◍⁠Día 8◍⁠

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Enfermedad

Aizawa no entendía como es que Kirishima estaba enfermo si quien debía cuidar a Eri era Shinso, en realidad sí lo entendía pero aún digería la idea.

Además de tener que agobiarse con la conversación que tendría con Shinso y Kaminari, también debía lidiar con los reclamos sin sentido de Vlad porque la clase B también se había enfermado.

Eraser no tenía nada que ver con que Kirishima y Tetsutetsu compartieran el vaso de su licuado en el desayuno, pero ahí estaba en la sala de maestros escuchando a su compañero reprochandole  por ayuda para saber que hacer con sus alumnos.

—Mándalos a casa. No creo que tengas la capacidad o conocimientos para estar como enfermero cuidando a todos.

—No puedo quedarme sin alumnos ¿Tú qué hiciste? —parecía molesto pero en realidad sí estaba preocupado por la salud de sus niños, sobre todo porque no sabía que hacer y Aizawa no le había advertido de la enfermedad.

—Los aisle en sus habitaciones —respondió con simpleza. —Cuando vi a Kirishima enfermo lo mandé a su habitación.

—¿Por qué dijiste "los"? Lo sabía, había más enfermos en tu clase y los dejaste libre contagiando a los demás —apuntó a Aizawa a la vez que le reclamaba con exageración.

La realidad es que no solo se trataba de Kirishima, tampoco había dejado a sus alumnos como agentes infiltrados contaminando a los demás, ellos eran tontos, tercos y se habían contagiado por accidente.

Mientras todo esto pasaba, en los dormitorios había otra discusión.

—¡Con una mierda, quédate quieto! —por el grito la garganta de Bakugo se resecó haciendo que comenzará a toser. —No te rías —dijo con voz rasposa, mientras golpeaba a Kirishima con su almohada.

Kirishima tosió porque la risa también le había resecado la garganta.
—Lo siento, pero tengo calor —volvió a patalear para quitarse la cobija.

—Esa es la idea, tu cuerpo aumenta la temperatura para...¡Me pateaste!

—Perdón, perdón. Es que tu cuerpo está muy caliente —dijo Kirishima sin pensarlo demasiado, cuando reacciono giró rápido a ver a Bakugo, se notaba más sonrojado que antes. —Sabes a lo que me refería, pero en el otro sentido también es cierto, si no fuera así no estarías aquí.

Recibió una patada, más que dolerle le causó gracia, cuando rio tuvo que taparse la nariz para evitar que se le salieran los mocos, además de que Bakugo le había dicho que se tapara la boca cada que tosiera.

—Ya cállate, se te va salir un pulmón —refunfuño, luego se giró al otro lado, dándole la espalda a Kirishima.

Una mano caminó por su cintura, desde su espalda hasta su abdomen.

—¿No te sientes muy cómodo aquí? Yo sí, me gusta dormir contigo —después de decir esto, Kirishima acercó a su novio, le costó un poco porque Bakugo no dejaba de retorcerse.

—No, no estoy cómodo. Me duele todo el cuerpo, me siento cansado, me pica la garganta, y los papeles llenos de mocos me desagradan. Además olemos a medicina —declaró con molestía.

—Entonces olemos como abuelos, eso no me desagrada. Lo único que no me gusta es la sopa que nos da el profesor Aizawa —sacó la lengua como gesto de asco.

Bakugo se giró a mirarlo de frente, estaba confundido por lo que acababa de decir Kirishima, pero no por no comprender, si no planteandose el porque salía con ese torpe sujeto raro.

—Esto es tu culpa y del idiota de Kaminari. Solo espero que esté igual o peor de enfermo que nosotros, también el idiota presumido cara de zombie —apretó los puños sacando pequeñas chispas. El humo los hizo toser a ambos.

Tenerte a mi lado • Kiribaku Month Donde viven las historias. Descúbrelo ahora