Me había quedado en blanco luego de escuchar que Atlas, el titán responsable de llevar el peso de los cielos sobre sus hombros, era el padre de mi mejor amiga.
Percy se percato de la forma en la que me había quedado en shock, por lo que agarro mi mano, que no estaba muy lejana a la suya, y me dio un leve apretón para que vuelva a la normalidad.
Lo más horrible era que yo les encontraba un aire de familia. Atlas tenía la misma expresión regia de Zoë; la misma mirada fría y orgullosa que brillaba en los ojos de ella cuando se enfurecía. Aunque, en su caso, con un tono mil veces más malvado. El encarnaba todas las cosas que me habían disgustado de Zoë al principio y, en cambio, no poseía ninguna de las cualidades que había llegado a apreciar en ella. Ella era única.
—Suelta a Artemisa — exigió Zoë.
Atlas se acercó a la diosa encadenada.
—¿Acaso te gustaría tomar el peso del cielo de sus hombros...? Adelante.
Zoë abrió la boca para decir algo, pero Artemisa gritó:
—¡No! ¡No se te ocurra ofrecerte, Zoë! ¡Te lo prohíbo!
—Yo me ofrezco —dijo sin pensarlo.
—¡Cállate, Alexandra! —gritó Artemisa. No podía verla así. Me estaba hirviendo la sangre.
Atlas sonrió con sorna. Se arrodilló junto a Artemisa y trató de tocarle la cara, pero ella le lanzó un mordisco y a punto estuvo de arrancarle los dedos.
—Ajá —rió Atlas— ¿Lo ves, hija? A la señora Artemisa le gusta su nuevo trabajo. Creo que cuando Cronos vuelva a gobernar pondré a todos los olímpicos a sostener por turnos mi carga. Aquí, en el centro de nuestro palacio.
Así aprenderán un poco de humildad esa pandilla de enclenques.—No lo entiendo —dijo Percy—. ¿Por qué Artemisa no puede soltarlo, sencillamente?
Atlas se echó a reír.
—¡Qué pocas entendederas, jovenzuelo! Este es el punto donde el cielo y la tierra se encontraron por vez primera, donde Urano y Gaya dieron a luz a sus poderosos hijos, los titanes. El cielo aún anhela abrazar la tierra. Alguien ha de mantenerlo a raya; de no ser así, se desmoronaría y aplastaría en el acto la montaña y todo lo que hay en cien leguas a la redonda. Una vez que has tomado sobre ti esa carga, ya no hay escapatoria. —Atlas sonrió—. A menos que alguien la tome de tus hombros y ocupe tu lugar.
Se acercó y nos examinó a Thalia, a Percy y a mi.
—O sea que éstos son los mejores héroes de esta era... No parece que representen un gran desafío.
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The warrior
Fanfic᯾ 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐀𝐍𝐃𝐑𝐀 𝐉𝐎𝐍𝐄𝐒 siempre cumplía sus promesas, pero no sabia que una de ellas haría que caiga rendida ante un 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜. (Percy Jackson x female oc) (Percy jackson and the olimpians) 2023