12

472 39 11
                                        

Iba a golpearlo si no fuera porque su Katsuki habló primero.

-¿De que hablas cerdo de mierda? ¿Quién querría mirarte? Miraba a mi ardiente novio idiota-Hablo con su típico tono amenazante y con sus piernas cruzadas.

Madre santa que era caliente cuando se ponía así. Su sonrisa puntiaguda se dejó ver en cuestión de milisegundos, le llenaba de orgullo que dijera que era su novio y aún más con el agragado de ardiente.

-¿Tu novio? Oh veamos ¿y donde esta tu novio que no lo veo? Mientes, si quieres follar solo dilo preciosa, no te juzgaremos-Katsuki solto una risa corta que ni alcanzaba a ser risa tal vez.

-¿Mi novio? Ah detrás de ti.-dijo fingiendo inocencia con una dulce sonrisa.

-Aquí estoy la mía principessa-Al ver a Kirishima se espanto, la había cagado, ¡ella era su novia!-Yo soy el novio ardiente-sonrio cínico para todos menos para su princesa.

Carajo que la tenia bien guardada, era preciosa pero, por ver lo ajeno el novio de la chica iba a matarlo.

Kirishima avanzó abriéndose paso solo con su presencia entre sus compañeros de juego, se arrodillo besando la mano de su amada.

-Hola vita mía, ¿Me esperaste mucho?-Pregunto dulce a su chica, Katsuki nego dando un piquito en los labios de Kirishima, dejandole una sonrisa al sentir sus labios contra los de él.

-Ponte tu playera, así nos vamos a mi departamento, tu hermana sigue en el tuyo, le pregunte y aún sigue buscando un lugar-Kirishima suspiro y asintió.

-Iré a tu departamento, deja ducharme y vuelvo amore mio.-Otra vez su italiano, le iba a preguntar mejor a su hermana, ella debía saber.

-Esta bien, ve-Kirishima solo pego una mirada a todos los idiotas que se atrevieron a mirar lo suyo y supieron que la habían cagado. Kirishima le dejo su teléfono y mochila, junto con su poleron para que no pasara frío y de alguna manera, marcar el territorio.

Fue a bañarse como dijo, y sus amigos seguían quietos sin saber que decir.

-fushi, apestan, largo de mi vista.-Rodó los ojos para utilizar su teléfono para matar el tiempo.

-¿Quién te crees?-Hablo uno de los chicos del equipo.

-Una diosa, ¿y tu que? ¿Un marciano?-Respondió con una sonrisa falsa.

-te crees mucho por ser la novia de Kirishima. No te preocupes que pronto va a reemplazante, Yaoyorozu volverá del extranjero. Y va a aplastarte, Kirishima no se contendra.-Katsuki no tenía idea quién era esa chica, tampoco es que le importara.

Se puso de pie dejando ambas mochilas, la rosa que era de ella y la roja de su novio, junto a sus teléfonos que tenían un llavero compartido.

-¿Me ves preocupada?-se burlo del chico que al parecer le buscaba pelea.-¿Tan molesto estas porque no follare contigo? pídele permiso a mi novio, veamos que te responde.-se cruzo de brazos recargandose sobre una de sus caderas, carajo que se veía sexy para todos ahí.

-eres una zorra como cualquier otra, pobre Kirishima, podría tener algo mejor pero, tiene a esta... puta barata de pacotilla.-Varios chicos intentaron que se callara, Kirishima iba a destrozarle la cara.

O eso creían, hasta que vieron el pequeño puño de la rubia impactar contra la cara del que había osado a llamarla zorra y puta, no era ninguna de las dos y mucho menos barata.

La nariz del tipo comenzó a sangrar, apenas iba a recomponerse sintió unas uñas clavarse en su cuello.

-Vuelve a llamarme una vez más puta o zorra y no la cuentas mocoso.-a pesar de probablemente ella ser menor le valió un pepino.

Nadie pero, nadie más que su novio y en medio del sexo, le diría puta, ella era una chica decente, no era una cualquiera. Ni aunque se acostara con cualquiera tenían derecho a llamarla así.

-e-espera s-señorita-Lo observo de reojo solamente con su afilada mirada dejando al hombre asustado, Katsuki daba miedo.

Dejaba sin aire al chico que era unos diez centímetros más alto que ella, que uñas eran un plus que de seguro dejaría marca, la sangre ya había comenzado a brotar.

Kirishima se metió a la ducha y encontró demasiado raro que nadie más vino, tenía un mal presentimiento, se ducho y vistió lo más rápido que pudo, la ducha no duró más de tres minutos y se vistió en menos de tres minutos, se arreglo y salió. Camino por el campus hasta que vio a muchos jugadores de rugby intentando que su chica soltara a Ren, el cual era el más bajo pero más alzado del grupo, presenció como su rubia del cuello lo lanzó.

Katsuki solo lo movió y lo solto, el supo por su seguridad que debía moverse.

El equipo entero fue a auxiliar a uno solo, ¿Que carajos había pasado en lo que se fue?

Llego corriendo a ver a su novia, tomó sus mejillas y la reviso de pies a cabeza.

-Amore mio ¿Que sucedió?¿Te hicieron algo?-mostro su preocupación pero la rubia hizo un puchero, iba a vengarse.

-M-me dijo zorra y puta barata, dijo que me cambiarías por otra en cualquier momento, cuando llegara una tal Yaoyorozu-acuso solo por venganza al chico provocando que algo dentro de Kirishima se activará, sabía que su novia no estaba dolida pero, una falta de respeto así a su novia no iba a permitir.

Beso la frente de Katsuki sentándola de vuelta en la banca con sus cosas y fue directo a deformarle la cara al que se atrevió a insultarla.

Katsuki hizo caras de asco al ver la sangre en las manos de su novio, le había destrozado la cara como dijo.

Limpio la mano de su novio con unas toallas que ella traía y tomo la mano de su novio.

Bueno, eran cosas que pasaban por molestarla.

Caminaron a su departamento en total calma con una sonrisa.

Aunque aún le rondaba la supuesta Yaoyorozu.

Diferente [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora