Cap VI - II

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El tercer niño había caído a un lado de la fogata, dando la sensación de estar dormido. Desvanecido del ahora, los recién llegados lo llevaron con cuidado a un lugar cómodo, pero era evidente que ya no respiraba. Entre los presentes, Anne y Scarlett, que no lidiaban bien con la idea de la muerte, intentaron detectar algún signo vital, pero fue en vano. Tres niños yacían allí, tirados a la vista de todos.

Era cuestión de tiempo para que el resto de los que alimentaban la fogata compartiera el mismo destino. Aunque esto no era el tema principal, por increíble que parezca.

Después de que Lucio explicara la situación a Marco y a los demás, llegaron a la conclusión de que tal vez solo aquellos con los ojos iluminados podían ser salvados, ya que nadie parecía tener información sobre los yoris. Como era de esperar, surgieron las típicas disputas sobre lo que era favorable y lo que no. A pesar de su posición inicial, el niño Vance cedió ante la necesidad. Acordaron que solo quienes fueran capaces de seguir una orden serían invitados a unirse, sin intentar cambiar los planes o la estructura.

—¿Es lo único que te importa, verdad? —interrumpió Kai a mitad de la conversación, buscando llamar la atención de Víktor.

—Si te refieres a escapar de aquí, tienes razón. Eso es lo único que me importa —Entonces giró para enfrentar al chico de cabellos claros.

—Creo que está bien... acepto en nombre de mi grupo —dijo Lucio sin preocuparse por cubrir el brillo de sus ojos—. Seguiremos las reglas de tu equipo, Segundo.

—En ese caso, no hay nada más que decir. Si tus amigos están afuera, es probable que regresen con los cuatro centinelas —añadió Víktor, demostrando cierto conocimiento sobre el tema.

—Entonces los yoris alteran la conducta... ¿no es así? Es posible que incluso estos niños con los ojos brillantes ya estén siendo afectados por eso sin darse cuenta —agregó James mientras movía las manos para enfatizar su punto.

—¿Te sientes alguien nuevo, Lucio? —preguntó Ériu al niño. Se puso de pie frente a él, y agarrándolo de los hombros, insistió:— ¿Crees que tu grupo es diferente a como era cuando llegaron?

—Creo que... ahora son más amables que esa vez... —respondió él antes de ser interrumpido por el niño Vance. Este se puso de pie frente a ellos, con su cabello largo atado y oscurecido.

—Fue una tontería haber hecho un pacto con los yoris. Tal vez los adultos puedan ayudarte —añadió con una voz llena de frustración.

Lucio sabía que él no había mencionado nada sobre un acuerdo durante la conversación. Siempre se dijo que los yoris se apoderaron de ellos, palabras de Ériu, pues apenas tuvo tiempo de explicar cosas relacionadas con algo que desconocía.

—Solo Ériu sabía sobre el pacto —murmuró el niño, inclinando la mirada. Los presentes en la pequeña reunión percibieron que Víktor parecía estar ocultando información.

—Sabes algo relacionado con el tema, ¿verdad? —inquirió Ériu elevando la voz.

—No conozco los detalles —respondió Víktor, mirando por encima del hombro.

—¡Habla de una vez! —gritó el pelirrojo, impaciente.

—El yori propone un pacto en beneficio del grupo, pero cuando se concreta, ya es demasiado tarde —respondió el niño Vance con voz entrecortada.

—¿A qué te refieres con "tarde"? —preguntó James, colocando su mano en el hombro de Víktor.

—Solo sé que vives para proteger a los tuyos. El espíritu del yori en el portador te guiará y te protegerá a cualquier costo, incluso si eso significa que Lucio tenga que sacrificar su propia vida. Ninguno de ellos está consciente de sí mismo.

Evermore: niños perdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora