The warrior

( 🌓 ) camp Half-Blood

Al salir del autobús un poco mareada, vi lo que tenia a mi alrededor.

El campamento consistía en un lugar maravilloso. Había una ligera capa de nieve en el suelo de todo lo que podía llega a observar. Podía ver perfectamente una pista de carreras y unos campos de fresas que debían de estar congeladas. Las cabañas que habían estaban decoradas con luces de navidad y eso hizo que una pequeña sonrisa se asomara a mis labios, amaba la navidad con todo mi ser. Ademas de que no solo habían luces en las cabañas, sino que en algunos arboles también habían y eso hacia todo mas lindo.

—¿Te gusta? —la voz de Jackson a mi lado me sobresalto de una manera magnifica.

Él se había acercado para ver lo mismo que estaba observando yo, y él también tenia una sonrisa en sus labios, ademas de que un leve brillo adornaba sus hermosos ojos. Tenia todo el pelo negro desordenado, haciendo que luciera como un chico que se metía en problemas las 24 horas del día, sus mejillas estaban rojas por el frío y su sonrisa era tan tranquila que no me dejo opción que contestarle como una persona coherente y no como una cazadora lo haría.

—Es hermoso —dije en un susurro, solo para que me escuchara él.

—¡Lexa, ayúdanos! —me grito Nancy que estaba con las demás cazadoras bajando nuestras cosas del autobús.

—Adelántate —me salió decirle antes de irme con mis amigas.

—Ojo con el chico, Zoë podría morirse —se burlo Phoebe cuando le agarre mis cosas que tenia en sus manos. Se gano un golpe de mi parte en el hombro.

—No digas idioteces.

Al bajar todo y dejar el ahora auto vacío nos dispusimos a seguir a Zoë quien era la que sabia a donde teníamos que ir.

—¡Cuídense guapas! —nos grito Apolo desde donde estaba. Ni siquiera me di la vuelta para mirarlo y seguí mi camino. A la cabaña 8, la de Artemisa.

—¡Nos vemos Lexa! —sin querer me trastabille con una roca y casi me caigo sino hubiera sido porque Zoë me agarro de los hombros y me sostuvo.

—Hagamos como que eso nunca lo escuchaste, ¿si? —me susurro con un tono tranquilizador para darme a entender de que ella iba a estar conmigo pasara lo que pasara.

—Si.

Nuestra cabaña era bastante linda, tenia pinturas y esculturas de animales salvajes, sobre todo con el símbolo de Artemisa: el ciervo. Era de color plateado que brillaba por las noches, por los rayos de la luna (por lo que me habían dicho mis compañeras).

Al entrar nos encontramos com camas y literas para todas nosotras. Yo casi corro para quedarme con la que estaba al lado de la ventana que daba a todo el campamento. Amaba ver la luna antes de irme a dormir y esa cama iba a ayudarme.

—Lo mejor será que te de un recorrido —me ofreció Nancy al ver lo maravillada que estaba con el lugar.

Nunca tuvimos una casa en la cual quedarnos nuestros días y noches, siempre estábamos en la naturaleza. Yo la amaba, pero había momentos en los que deseaba poder estar en un lugar para estar calentitas, limpias y poder estar del todo seguras, eso no ocurría en los bosques donde nos quedábamos.