Cautivo 💕 [Carlacio]

Conecciones

—Traje un lujito -dice Toni mostrando un par de rebanadas de pizza y entregándolas-.

—¡Pizza!

Horacio le arrebato el plato y comenzó a comer como si no lo hubiera hecho en mucho tiempo... comer una vez al día era horrible.

—Todos piensan que te diste a la fuga, que abandonaste Los Santos, incluso, que dejaste el país.

Suspira —Se que no me he comportado bien con mis compañeros estos últimos meses, he Sido más agresivo pero... no puedo creer que piensen que enserio volvería a hacer algo así.

—¿De que hablas? -se cruza de brazos-.

—Se que fui extremista con Carlo, pero volverlo a hacer significaría que... sería como el FBI quiere que sea, no quiero eso, en realidad, aún que no lo creas estar aquí me a dado un descanso de toda la carga de ser el Director.

—Esto no es por tí.

—Lo se, pero... me libra un poco, se que tampoco estoy en un lugar lujoso, no se que planes tiene Carlo, pero lo acepto, porque es mi culpa, por Gustabo, por mis celos con Volkov, no se porque lo cele tanto, fue estúpido.

—Mañana viene Carlo, si es que eso te tranquiliza más.

—En realidad prefiero tus cuidados, me diste pizza...

—Son las sobras de la cita que tuve con Pogo, se supone que iríamos a un tailandés pero estaba cerrado.

—¿Cita? ¿Con Pogo? ¿Está libre?

—No es un animal salvaje -rueda los ojos y se va-.

Al día siguiente Carlo entro por esa puerta, el francés no se veía presisamente preocupado por su presencia, era una sensación... diferente.

—Me dijeron que te dieron pizza -Carlo se cruzó de brazos-.

—Un poco...

—Escapaste del país.

—Si, eso oí.

—Tambien me dijeron lo del FBI.

Baja la mirada —Entiendo que lo que tú quieres es venganza por lo que te hice y... de algún modo no estoy sufriendo tanto como te gustaría.

—Si, es venganza, y si, no estás sufriendo mucho, pero ese es el punto.

—¿Que?

—Estas destruido, no tanto como yo acabe porque no utilizo tus mismas tácticas, pero tu mente ya está divagando, porque estás agusto aquí y no afuera.

Alza la mirada —¿Que?

—¿Tienes Estocolmo?

Mira la cadena unida a su cuello —¿Porque? ¿Porque no me quejo de ser tratado como un perro? Pues... -iba a quejarse pero se mordió el labio- quizás.

Sonríe y se acerca a él —¿Sabes que significa?

Lo mira —¿Que? -pregunta con un tic en el ojo-.

De su bolsillo saca una pirula —Te la ganaste.

Horacio olvidó todo lo de antes al ver aquella pastilla intento agarrarla pero Carlo la alejo, bajo las manos y abrió la boca de forma inconsciente.

—Eso es -le da la pirula en la boca- buen chico ¿Tan difícil era entenderlo?

—¿Esto era lo que querías? -se hecha hacia atrás en la cama por los efectos de la pirula- eres molesto. Entonces quieres un perrito -lo ve asentir- acepto tus fetiches raros, pero no quiero usar un periódico.

—Hecho -se encoge de hombros-.

Carlo soltó la cadena de la pared y llevo a Horacio aún encadenado a otra habitación, pero está tenía una buena cama, televisión, baño. Lo encadeno a la cama, después hizo una mueca, debería conseguir una un poco más larga.

—Pronto te cambiaré la cadena, esa es muy corta.

—Tengo una duda.

—Escucho.

—¿Porque de entre tantas opciones una mascota era la mejor?

—Mi padre nunca me dejó tener mascotas.

Carlo se fue, Horacio se recostó y su mirada se perdió en los efectos de la droga, no sabía si por ella es que lo de ser una mascota no le resultaba tan mala idea o por otro motivo. Quizá si tenía Estocolmo porque Viktor ya no formaba parte de sus pensamientos, solo había una cosa.

No quería ser encontrado por la policía, quería quedarse ahí, siempre quiso escapar pero nunca tuvo la posibilidad ahora que todos lo consideraban un profugo le encantaba.

"La mascota de Carlo Gambino" no sonaba mal, comenzaba a gustarle ese "título", esperaba que las cosas no salieran tan extremistas, no lo pondrían a dormir en una jaula para perro ¿O si?

Toni apareció por la puerta con comida, tenía hamburguesas, al menor se le iluminaron los ojos, quizás Toni sería ese tipo de dueño que le da de comer a su mascota lujitos. Le dió uno y él se quedó con otro comiendo juntos.

—Pense que me odiabas -dijo Horacio- ¿Porque me das estás comidas?

—Te están denigrando lo suficiente, eso está bien para mí -muerde su hamburguesa- a demás, ahora mismo estoy en las nubes, tengo una cita está noche.

—Carlo... y Viktor siguen... hablando... ya sabes...

Lo mira extrañado —¡Oh! Si, creo que están formando algo sólido, no estoy muy seguro, pero creo que Carlo no se ve muy enamorado.

—¿Enserio?

Por alguna razón esa hipótesis le había gustado, pero no entendía porque ¿Que tiene de importante que Carlo no sienta nada por Viktor?

—¿Tu qué crees? -se atrevió a preguntar- lo conoces mejor que nadie.

Asiente —Yo digo que se está forzando, Carlo no es el más expresivo, exagera sus expresiones porque no suele sentir muchas cosas que verdaderamente siente. Ahora mismo intenta sentir algo por Viktor, no hay nada, le he dicho que se rinda pero... está aferrado a que debe haber algo que sienta verdaderamente, solo me ama a mí y... se siente raro por ello, después de todo nunca sintió apego con nuestros padres. Sintió algo muy fuerte con la mafia pero... ya no está...

Deja la hamburguesa a un lado —Sabes si... ¿Siente algo por tenerme aquí aprisionado?

—Creo que no, pensó que sería satisfactorio pero no es lo que siente, lo se, pero si está interesado en lo de la mascota, más que nada por curiosidad. Es una venganza pero no esta satisfecho, no sé si lo entiendes.

—Creo que entiendo, ustedes lo tenían todo, así que... no cualquier cosa puede gustarles a estás alturas.

—Algo como eso. No cualquiera puede conectar con Carlo, así que... si se aburre, puede liberarte y puedes escapar a dónde quieras. Hay lugares que el FBI y la CIA jamás pisaran.

—Gracias.

Se encoge de hombros —Como sea -sigue comiendo su hamburguesa-.

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¿Que será de Horacio?

¿Carlo por fin aceptará que no siente nada por el ruso?