Tenerte a mi lado • Kiribaku Month

◍⁠Día 29◍⁠

Baile
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¿Qué tan difícil puede ser?
Unos hacen la melodía, pueden tener el mejor oído, una coordinación única y tocar casi cualquier instrumento. Otros "lo llevan", con la misma capacidad en coordinación usan su cuerpo para moverse rítmicamente, de ahí la habilidad de bailar cualquier ritmo.
Aún así, existen quienes no poseen el mínimo en coordinación para marcar cuatro pasos.

Las personas mayores son grandes creyentes de que todos podemos bailar, lo que se necesita es a la pareja adecuada, quién más que solo acompañarte en un baile, lo hace toda la vida. Algo así como el baile perfecto.

Nunca pensaron que con lo hábiles que son, ninguno fuera bueno bailando. Entonces, ¿se puede tener al compañero perfecto y no bailar como de esperaría?

—Uno, dos, pasó y... giro ¡Giro! ¡Para el otro lado! —Bakugo decía los pasos para guiar a ambos, en un intento de coordinarse así mismo, pero fallando como las últimas dos hora.

—¡Ah! ¡Lo siento! Es que cambias la vuelta, antes la diste hacía dentro, decídete ¿Si te la aprendiste? —Kirishima también tenía masó menos memorizada la coreografía, pero como dijo, se cambiaban uno al otro los pasos y ya no estaba seguro de que alguno estuviera bien. —Hay que llamarle a Mina, no quiero arruinar la presentación.

—Vamos bien, no necesitamos llamar a nadie.

—Es su boda. Si lo arruinamos no va a olvidarlo tan fácil, no quiero que toda su preparación no valga la pena.

La expresión desesperada de Kirishima lo hizo lo suficiente consiente como para ir por su celular y llamar a su amiga.

Mina no sabía que algo así pasaría, pero haciendo memoria era verdad que no los había visto bailar enserio. Cuando le propuso a sus amigos participar en un baile para su boda el único que se mostró negativo fue Bakugo, pero ella contaba con que Kirishima le ayudaría con eso y, con la determinación de ambos era obvio que serían unas de las mejores parejas. Las últimas dos llamadas la habían dejado tan impresionada que detuvo un momento la acomodación de la decoración.

—Tomen clases de baile. No sé cómo lo logren pero es tarde para negarse y no quiero que hagan un desastre. Cuento con ustedes —luego colgó esperando no haber tomado una elección equivocada al dejar a ese par de pies izquierdos.

—¿Ah? ¡Me colgó! —gritó apretando el puño sin mucha fuerza para no romper su celular.

—¿Y que más te dijo? —Kirishima volvió a ponerse nervioso y torpe.

—Solo de las clases, lo que es estúpido porque no hay alguien que nos enseñe para el tiempo que nos queda.

—Puede que sí, solo lo esencial, nosotros practicaremos lo demás. Hasta ahora vamos bien y anotaste toda la coreografía como te la dijo, solo es pulirlo.

—No sé cómo acepté esto... —Bakugo gruño, luego se removió para destensar su cuerpo.

—Porqué me amas. Ahora vamos.

Buscaron a alguien que pudiera ayudarlos y que mejor lugar para empezar que un salón de baile. Había principalmente adultos mayores, lindas parejas disfrutando. Entre ellos había un joven que se notaba muy cercano, bailaba y animaba el ambiente.

Kirishima se acercó para preguntarle si podía darles unos consejos, no pudo explicar ya que el joven se anticipó.

—No necesitan preguntar, se a que vienen, a eso viene cualquiera que no conozcamos, además se ve en sus expresiones —fue lo primero que dijo de forma amigable.

Luego de presentarse, les pidió que mostrarán que querían aprender, bailaron lo mejor que pudieron, el bailarin tuvo que ocultar la gracia que le causaba la coordinación de la pareja.