Lexa tenía mi mano encerrada en la suya desde que la ayude a subir a la canoa. No es que me estaba quejando ni nada por el estilo, es mas, me gustaba estar así con ella. Pero me había olvidado lo fuerte que son las cazadoras.
Thalia y Grover ya estaban en una canoa detrás de nosotros cuando empezamos a andar por el río. Al final, resultó que ni siquiera tuve que controlar las corrientes. En cuanto nos metimos en el río, eché un vistazo al agua y descubrí a dos náyades mirándome fijamente.
Tenían el aspecto de dos adolescentes normales, como las que puedes encontrar en cualquier centro comercial, salvo que estaban bajo el agua.
—Eh, chicas —las llamé.
Hicieron un sonido burbujeante que tal vez era una risita. No estaba seguro. Me costaba entender a las náyades.
—Vamos río arriba —les dije—. ¿Podrían...?
Ni siquiera me dejaron terminar la frase.
Eligieron una canoa cada una y se pusieron a remolcarnos por el río. Salimos a tal velocidad que Grover se cayó dentro de su canoa y quedó con las pezuñas al aire. Para mi mala suerte, Lexa me había soltado de la mano hacía unos segundos pero no se alejo de mi, en ese momento que la náyade remolcó nuestra canoa agarre a Lexa antes de que se cayera de la canoa. ¿Lo bueno? no se cayó al agua. ¿Lo malo? nos tire a los dos al piso de la canoa.
—Odio a las náyades —refunfuñó Zoë.
—Somos dos —coincidió Lexa esperando a que me levantara de ella para poder pararse. Lo hice con la cara hirviendo.
Dos chorros de agua me pasaron por al lado de la cabeza, pude frenar que uno vaya directo a la cara de Alexandra, pero el otro no. Le salpicó toda la cara a Zoë.
—¡Demonios femeninos! —exclamó agarrando su arco.
—Venga, mujer —le dije—. Sólo están jugando.
—Malditos espíritus del agua. Nunca me perdonarán.
—¿Perdonar, por qué?
—¿Qué hiciste esta vez? —le preguntó su mejor amiga.
Ella volvió a colgarse el arco del hombro.
—Fue hace mucho. No importa.
Aceleramos río arriba; las paredes de roca se alzaban amenazadoras a ambos lados.
—Lo que le ocurrió a Bianca no es culpa tuya —le dije—. Ha sido mía. Yo permití que lo hiciera.
Pensé que aquello le serviría de excusa para ponerse a chillarme, pero quizá la arrancaría al menos de su abatimiento. A mi lado Lexa se quedo muda.
—No, Percy —dijo en cambio—. Yo la empujé a participar en esta búsqueda. Fui demasiado impaciente. Era una mestiza muy poderosa. Tenía un corazón bondadoso también. Pensé que podría ser lugarteniente de las cazadoras.
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The warrior
Fanfic᯾ 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐀𝐍𝐃𝐑𝐀 𝐉𝐎𝐍𝐄𝐒 siempre cumplía sus promesas, pero no sabia que una de ellas haría que caiga rendida ante un 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜. (Percy Jackson x female oc) (Percy jackson and the olimpians) 2023