( 🌓 extra ) life

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En unas semanas Percy me había hecho hacer infinidades de cosas

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En unas semanas Percy me había hecho hacer infinidades de cosas.

Al principio estaba cansada de escucharlo gritar desde la cocina mi nombre. Aunque con el tiempo me fui acostumbrando, y hasta me fue gustando cada vez mas. Cosa que me sorprendía.

Los primeros días me llevo a visitar absolutamente todo su barrio y parte del centro de Nueva York. Era todo muy hermoso, pero estar siete días nueve horas fuera del departamento con Percy casi corriendo por la ciudad, era cansador. Al dejar de ser una cazadora una parte de mi se había convertido totalmente mortal, cosa que me cansaba mas de lo que me cansaba antes y encima me enfermaba ahora, cosa que nunca me había pasado. Por eso le pedía a Percy con solo una mirada que bajara la hiperactividad. Era como tener que sacar a pasear un golden retriever bebé.

Llegábamos al departamento totalmente exhaustos y justo para la hora de organizar la mesa para poder comer y luego irnos a dormir, para al otro día volver a hacer lo mismo que habíamos hecho hoy. Visitar la ciudad.

—Si algún día quieres salir sola —me dijo el ultimo día de nuestra visita—, ya sabrás a donde ir y conoces a todos.

—¿Era necesario salir toda la semana casi nueve horas? —le pregunte mientras esperábamos a que nos den nuestra merienda. Unas galletas azules, que no sabían como era que las hacían así, con un café para Percy y un muffin de chocolate con un exprimido de naranja para mi.

—Obvio que si, Lexa. Todo va a valer la pena, créeme.

Era un sábado a las 11 de la noche

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Era un sábado a las 11 de la noche. Percy me había dicho que tenia ganas de mirar unas cuantas películas conmigo para que entrara a la vida normal. Nos llevamos refuerzos, es decir, unas mantas para la noche, golosinas de todos los gustos y colores, botellas de agua y palomitas de maíz. Supuestamente esa era la comida principal para comer mientras veías películas, según Percy.

—¿Tenemos que hacer maratón de 20 horas seguidas?

—Así entenderás mas las películas —me dijo mientras se sentaba a mi lado—. Yo se que te encantaran, y si no es así, estas muy mal de la cabeza.

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