Tenerte a mi lado • Kiribaku Month

◍⁠Día 31◍⁠

Beso de media noche
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Tal vez lo que hacía no era lo más correcto, había ido con un objetivo totalmente diferente, pero ya estaba metido en esto, tenía al rubio de ojos bonitos mirándolo como si quisiera devorarlo.

Había hecho todos sus deberes e incluso ayudó en lo que pudo a su madre; sabía que regresaría tarde y no quería dejar cosas pendientes.

Aunque en un principio no estaba muy seguro acepto ir a la reunión en casa de Todoroki.

Creyó que solo iba a ser algo pequeño entre cinco amigos, no contó con que Todoroki había aceptado invitar amigos, así que, lo que se suponía era una pequeña reunión paso a ser una fiesta improvisada de casi veinte personas. No le disgusto, de hecho el menos sociable de su grupo era el anfitrión y él se sentía feliz de tener tantos invitados.

La cuestión aquí es que Kirishima había aceptado asistir solamente porqué le habían dicho que invitarían al chico que había conocido en la reunión anterior.
Por eso después de acabar sus deberes, se arregló lo mejor posible para tratar de lograr algo con el castaño.

Cuando llegó pensó que Todoroki estaría molesto pero no decía nada, así que, en lugar de buscar a Tomo recorrió toda la casa hasta que encontró a su amigo.
Se quedaron juntos para evitar que Sero o Kaminari siguieran incitando al anfitrión a hacer tonterías.

No podía negar que se la estaba pasando bien, al punto en que pudo dejarse llevar y beber un poco sin olvidar su tarea autoasignada.

No supo en que momento se había oscurecido, no le dio importancia hasta que a sus amigos se les ocurrió que sería buena idea seguir su fiesta el jardín trasero y, luego guiados por el alcohol saltarse la cerca que daba a una zona deshabilitada.

Una de las cosas más divertidas que había hecho fue correr detrás de ellos, apenas ubicándose y guiándose solo por las risas.

Podía ver su respiración agitada por el humo que salía de su boca, estaba tan extasiado que no sentía el cansancio, también comenzó a reír de lo mucho que estaba disfrutando.
Fue así hasta que solo se escuchó a sí mismo, miró al rededor muy desubicado, sintió como el efecto del alcohol y la dopamina disminuyeron un poco.

Comenzó a preocuparse en serio cuando escuchó mucho movimiento sin poder reconocer quién lo hacía o de dónde provenía con exactitud. Fue tomando conciencia de los sonidos que hacía la naturaleza, y de lo perdido que en realidad estaba.

Dio un salto e inhaló con fuerza cuando sintió unas manos sobre sus hombros.

—Aquí estás —escuchó que le dijo a sus espaldas quien lo estuviera tocando.

Trató de relajarse, perdió un poco la razón dejándose llevar por su instituto distorsionado de supervivencia.

—Si, estaba con mis amigos. No sé dónde están —lo primero que le vino a la mente fue informar que no estaba solo. —Venimos de la casa de Todoroki, ¿sabes dónde es? —dijo mientras giraba lentamente para poder ver al sujeto que lo había encontrado.

La luz de la luna pasaba a través de los árboles y daba directo hacia ellos, Kirishima pudo distinguir a la perfección el rostro contrario y, no sabía si se había pasado de tragos o sí realmente el sujeto frente a él era tan atractivo. Todo él resaltaba con la luz, sobre todo sus ojos; Kirishima se preguntó si los suyos también se veían igual de intensos que los del guapo chico que lo estaba sujetando.

—Si, voy a llevarte, podrías volver a perderte y no voy a buscarte de nuevo —dijo el chico rubio tomándolo de la muñeca, causando un escalofrío en todo su cuerpo.