con ella ahora, gracias Kasui. Ya hiciste mucho, ve a dormir un poco a tu casa, tus ojeras dicen que no dormiste mucho...-Claramente decía lo obvio. El pelicastaño asintió.

-si... Bueno, así es cuando eres el mayor. Solo cuida de ella, cuando tengas tiempo y estén bien, avísame-después de eso le toco el hombro a su cuñado dándole suerte.

-Gracias...-Suspiro y se quedo frente a la puerta de su habitación, decidiendo si entrar sin permiso de ella.

Al diablo, era la habitación de ambos.

¿No estaba mal si entraba verdad?

Abrió lentamente la puerta siendo extremadamente cuidadoso para no molestar a su pareja.

Vio a su novia acurrucada en una almohada gigante que usaba para su pancita ya que le pesaba para dormir.

-Katsuki, ¿Podemos hablar?-Pregunto con cautela sin querer pelear con ella.

La rubia lo veía molesta y con ganas de llorar se le notaban en sus hinchados ojos.

Seguramente de tanto llorar, eso le pego fuerte a su corazón.

También recordó, que cometió el más grande pecado de su vida.

No saludo a su hija.

Diferente [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora