◍⁠Día 4◍⁠

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Festividades

No había una sola fecha, que por casualidad o acuerdo, no la pasaran juntos.

La Navidad no era la favorita de Bakugo desde aquella en la que no había recibido su figura edición especial y Deku sí. Fue peor cuando se enteró que no había sido Santa, si no su papá; con los años, la carta de reclamo a Santa le había servido a su madre como un recuerdo vergonzoso para molestarlo.

Al menos en la Navidad de segundo año Kirishima se le había declarado discretamente, cuando le sugirió pasar Noche Buena juntos mientras le envolvía una bufanda a su alrededor. Tuvo que recordarle que era una fecha en que la invitación solo se hacía entre parejas, Kirishima esquivo su mirada sonrojado y le dijo que sabía lo que significaba.

En tercer año pasaron todo el día juntos, desde compartir un café caliente, hacer una guerra de bolas de nieve entre todos los grupos de su grado, hasta en la noche mirando las luces del árbol.
Ese sin dudas era uno de los recuerdos favoritos de Kirishima, le parece muy adorable lo friolento que es Bakugo; por lo que esa noche llevaba una chamarra gruesa, dos bufanda, unos guantes y un gorro, y aún así tenía su nariz roja.

"—¿Que estás mirando?"

"—Las luces." Quiso responder que una montaña de ropa o un muñeco de nieve, pero le gustaba la expresión que tenía Bakugo. Se limitó a seguir mirándolo de reojo.


En el caso de San Valentín o día de los enamorados, Kirishima era detenido en cada pasillo por al menos un grupo de cinco personas que le extendían cartas y chocolates, había sido así desde el primer año, mismo en el que no tuvo ni idea de cómo reaccionar pues nunca le había sucedido algo así.

Mina lo ayudaba a recoger los regalos, porque sabía que si lo ayudaba le compartiría, además de que ella sí tenía experiencia con las declaraciones de San Valentín.

Al final del día los cinco amigos se reunieron en la habitación de Sero para mostrar y compartir todos los chocolates que había recibido.

"—Tengo más de amistad que de amor. No es justo, hasta Bakugo tiene más que yo." Se había quejado Kaminari, que al contrario de Kirishima nunca le había ido tan mal ese día.

Bakugo levantó la mirada de su celular y con un vistazo comparó los montones de regalos y chocolates. Era verdad, había recibido bastantes sin saber bien la razón de porque, lo mismo era cada año, no importaba que tan mal carácter mostrará siempre había alguien que le daría chocolates de manera romántica.

Se encontraba de mal humor después de haber visto a tantas alumnas y alumnos dar regalos, pero en especifico tener que detenerse cada cinco minutos por una o un tonto extra que le daba chocolates a Kirishima.

"—¡Gane yo como siempre! Suerte para la próxima caballeros" Mina comenzó a celebrar celebrar después de que todos terminaron de contar sus regalos.

Bakugo había notado a Kirishima un poco desanimado por eso, le parecía estúpido afectarse por algo así, después lo entendió cuando llegó a su habitación y encontró en su escritorio unos chocolates, que solo podía dejar ahí la persona que tenía permitido entrar a su habitación.

Los siguientes años se encargo de darle chocolates, en la entrada de la escuela y dejar otros en su banca. Se encargaba de negar los regalos de los que se le declaran a Kirishima, mientras su novio aceptaba con gusto los de amistad; por último dejaba otros en la habitación con una carta.

Aún se siente tonto y cursi, pero no puede negar que le encantaba la cara que ponían los demás, ni tampoco lo rico que están los chocolates caseros de Kirishima.

Tenerte a mi lado • Kiribaku Month Donde viven las historias. Descúbrelo ahora