◍⁠Día 25◍⁠

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Soulmates AU

Había pasado por los rituales como cualquier hombre, recordaba ese mes en el bosque cuando tuvo que sobrevivir por su cuenta, fue de las mejores experiencias de su vida. Cuando se enfrento al reino vecino y arrasó con sus enemigos ganándose reconocimiento en todas las naciones.
Había completado y participado en cada celebración, o al menos eso recordaba, creyó haberlo hecho por la pronta edad en la que había cumplido con la mayoría, la que le faltaba tampoco le parecía tan importante, se trataba del baile de las Brazas o de Entretejo, dependiendo del reino.

No creía en la uniones misticas, además solo era un grupo de idiotas inconsciente bailando al rededor de una inmensa fogata, buscando una excusa para hacer lo que quisieran.

—¿No estás emocionado? —preguntó su madre desde el marco de la puerta de su habitación.

—Para nada, tengo mejores cosas que hacer que encontrar a alguien para revolcarme —dijo mientras acomodaba su capa frente al espejo. Luego se acomodo mejor el cinturón y la cubierta azul de su torso.

—Es más que eso. Tampoco te voy a jurar una conexión mágica, pero es especial, además de que no siempre se encuentra a la otra persona en el primer baile. Hay gente que nunca lo hace y prefiere unirse con personas que no realizan la ceremonia.

—Que bien que lo consideres porque haré lo posible por no participar.

Mitsuki sonrió con toda seguridad, su hijo subestimaba mucho al amor.
—Por mi no hay problema, ya cumplí como soberana, tú por otro lado también cargas con el hecho de ser el mejor guerrero...

Bakugo medito las palabras de su madre, el mejor guerrero debe estar con lo mejor, no podía hablar de las y los guerreros de su reino, pero al ser una celebración internacional había más oportunidades.

Se limitó a gruñir para no tener que discutir ni darle la razón a su madre, solo se amarró las botas listo para salir y dirigirse a la fogata.

—¡Mas te vale no llevar una daga ni nada filoso en el cinturón! —le advirtió a lo lejos.

—¡Llevaré los que quiera, nunca voy desarmado!

A lo lejos podía ver el humo esparcirse por el cielo anaranjado y entre más se acercaba más se dificultaba mirar. Tosió un poco, comenzó a sentirse desorientado, así que tuvo que guiarse por el ruido de las risas y los cantos.

"Ridículo ¿Qué hago aquí?" pensó cuando estuvo lo suficiente cerca para mirar a todos los jóvenes divertirse.

Compartían tarros y vasos de alcohol como si lo que sea que le hayan puesto a la fogata no fuera lo suficiente desorientador.

Claro que le gustaban las celebraciones, sobre todo después de una victoria, una buena cena digna del futuro rey, junto a sus nobles compañeros de batalla.
La que tenía frente a él no era más que una fiesta caótica, de ese tipo en las que  de vez en cuando encajaba; el verdadero problema era propósito de esta.

—Demonios, ya tengo hambre. No debo de tomar algo de esa mesa, probablemente me envenene...

—¿Con quien hablas? —preguntó un sujeto alto, con una sonrisa que tapaba la carcajada que le causaba ver al futuro rey tan desorientado. —Si tienes hambre y aún no has hablado con nadie deberías comer o quedarás inconsciente de verdad.

—¿Para que tanto estúpido humo? —dijo Bakugo levantandose del tronco en el que se sentó desde que llegó para dirigirse a la mesa y comer algo.

—Es tradicional, aunque a mí tampoco me gusta, a unos parece afectarles más que otros. Puede que está sea la debilidad del futuro rey —comenzo a reír hasta que sintió la fría navaja cerca de su cuello. —No lo decía en serio, es obvio que lo aspiraste aproposito, como te dije puede afectarte más.

Tenerte a mi lado • Kiribaku Month Donde viven las historias. Descúbrelo ahora